Connect with us

Agro

La siembra 2016/17 cubrió casi 9% más que en los últimos cinco ciclos

Published

on

La superficie sembrada alcanzó las 37 millones de hectáreas.

Así lo indicó la entidad rural Coninagro en el primer informe técnico realizado por su área de Economía, en el que se concentró en la agricultura.

El trabajo da cuenta que esa superficie fue destinada principalmente a la soja, con 52,7% de participación; el maíz (20,1%) y el trigo (17,2%), seguidos por el sorgo, el girasol y la cebada.

Sobre la nueva campaña agrícola, que ya comenzó con la siembra de los cultivos de fina, Coninagro estimó que el área destinada al trigo quedará en 6 millones de hectáreas, lo que implica una reducción de 5,7% contra la campaña anterior.
Los problemas climáticos, con campos inundados y otros con excesos que complican la siembra de invierno, se constituyen en los factores fundamentales para esa merma, de acuerdo con distintos analistas.

Coninagro remarcó que en el ciclo 2016/17, la producción de trigo creció 16% en rendimiento, al pasar de 2800 a 3300 kilos por hectárea; la «calidad panadera fue media, pero aceptable para la industria, con porcentajes promedios de proteína 10,1% y de gluten 24,6%». La cebada y girasol tuvieron rendimientos estables, con alzas de 3% y 5% respectivamente contra el ciclo anterior.

El trabajo de la entidad cooperativista indica que de los cultivos que se encuentran en plena cosecha, el sorgo bajaría 15% el rendimiento, al pasar de 4500 a 3800 kilos por hectárea.

El maíz, por su parte, incrementaría 41% su rinde, desde 6800 a 9500 kilos por hectárea, y la soja pasaría de 2800 a 3100 kilos por hectárea, un alza de 13% interanual.
En cuanto a los precios, Coninagro indicó que los valores del trigo, maíz, girasol y soja subieron 45% de 2015 al año pasado, y se redujeron 11% de 2016 a este año.

«En comparación con el año pasado, los precios de los cereales y oleaginosas disminuyeron un 11% en dólares», añadieron los especialistas.

Por otra parte, la distribución promedio de los costos en los cultivos agrícolas para mayo pasado fue de 18% para las labores (siembra, fertilización y pulverización); 32% para los insumos (fertilizantes, fitosanitarios, semillas, etc.); 17% en cosecha y 32% gastos comerciales (fletes, limpieza, secado, entre otros).

El mayor costo para los cereales (trigo y maíz), en tanto, son los insumos (30% a 40%) y para las oleaginosas (girasol y soja) es la comercialización (32% a 36%).

Por su parte, el rinde de indiferencia para zona núcleo en soja, es decir el promedio necesario para cubrir los costos, en un campo propio, en mayo último, se estima de 2,2 toneladas por hectárea, mientras en un campo arrendado se necesitarían 3,4 toneladas por hectárea.

Fuente: Agrositio
http://www.sebastiangrimaldi.com.ar
Advertisement
Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Agro

Informan que el campo entrerriano deberá producir más del promedio para cubrir costos

Los rendimientos históricos promedio de los principales cultivos implantados en Entre Ríos durante la campaña agrícola 2024/25 no alcanzarían para lograr un rendimiento de indiferencia (cantidad de producción necesaria para cubrir los gastos) que cubra los costos de arrendamiento, situación en la que se encontrará cerca del 70% de los productores, detalló la Bolsa de Cereales provincial.

Published

on

El análisis surge de un estudio que realizó la entidad bursátil junto a la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), sobre la composición de las erogaciones necesarias para la producción, así como su relación con los ingresos y los rendimientos de indiferencia en cada caso. Para ello tuvieron en cuenta la estructura de costos de cada cultivo, los rindes históricos y los precios pizarra del 26 de diciembre pasado.

Producir más del promedio

El principal costo para el productor son los insumos (semillas, agroquímicos, fertilizantes) que se lleva entre el 37% y el 46% del dinero necesario para producir, seguido por el arrendamiento (entre un 16 y 28 por ciento), condición en la que se encuentra cerca del 70% de la producción entrerriana y que varía dependiendo la estrategia de rotación empleada en la producción; y los gastos de comercialización (del 15% al 20%), entre otros costos.

Los rendimientos históricos varían según el grano: 2.380 kilogramos por hectárea es el de la soja de primera, 1.980 el de soja de segunda, el promedio del trigo se ubica en 2.840 kilos, y el del maíz en 5.930 kilogramos por hectárea. Para esta temporada, únicamente el maíz lograría una rentabilidad positiva del 8%, mientras que el resto tendrá que superar los rendimientos promedios registrados para cubrir los costos.

Los productores que implantaron soja de primera deberán generar una producción del 117% comparando a los registros históricos, o del 109% si optaron por sembrar soja de segunda o trigo. En tanto, quienes hayan sembrado soja de segunda + trigo tendrán que lograr un rendimiento un 18% superior al promedio, y si el doble cultivo fue maíz y trigo, un 3% mayor bastará para cubrir los costos.

En el caso del trigo, el rendimiento histórico sólo lograría solventar el 88% de los costos para la producción en campo propio y el 76% si incluimos el pago de arrendamiento. Incluso enfrentan dos problemas acuciantes: los registros para esta temporada auguran un rendimiento un 13% por debajo de las perspectivas históricas, y los precios internacionales continúan con una tendencia a la baja.

Los rendimientos necesarios

Si el productor cuenta con campo propio, deberá producir 1.920 kilogramos por hectárea de soja de primera para cubrir los costos, 1.630 de soja de segunda, 3.100 de trigo o 4.080 kilos por hectárea de maíz para superar los gastos realizados.

En tanto, si debe alquilar el campo, los rendimientos necesarios para lograr una diferencia positiva aumentan considerablemente: llegan a los 2.880 kilos por hectárea para la soja de primera, suben a 2.210 kilogramos si fue soja de segunda lo que se sembró, incrementa a 3.660 para los casos en los que se produce trigo, y a 5.340 kilogramos por hectárea para los campos implantados con maíz.

Fuente: Bolsa de Cereales – UNO Entre Ríos

Continue Reading
Advertisement
Advertisement
Advertisement
Advertisement
Advertisement

Más leído