Impulsados por la crisis económica y luego de la pandemia del coronavirus, el problema de los cuidacoches se agravó en las grandes ciudades del país. Mientras en algunas como Buenos Aires la actividad ya se prohibió, en otras como Rosario y Santa Fe se continúan buscando alternativas que van desde la regulación hasta directamente la eliminación.
En los últimos días ingresó en la Legislatura de Santa Fe un proyecto de ley que propone sancionar con hasta 30 días de cárcel a los cuidacoches que exijan una contribución económica mediante la violencia, amenaza o cualquier tipo de intimidación.
Entre los fundamentos, el proyecto destaca por lo menos dos objetivos: por un lado, garantizar la seguridad de los santafesinos tipificando las acciones violentas y por otro, dotar de herramientas a la justicia y a los municipios de una figura legal que encuadre situaciones de extorsión y amenaza para los ciudadanos.
"La problemática de los cuidadores de vehículos es un emergente de la pobreza en la que está inmerso nuestro país: desempleo, trabajo informal, fenómeno inflacionario, ausencia de programas de formación e inserción laboral, entre otros factores que configuran un escenario poco esperanzador", comentó el diputado Sergio Basile, autor de la iniciativa.
Y continuó: "esto conlleva a que muchas personas se apropien del espacio público ante la mirada pasiva del Estado, recurriendo a "changas" en busca de subsistir. En esta realidad, es frecuente que las situaciones de coacción sufridas por el o la conductor/a de un vehículo sean moneda corriente".
Para su implementación, el legislador radical propuso incorporar un artículo a la Ley 10.703 del Código de Convivencia de Santa Fe el cual establecería que "el que sin acreditar habilitación o permiso de la autoridad competente ofreciera o brindase en la vía pública servicios de estacionamiento o cuidado de vehículos y exija una contribución económica de su conductor o acompañante mediante violencia, amenaza o cualquier tipo de intimidación, en forma tal de hacer sentir coaccionada a la persona a la cual se dirige, será sancionado con arresto desde 1 O (diez) hasta 30 (treinta) días.
Dentro del proyecto se aclara que la finalidad no es prohibir la presencia de las personas cuidadoras de vehículos en la vía pública, pero sí que la actividad debe ser regulada y encuadrada en una normativa que garantice la dignidad y buenas prácticas a las partes involucradas.
"Los cuidacoches existen y han venido para quedarse", asegura el legislador que entiende que la actividad se trata de una más de la economía popular y como tal no corresponde suprimirla. La iniciativa busca ser una especie de "paragua" contenedor de los municipios provinciales, principalmente de los más grandes, que tienen dificultades para controlar la actividad y que ven las cuadras del macro y micro centro explotadas de jóvenes cuidacoches.
Qué pasa con los cuidacoches en la ciudad de Santa Fe
En el caso de la Capital Provincial en el 2019 se aprobó una ordenanza que actualizó la de la década del ochenta, que buscó ordenar la actividad, estableció una serie de requisitos, entre ellos, estar inscriptos en un padrón, llevar una identificación y no poseer antecedentes penales. Durante el 2022 y luego de varios incidentes entre cuidacoches y automovilistas, el intendente de Santa Fe, Emilio Jatón, que por entonces votó como concejal la iniciativa, aseguró que era "inviable".
Para los vecinos de Santa Fe se trata de uno de los temas que mayores preocupaciones generan y es parte de la agenda pública. A partir de los hechos de violencia, en el último tiempo comenzó a ganar cada vez más fuerza la idea que impulsan algunos concejales respecto a prohibir la actividad. Apuntan que será uno de los grandes temas a debatir en el Concejo local.
Cuidacoches en Rosario, entre el miedo y el negocio
Por su parte, en Rosario la situación es igual o más comprometida todavía. Allí, además de las dificultades económicas y la marginalidad intervienen también la droga, los negocios por la distribución de las zonas y las tarifas. Además del centro, están alrededor de las canchas, espectáculos deportivos, musicales y con sumas de dinero que lejos están de ser a consideración del cliente. Muchas veces gana el miedo.
Actualmente se discuten en comisiones distintas iniciativas. Durante el verano y como primer medida, los ediles buscaron puntos de encuentro entre cada una para poder avanzar. A su vez, el pedido de los vecinos se intensifica cada vez más para que aparezca una solución que permita vivir más tranquilos. Entre los testimonios que brindaron aparecen amenazas y pedidos de dinero que oscilan entre los 1500 y 2000 pesos.
El debate en torno a los cuidacoches se sigue ampliando desde los ámbitos locales a provinciales de la misma manera que continúa aumentando la cantidad de personas que encuentran allí una salida laboral o un negocio.
Fuente: Mdzol