En el último mes, las ventas de productos de la canasta básica retrocedieron 5,4% en unidades, pero por segundo mes se desaceleró la baja, contra 7,7% de mayo y 6,4% de junio. La desaceleración es acompañada por leve freno en los precios.
El segundo semestre se sigue haciendo esperar en las góndolas. En julio, las ventas de productos de la canasta básica sufrieron la sexta baja del año, y de esta manera acumularon en lo que va de 2016 un retroceso del 3,9% en unidades. Dentro de un panorama preocupante, la señal positiva es que julio es el segundo mes consecutivo con una desaceleración en el ritmo de caída de la demanda. Las ventas habían tocado un piso en mayo, cuando se derrumbaron un 7,7%, en junio la baja fue algo menor (-6,4%) y esta tendencia relativamente positiva se acentuó en julio, que cerró con un descenso de "apenas" un 5,4% en volumen.
Esta evolución, con un segundo trimestre que es el más duro del año, no es nueva y a grandes rasgos se viene repitiendo desde 2013 como producto del impacto de la inflación en los salarios y la recomposición -aunque sea parcial- del poder de compra que se registra a partir de junio y julio, cuando entran en vigor las nuevas paritarias.
En todos los casos las ventas corresponden al relevamiento que realiza la consultora Scentia sobre la base de los datos aportados por las cadenas de supermercados, autoservicios chinos, mayoristas y el llamado canal tradicional (almacenes, quioscos y pequeños autoservicios). "Transcurrido el 60% del año tenemos una disminución del 3,9% en las compras, y para que el mercado termine el año estable, es decir, con un crecimiento del 0% frente a 2015, deberíamos crecer en lo que resta del año un 5,4%", advirtió José Amodei, director de Scentia.
Dentro de un contexto generalizado de estancamiento del consumo, en julio la única categoría que mostró números positivos fue la de alimentación, que cerró el mes con una leve suba del 0,2% en volumen. "Alimentos es la canasta más inelástica, pero frente a los primeros siete meses de 2016 queda un retroceso del 1,3%", precisó Amodei.
En el resto de los rubros, desde los congelados hasta las bebidas, pasando por lácteos, perecederos e higiene y cosmética, los números son mucho peores y en todos los casos cerraron julio con menores volúmenes que doce meses atrás. Por lejos, la peor performance corresponde a la categoría de limpieza de ropa y el hogar, que sufrió una caída del 16,1% en unidades, aunque en el acumulado del año la tabla del descenso es liderada por las bebidas alcohólicas, con una baja del 7,7 por ciento.