El estado general de uno de los paisajes que por excelencia tiene nuestra ciudad preocupa y mucho. La cruda realidad confronta con el objetivo municipal de promocionar una ciudad turísticamente atractiva, debido a la evidente falta de limpieza y prolijidad.

Basural improvisado. La gente no colabora y arroja sus desechos a la vera del río.

En contraposición con el principio elemental de cualquiera de los destinos turísticos del mundo entero, en las Siete Colinas el cuidado de este lugar de encuentro parece no importar y se ha dejado olvidado un espacio natural que todos los visitantes y vecinos de la ciudad debieran disfrutar a pleno y en las condiciones socio ambientales correctas.

Las imágenes hablan por sí solas

Las fotos fueron tomadas cuando sólo restan 48 horas para recibir el 2017, convirtiéndose en una postal infortunada, que no deja de ser preocupante dada la cantidad de turistas que recibe la ciudad en una fecha tan importante como es el último día del año.

Falta mantenimiento. Con la temporada turística en marcha la costanera no está presentable.

Por otro lado, resulta paradójico que la municipalidad exija un aumento de la tasa impositiva al casino en concepto de salubridad e higiene-independientemente de que la misma corresponda o no-, ya que el verde paisaje urbano en el que se encuentra emplazada la casa de juegos -uno de los pilares turísticos de Victoria-, está totalmente desmejorado y cuyo mantenimiento como espacio público recae exclusivamente sobre el municipio.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.