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Sociedad

Se esperan dos semanas de altísimas temperaturas

«Llama la atención que las temperaturas serán muy parejas en todas las provincias. En general, las máximas estarán en torno a los 36, 37 grados", explicó una especialista que dio detalles sobre la novena ola de calor de la temporada.

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Durante esta jornada se prevé tiempo más inestable sobre el centro y norte del país, con nubosidad en aumento y la probabilidad de algunos chaparrones. En el caso de Entre Ríos podrían producirse en algunas zonas durante la tarde o noche, aunque la probabilidad es baja.

Mientras tanto, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) renovó la alerta amarilla por temperaturas extremas que incluye a todos los departamentos de nuestra provincia. Asimismo, abarca a las provincias de Santa Fe, parte de Buenos Aires, un sector de Corrientes, una amplia zona de Córdoba, San Juan, La Pampa, San Luis y Jujuy.

En Entre Ríos, durante toda la semana se registrarán temperaturas mínimas de entre 22ºC y 24ºC, mientras que las máximas superarían los 36 grados.

Sin miras de cambio de masa de aire: por qué
Hasta el fin de semana se esperan temperaturas mínimas entre los 22 y 25 grados y máximas que se ubicarán entre los 33 y 38 grados en la región, pronosticó el organismo meteorológico.

Esto se debe a que "hay un sistema de alta presión sobre el océano Atlántico que favorece que haya una circulación del norte. Entonces está continuamente llegando aire cálido a toda la región y eso favorece a que las temperaturas suban«, indicó Cindy Fernández, meteoróloga del SMN.

«Las temperaturas están en el pico y se mantendrán hasta el fin de semana de manera pareja», agregó la especialista y estimó que «podríamos tener en varias provincias una nueva ola de calor y, a nivel país, sería la novena de la temporada 2022-2023«.

Para que se determine una ola de calor deben registrarse al menos tres días consecutivos con temperaturas máximas y mínimas superiores a los valores umbrales de cada localidad.

«Esta es la primera vez que hay tantas olas de calor. Cuando mirás los datos para atrás no suele haber más de 4 o 5 olas de calor por verano. Y este año ya duplicamos la cantidad», remarcó Fernández.

Sobre las posibles causas de esta recurrencia histórica, indicó que «está demostrado que el calentamiento global provoca mayor cantidad de olas de calor y que estas sean más frecuentes, intensas y extensas«.

«Es esperable que a medida que el cambio climático se intensifique, verano a verano tengamos más cantidad de olas de calor», detalló.

Si bien es necesario realizar estudios de atribución para confirmar el papel del cambio climático en el desarrollo de cada evento de ola de calor en particular, la especialista indicó que la influencia es «muy posible, son dos cosas que van de la mano».

Además, señaló que los resultados de los estudios de la primera ola de calor del verano que transcurrió entre noviembre y diciembre revelaron que el cambio climático hizo que el calor extremo sea 60 veces más probable.

Respecto al nuevo período de calor agobiante que está afectando al país, Fernández aseguró que «llama la atención que las temperaturas serán muy parejas en todas las provincias. En general, las máximas estarán en torno a los 36, 37 grados y no van a ser muy intensas, en el sentido de que no se esperan marcas de 40 grados».

Sobre este punto, advirtió que igualmente serán «muchos días seguidos con temperaturas arriba de 35 grados. Van a ser marcas muy altas considerando que ya mañana estamos en marzo; es calor intenso para esta época».

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Economía popular

Un informe advierte que la pérdida de poder adquisitivo ya es la más fuerte desde la crisis del 2001

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El poder adquisitivo de las familias cayó este año a niveles récords, que no se veían desde el 2001. El salario mínimo perdió 1,3% en octubre, y entre noviembre 2023 y octubre acumula una pérdida de 28%, según un informe elaborado por el Instituto Interdisciplinario de Economía Política de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. Se trata de la caída de ingresos más fuerte desde la crisis del 2001.

La fuerte caída se explica por el aumento de la inflación, con el pico de 25,5% de diciembre tras la devaluación, y del alza de las tarifas.

El reporte "Panorama del empleo asalariado formal y de las remuneraciones" muestra que la merma del salario se inició en diciembre de 2023, cuando se contrajo 15% de la mano de la aceleración inflacionaria y se profundizó aún más en enero con una caída del 17%. Esta tendencia se interrumpió momentáneamente en los meses siguientes, período durante el cual el incremento nominal acompañó la inflación, por lo cual no se observaron reducciones adicionales.

En junio se produjo una nueva caída (-4,4%), seguida por cierta recuperación en julio (4,3%) y por reducciones consecutivas en los tres meses siguientes. La tendencia decreciente de los años previos, adicionalmente a la fuerte contracción de estos meses, posicionó el salario mínimo en un valor inferior al registrado en 2001, previo a la crisis de la convertibilidad.

Asimismo, según reprodujo NA, esto implica una erosión de casi el 60% frente al valor máximo de la serie, en septiembre de 2011.

El salario promedio de los trabajadores formales relevado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) también registró una fuerte contracción entre noviembre y diciembre del año pasado.

Aunque, con la desaceleración de la inflación, sumado a las negociaciones salariales en el marco de los acuerdos paritarios, permitieron, primero, evitar que la caída del poder de compra de los haberes continúe y, luego, que comience un proceso de recuperación.

En agosto, este índice registró un aumento de 0,8%, y de 0,3% en septiembre.

A pesar de ello, a septiembre de 2024 (último dato disponible) el poder de compra de los salarios promedio continuaba siendo inferior en 1,5% al valor de noviembre. Sin embargo, el porcentaje de aumento se atenuó marcadamente desde agosto.

El panorama de agosto y septiembre resulta más crítico cuando se analizan las cifras de remuneración promedio de los asalariados registrados del sector privado proveniente del SIPA.

Luego de crecer en términos reales en el mes de junio (+4%) y julio (+2,8%), en agosto experimentó una caída de 2,5% y en septiembre, los datos preliminares difundidos por la Secretaría de Trabajo dan cuenta de una nueva caída, del 1%.

Esto implica una pérdida de poder adquisitivo de 3% abajo del registro de noviembre de 2023. A su vez, acumulaba una caída del orden de 20% respecto del máximo de la serie registrado en mayo de 2013.

Fuente: Ahora

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