El problema no es nuevo. Hace tiempo varios vecinos del cuarto cuartel, más precisamente ubicados en inmediaciones de Bartoloni y 33 Orientales vienen denunciando la constante contaminación que produce un horno de ladrillos emplazado en el lugar.

A pesar de sus reclamos nadie los escucha

Alarmados por las inmensas columnas de humo y por lo poco respirable que se torna el ambiente en donde viven, reclaman la urgente intervención de la municipalidad para controlar lo que ellos denominan como el "irregular funcionamiento del horno".

Una vecina que vive a muy pocos metros nos comenta: "Vivimos así desde hace varios años, nadie nunca hizo nada para ayudarnos, no damos más. Por favor que alguien nos ayude…".

A pesar de haber concurrido e intentar dialogar con el dueño del emprendimiento ladrillero, no han podido arribar a ningún tipo de acuerdo estando por estos momentos la relación entre vecinos y ladrillero totalmente interrumpida debido a las insistentes quejas planteadas por habitantes de la zona.

Imagen ilustrativa

Carla, una chica joven que tiene dos pequeños nos relató que sus hijos al igual que varios chicos del lugar a menudo se encuentran con mucha tos  y picazón en la garganta.

"La situación es cada vez peor", comentó también Javier, un hombre mayor que desde hace tres años reside en la zona y soporta el constante malestar que provoca el humo.

Debate

A pesar de que los vecinos no son escuchados, es inevitable pensar que esta problemática abre un importante debate sobre la correcta ubicación de este tipo de hornos ladrilleros. Si bien la contaminación del medio ambiente es una problemática que requiere ser atendida, la salud de muchos victorienses se encuentra en juego y ante este panorama queda en evidencia que será necesaria una urgente intervención por parte de las autoridades, sólo quedando por delante un gran interrogante, ¿quién ayuda al cuarto cuartel?.