El mosquito Aedes aegypti, vector de enfermedades como el dengue, no da descanso en ningún momento del año. Pero es en esta época estival en la que se incrementa la circulación. Es que este pequeño insecto –mide unos 7 milímetros-, prefiere el calor, la humedad y las lluvias para poder reproducirse.
La presencia de estos mosquitos es una condición para que algunas enfermedades se presenten en una población, por lo tanto, es fundamental evitar su reproducción cortando el problema de raíz: eliminando todo recipiente en desuso que pueda acumular agua.
A pesar de las recomendaciones de prevención, y de que en los últimos dos años hubo baja incidencia de la enfermedad, los casos siguen apareciendo, sobre todo en países endémicos como Paraguay o Brasil, teniendo en cuenta que en agosto de 2019, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ya había alertado de un nuevo ciclo epidemiológico de dengue en la Región de las Américas. La última mayor epidemia había sido en 2015, sin superar a la actual. En un contraste anual, a esta misma altura del año, en la provincia no hubo casos confirmados de dengue.
En Entre Ríos, se confirmaron hasta el momento 12 casos importados en personas de Gualeguaychú (cinco); Diamante (tres); Paraná (dos); y Concordia (dos), según los datos suministrados por el Departamento de Vigilancia dependiente de la Dirección de Epidemiología de la cartera sanitaria.
Ninguno de los pacientes, de edades entre 12 y 67 años, requirió internación, y fueron atendidos tanto en establecimientos públicos como privados.
En tanto, en el país, cada provincia ha dado a conocer los reportes de varios casos en distintas jurisdicciones, sobre todo en el Litoral. La más afectada es Misiones, con 35 casos confirmados. A su vez, en el centro y sur de América, se presentaron unos 3 millones hasta el momento.
Prevención
En este contexto de alerta, el Ministerio de Salud de Entre Ríos, activó ya con la confirmación del primer caso, un protocolo de actuación para dar respuesta a la población y difundir la importancia de colaborar en la descacharrización –eliminación de objetos que puedan acumular agua- entre otras tareas como la fumigación a cargo de cada municipio.
Es fundamental aplicarse repelente en las primeras horas de la mañana y al atardecer, ya que es cuando el mosquito pica con más frecuencia.
Asimismo, para evitar la proliferación de mosquitos transmisores de dengue se sugiere, en primer lugar, colocar mosquiteros en puertas y ventanas; utilizar arena húmeda en floreros y plantas acuáticas; tirar los objetos que puedan acumular agua y cambiar el bebedero de animales al menos una vez por día. Además, es necesario impedir la formación de charcos; y mantener los patios limpios y desmalezados.
Cabe señalar que el dengue es una enfermedad viral transmitida por el mosquito Aedes aegypti, cuyos síntomas aparecen, aproximadamente, tres días después de la picadura y son: fiebre alta, mareos, vómitos, dolor de cabeza, y de articulaciones y huesos. Además, el paciente puede presentar manchas rojas en la piel, cansancio sin razones aparentes y sangrado de nariz y encías. Ante la aparición de cualquiera de ellos se debe acudir a un centro de salud y seguir el tratamiento indicado por el médico.