Una nena de 10 años en Salta fue violada por su padrastro: y quedó embarazada. Su mamá se enteró de la gestación cuando la llevó al hospital Materno Infantil de la capital provincial por unos dolores de panza. En ese contexto, cuando se confirmó que el malestar tenía que ver con una gestación forzada, la nena contó sobre los abusos sexuales.
El embarazo lleva ya 19 semanas. Aunque en la Argentina es legal la interrupción de un embarazo en esos casos, en Salta la nena violada no puede acceder a ese derecho porque el gobernador Juan Manuel Urtubey impuso como cláusula que el aborto debe hacerse dentro de las 12 semanas incluso cuando se trata de un embarazo producto de una violación.
Lo estableció en el decreto 1170 del 22 de marzo de 2012, a través del cual dictó un protocolo restrictivo que regula el aborto no punible, lejos de los lineamientos fijados por la Corte Suprema en su fallo FAL, unos días antes.
La asesora de Incapaces dice que la nena firmó el consentimiento para continuar el embarazo. ¿Qué le habrá dicho esa asesora? ¿Le habrá contado sobre sus derechos? De todas formas, ya no tenía chances en esa provincia para la interrupción del embarazo. La regulación en Salta es más restrictiva que el Código Penal, que no establece ningún plazo para realizar un aborto en casos de violación o cuando corre riesgos la vida o la salud de la mujer, y sin embargo, está vigente hace seis años.
El directorio del Observatorio de Violencia contra las Mujeres de Salta, --un organismo autárquico y conformado por referentes de los distintos poderes y la Universidad Nacional de Salta-- le exigió al Poder Ejecutivo provincial que derogue el decreto 1170/12. Se lo viene pidiendo desde 2016, cuando se creó, y se lo reiteró esta semana a través de una carta presentada por mesa de entradas en la Casa de Gobierno provincial.
No es el único caso de una niña forzada a ser madre, después de ser violada en Salta. Juana, la niña wichi de 12 años, que en 2016 quedó embarazada luego de sufrir una violación colectiva, recién al transitar el sexto mes de gestación logró una inducción al parto porque se detectó que se trataba de un feto anencefálico. De otra forma, la hubieran obligado a asumir esa maternidad no elegida.
Otra nena de 10, acaba de parir en Las Lajitas, una localidad ubicada a unos 250 kilómetros de la capital provincial, según confirmó al diario Página/12 la abogada Tania Kiriaco, directora del Observatorio por parte del Poder Ejecutivo provincial. Y hay más casos. Cada año, en el país alrededor de 3000 niñas menores de 14 años, se convierten en madres, sin quererlo.