El aviso de un "megaterremoto" da cuenta de la posibilidad de un movimiento sísmico mayor a lo habitual, que en este caso podría abarcar una amplia franja del centro y oeste de ese país. Según se mencionó, se espera que la advertencia esté vigente durante una semana.
¿Qué distingue a este posible terremoto de un sismo habitual? El geólogo y profesor emérito de la Universidad Nacional de Buenos Aires, Víctor Ramos, explicó a MDZ que al hablar de un "megaterremoto" hay que remitirse a lo que ocurrió en la ciudad de Valdivia, en el año 1960, que obligó a cambiar la magnitud máxima de la escala de Richter.
Ocurrió el 22 de mayo de ese año. Se trató de un sismo con epicentro en la ciudad chilena de Valdivia y alcanzó la intensidad de 9,5, la más alta registrada hasta el momento. "A partir de esa fecha, hubo que agregar tres escalas más altas a la medición porque jamás se había registrado un terremoto de esa magnitud. Por eso, son llamados 'megaterremotos' a aquellos que son de gran intensidad y que en la escala de Richter, son del orden de los 8 o más", aclaró Ramos.
Asimismo, aclaró que en general son terremotos que no se limitan a repercutir dentro de la corteza o dentro del continente, sino que "se producen entre la placa oceánica y la placa continental por una intensa fricción entre ambas".
"Se registran realmente cada 100 años, no son habituales o de todos los días", sostuvo el profesor emérito de la UBA.
Probabilidades de un "megaterremoto"
Respecto al fenómeno telúrico registrado en Japón, el geólogo explicó que la información que hasta ahora se tiene del Smithsonian Institute, que es el que registra todos los terremotos de escala mundial, el sismo ocurrido en el país nipón fue de 7.1 y tuvo una profundidad recalculada de 8 kilómetros.
"Hasta ahora no parece ser una réplica, que sea premonitorio o antecesor de un 'megaterremoto' como para que se haya emitido esa alerta. Sin embargo, normalmente los estudios indican que, si en un segmento de la costa japonesa en los últimos 100 años no ha tenido sismos, significa que se ha acumulado una cierta cantidad de energía que puede ser liberada en cualquier momento. Puede ser a través de uno, dos o tres terremotos de 7.1 como este que ocurrió o por un gran terremoto de intensidad 8 o mayor", explicó Ramos.
Sin embargo, sostuvo que es necesario ir evaluando si se desarrollan otros sismos porque "normalmente hay toda una serie de eventos premonitorios que indican si está en aumento la tensión de las placas. Este terremoto de 7.1 fue grande, pero no es un 'megaterremoto'. Si sigue acumulando energía y se producen réplicas, podría haber indicadores de que esa energía podría descargarse en otro terremoto mayor", advirtió.
En el caso específico del alerta de Japón, desde la Agencia Meteorológica de Japón se explicó que las zonas occidental y central de ese país han tenido grandes sismos cada 100 a 150 años. En ese sentido recordaron que la última catástrofe de este tipo se produjo hace más de 70 años, lo cual le daría más certeza a los pronosticadores de que un fenómeno como el descripto estaría cerca de repetirse.
Es por eso que el aviso señala que la magnitud del sismo para el cual buscar preparar a la población puede llegar a alcanzar los 9 puntos y afectar a localidades cercanas a Tokio. Además, se le dio un carácter apocalíptico en cuanto a que podría provocar un tsunami con olas de más de 30 metros, con una proyección de cientos de miles de muertes y económicas billonarias.
Terremotos históricos y su gravedad
En diálogo con MDZ, Ramos recordó que no solo la magnitud de un sismo se refleja en la gravedad que el mismo tenga como para ser catastrófico o apocalíptico, como lo definieron algunas agencias de noticias internacionales.
"Desde el punto de vista físico, los terremotos se clasifican por su intensidad y por la zona de ruptura asociada. Por ejemplo, el terremoto de Valdivia, fue un terremoto que tuvo una longitud de fractura a largo de la costa superior a los 1.000 kilómetros. ¿Qué significa eso? Fue tan grande que mil kilómetros de costa se rompieron. Pero cuando uno mira la cantidad de víctimas que dejó, no son muchas porque era una zona deshabitada", recordó el geólogo.
"Si uno mira, por ejemplo, los terremotos que están ocurriendo en Turquía, en la falda de Anatolia, en un terremoto han muerto miles de personas. Como catástrofe, es mucho más importante ese fenómeno. Pero en intensidad, no es fue tan importante. Del mismo modo, si comparamos el terremoto chileno de Concepción en el año 2010 con el que ocurrió en Puerto Príncipe (Haití) en el mismo año, la cantidad de muertos fue mucho mayor en este último", señaló el geólogo y profesor emérito.
Fuente: Mdzol