Se acortan los plazos, crecen las conversaciones y se empiezan a desechar escenarios. Laura Stratta no será candidata. Era uno de los nombres que sonó a comienzo de año y esa posibilidad se extendió todo este tiempo en boca de dirigentes de diferentes sectores internos. La ministra de Desarrollo se lo comunicó este miércoles a su equipo de trabajo. En rigor, lo que dijo es que siempre se trató de un rumor. Nunca hubo un ofrecimiento concreto. Punto.
Entre las consideraciones a las que apeló hizo hincapié en cuestiones personales. Es madre de dos niños a los que se niega a abandonar buena parte de la semana para viajar a Buenos Aires. Hay, claro, también una decisión política de quedarse en el territorio. La cartera que conduce suele ser uno de los lugares más preciados de cualquier gabinete.
La referente de Victoria es una de las funcionarias más cercanas a Gustavo Bordet, ese era uno de los atributos que se le atribuía para integrar la lista del oficialismo.
El peronismo oficialista no tiene muchas mujeres para postular. El otro nombre que también se invoca desde la apertura del año electoral es el de Mayda Cresto. La presidente del Instituto Becario ya sabe que su adversaria interna no será candidata. Se entusiasma.
La idea de un Cresto en la boleta lo sugirió el bustismo en la voz del concejal Daniel Cedro. Dijo que era necesario que el apellido esté en un lugar expectante "para que sientan la obligación de salir a trabajar por el peronismo en Concordia y no hacer la plancha como suponemos tendrían pensado hacer en caso que la lista del gobernador no sea de su agrado". ¿Quién sospecha eso: Cedro, Jorge Busti o Bordet? Silencio.
