El precio internacional de la oleaginosa perdió otro 1,5% y quedó en valores que no tenía desde octubre de 2008. En nueve meses, bajó casi 100 dólares por tonelada. El petróleo cayó 7% y la moneda brasileña se depreció a 3,688 por dólar.
Se trata del valor de cierre más bajo desde fines de octubre de 2008 y pone mayor preocupación hacia futuro en la Argentina, tanto por el ingreso de agrodólares como por la rentabilidad de los productores de cara a la próxima campaña sojera, que comienza a plantarse el mes que viene.
Desde la primera rueda del año, en tanto, la retracción acumula 97 dólares por tonelada, o casi 24%.
Los números para la próxima campaña ya estaban muy ajustados cuando la soja cotizaba en u$s 370 la tonelada, y la dirigencia rural había denunciado que la falta de rentabilidad es consecuencia de la suba de insumos en dólares, la inflación y la gran presión impositiva, entre las retenciones y los gravámenes tanto nacionales como provinciales y municipales. Y aunque todavía las entidades que relevan los movimientos precosecha no difundieron sus estimaciones de cara a la próxima siembra de soja, la perspectiva no es alentadora. La mayoría de consultores, entidades y operadores granarios alertan que la compra adelantada de insumos para la cosecha gruesa cayó arriba del 20% promedio respecto del ciclo anterior. Por eso, consideran que habrá una baja en la intención de siembra para la soja 2015/16 si la situación actual no se revierte de manera urgente.
En ese contexto, por el lado de los precios internacionales parece difícil avizorar un alza en el mediano plazo. Los commodities agrícolas están inmersos en semanas de fuerte volatilidad.
La cosecha sojera norteamericana está a punto de arrancar y, aunque el mercado cree que el Departamento de Agricultura estadounidense (Usda) recortará en alguna medida sus previsiones de área sembrada, rinde y producción en su informe mensual del próximo miércoles, se prevé que la producción ronde los 106 millones de toneladas.
A eso se suma que Brasil planea sembrar 3% más de soja que el año pasado, por lo que su producción podría acercarse a las 100 millones de toneladas. Y con Argentina aportando entre 58 millones y 60 millones de toneladas más, la oferta de soja 2015/16 más que satisfaría la demanda, por lo que los precios pueden seguir para abajo.
Ese panorama productivo teórico se produce en momentos en que el mercado está inmerso en preocupaciones por la economía china, el principal comprador de commodities del mundo. Según analistas, China está dando señales de que puede reducir de manera drástica sus importaciones de soja estadounidense, en una mezcla de un enfriamiento en su demanda y la oportunidad de comprar la oleaginosa sin procesar en Brasil, mucho más competitiva tras la fuerte devaluación del real.
En la retracción de la soja de ayer en Chicago también pesó fuerte el derrumbe del petróleo, de casi 9% tanto para el WTI como para el Brent.
Las nuevas bajas en Chicago volvió a deprimir los negocios locales. La demanda redujo su disposición a pagar, por lo que no hubo operaciones significativas. El contrato septiembre en el MATBA terminó a u$s 230 la tonelada.
De acuerdo con datos del Ministerio de Agricultura, al 19 de agosto pasado, la exportación y la industria llevaban acumuladas 39 millones de toneladas de soja.
Lo vendido hasta esa fecha representa 63,5% de la cosecha estimada por Agricultura en 61,4 millones de toneladas. El año pasado, para la misma fecha, se habían vendido 30,9 millones de toneladas de soja, 57,6% de la cosecha estimada.
Sobre la base de esa información, el analista de granos José Frogone estimó que para fin de agosto, las compras de industria y exportación acumularían 40 millones de toneladas, con lo que el stock al 1 de septiembre alcanzaría los 21,4 millones de toneladas.