El insólito parche que utilizó el personal municipal para disimular la rotura producto del arreglo de un caño fastidió a los vecinos de la cuadra, que reclaman el arreglo desde hace más de veinte días. Asimismo, la vereda que fue rota durante el procedimiento de refacción del caño quedó -hasta el momento- en estado de abandono.

La foto habla por sí sola. En calle Gdor. Sola casi 9 de Julio, luego de la reparación realizada al caño hace poco menos de un mes y que dejó la vereda en pésimas condiciones, desde otra dependencia municipal llegaron al lugar para colocar un enorme tacho color naranja, de los que tienen por costumbre utilizar en el área de tránsito cuando las reparaciones en las calles demoran en concretarse.

¿Laxitud o falta de recursos?

Dando por descontado que las intenciones de los empleados municipales son las mejores, el problema apunta a la escasez de recursos con que cuenta la mayoría de las áreas que se encargan del mantenimiento diario de la ciudad, y que permitirían acortar los tiempos del proceso de arreglo, para brindar una solución integral y eficaz del problema.

Tachos, tachos y más tachos

La colocación de tachos en diferentes lugares de la ciudad ya no es una moda pasajera, sino que perdura en el tiempo como un stato quo al que la mirada se acostumbró. El caso más paradigmático de este tipo de precariedades se vio en la esquina de Pte. Perón y Prof. Sánchez, donde el tacho colocado para taponar el hundimiento de una boca calle fue colisionado en al menos tres oportunidades.