En las últimas horas, a través de nuestro Whatsapp "Periodismo Ciudadano" (3436 445100), un lector de Será Noticia que a las 8.45 transitaba de forma ocasional por calle España capturó con la lente de su cámara una caravana de camiones de gran porte, en un lugar en el que existe una estricta prohibición para la circulación de vehículos pesados.
El tránsito de camiones por lugares prohibidos o realizando maniobras indebidas e incluso estacionados en arterias neurálgicas de la ciudad se ha transformado en un trastorno para la sociedad. Esto genera serios inconvenientes y malestar en los vecinos, que muchas veces envían fotografías a los diferentes medios de comunicación, esperando que alguien tome medidas y logre un ordenamiento definitivo.
A pesar de contar con una renovada plantilla de inspectores de tránsito, el municipio no logra dar con un lineamiento adecuado que permita establecer el orden en materia de seguridad vial en Victoria.
Pero no sólo las calles se ven afectadas por el tránsito pesado. También se pone en riesgo la riqueza histórico-arquitectónica que posee la ciudad, con innumerables fachadas de casas antiguas que deben resistir el impacto de fuertes vibraciones ante el paso de camiones a plena luz del día. Un castigo innecesario hacia dichas edificaciones, que corresponden mayoritariamente a principios del siglo XX y que pertenecen al Casco Histórico Arquitectónico de la Ciudad de Victoria.
Como se recordará, en 2002 dicho casco fue declarado BIEN DE INTERES HISTORICO NACIONAL por el Congreso de la Nación (Ley 25.686), hecho que revela la importancia objetiva que reviste la antigua arquitectura local como factor urbanístico, histórico y turístico.
El tránsito pesado es una preocupación de frentistas de toda la ciudad que denuncian en muchos casos el paso de camiones, lo que provoca serias roturas en el pavimento y en las viviendas particulares, que tiemblan y comienzan a resquebrajarse en su revoque ante el estruendo de un camión que pasa por arriba de baches.
El problema de las piedras
En varias ocasiones hemos visto como los baches o grandes roturas se rellenan con piedras, desprovistas del químico aglutinante. Lo que parecía una solución coyuntural para salir del paso terminó convirtiéndose en una medida estructural, que generó problemas a comerciantes en diferentes esquinas, quienes sufren cada vez que una pickup o un camión circula por estos lugares, debido a que las piedras salen disparadas como proyectiles, al momento en que la rueda de un vehículo ejerce presión sobre las mismas.
En la esquina de España y Perón ya se han registrado roturas de vidrieras comerciales, cuyos costos de reparación no han sido resarcidos por el municipio, a pesar de los reclamos pertinentes. Además conviven con el peligro latente de que la mordedura de dichas piedras por vehículos en tránsito pueda dañar físicamente a un transeúnte.