El precio en surtidor de las naftas y el diésel tendrá un ajuste en las próximas horas a partir de un incremento del 50% del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono, y también a la suba del precio regulado de los biocombustibles aplicados en corte de la nafta (bioetanol) y el diésel (biodiésel).

Según las estimaciones del mercado el aumento en los precios en estaciones de servicio debería haberse aplicado desde las cero de este viernes, cuando entraron en vigencia los incrementos de impuestos, lo que generó importantes colas de automovilistas en las últimas horas buscando «ganarle» al aumento.

Pese a ello, los surtidores todavía marcan los precios sin aumento. El portal especializado Surtidores.com destaca que «todo parece indicar que las subas se producirán luego del discurso que dará esta noche el presidente Javier Milei en el Congreso».

Lo cierto es más tarde o más temprano los automovilistas tendrán que asumir un nuevo incremento en el precio de las naftas y el gasoil, que fuentes del mercado estiman que tendrá un piso del 7% pero podría ser más que eso.

De acuerdo al portal especializado en noticias energéticas Econojournal, «el traslado a surtidor del incremento de la carga impositiva que grava la venta de combustibles explicará una suba en el precio final de las naftas de alrededor de 4%, pero el aumento que aplicarán YPF y el resto de las petroleras será más alto». El nuevo valor sumar además otras variables como el alza del precio regulado de los biocombustibles, que se mezclan con los derivados del petróleo y la depreciación del tipo de cambio registrada durante febrero.

Bajo estas condiciones, «la suba tendrá un piso del 6% o 7% y podría acercarse al 10%, en caso de que las refinadoras quieran incrementar también el precio del crudo que le pagan a los productores, para que acercarse un poco más al export parity (precio de paridad de exportación), tal como pretende el gobierno de Javier Milei», indicó Econojournal.

Para el Gobierno es clave el concepto de export parity, no sólo para el mercado de combustibles, sino para la economía en general. En su visión es un argumento de peso para que las empresas tengan una «retribución» en el mercado interno semejante a la que tienen por exportar, lo que impulsaría las inversiones».

Según la Resolución General 4257 de la AFIP publicada hoy en el Boletín Oficial, el Impuesto a los Combustibles Líquidos tendrá un valor de $92,141 por litro, tanto para la nafta súper (hasta 92 RON) como para la premiun, por encima de ese límite, mientras que para el gasoil será de $56,825 y para el diésel premium llega a $117,437 por litro.

Fuente: Mdzol