Connect with us

Indec

La inflación de junio llegó con una leve alza, y ya suma 79,8% en 2024

Junto con el inflación del 4,6%, se anunció cuánto dinero necesita una familia para no ser pobre. La línea de indigencia quedó en $393.319.

Published

on

Al mismo tiempo que se publicó el dato de inflación correspondiente a junio, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) anunció que una familia de cuatro integrantes necesita de $873.169 para no ser pobre. Este valor de la canasta básica es un 2,6% más alto que en el mes anterior, un impacto inflacionario que golpea directamente a los sectores más postergados de la población.

La Canasta Básica Alimentaria (CBA) para una familia de cuatro integrantes, que indica el índica la línea de indigencia, alcanzó la suma de $393.319 en junio, lo que significa que el costo de vida aumentó un 1,6% para los más pobres. En concepto interanual, la canasta básica que mide la línea de indigencia aumentó un 277,4% y se mantiene la expectativa de una recuperación del salario que comienza a volverse urgente.

Por su parte, la Canasta Básica Total (CBT), que alcanzó los $873.169 para una familia de cuatro integrantes, alcanzó la suma de $695.144 para una familia de tres integrantes y de $918.381 para una familia de cinco personas. En el caso de la CBA, para tres integrantes la suma llegó a ser de $313.128 y para una familia de cinco es de $413.685.

Al mismo tiempo, cabe señalar que la CBA y la CBT para un adulto equivalente (varón de entre 30 y 60 años) alcanzó los $127.288 y $282.579 respectivamente. Este valor puede emparejarse directamente con el valor de un salario mínimo, el cual es de $234.315,12 y no logra cubrir las necesidades mínimas para evitar la pobreza.

Fuente: Indec.

En lo que va del año, según el Indec, la CBA presentó un incremento acumulado del 63,4%, de los cuales 1,6 puntos porcentuales corresponden al último mes. En el caso de la CBT, que tuvo una variación de junio fue del 2,6%, en lo que va del 2024 alcanzó el 76,1%; interanual, el incremente de la CBA y la CBT es del 275,7%.

Fuente: Mdzol

Advertisement
Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Indec

Los números de la crisis: qué hay detrás del 52,9% de pobreza en la Argentina

El despilfarro y el ajuste fueron los ingredientes principales del cóctel ideal que llevó a más de la mitad de los argentinos a estar por debajo de la línea de la pobreza.

Published

on

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) publicó el informe de pobreza e indigencia del primer semestre de 2024, el primer dato oficial del Gobierno de Javier Milei. El informe de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) arrojó que un 52,9% de los argentinos son pobres y un 18,1% son indigentes, dato que muestra una foto estadística que forma parte de una película de terror.

La película no comenzó con este Gobierno, sino que las políticas de Javier Milei terminaron por develar la dependencia animal de gran parte de la población del Estado, elevando el número a las cifras actuales. Esa dependencia, pregonada como salvación de la humanidad, no era más que mantener a millones de argentinos como crías de un Estado que empobreció a la población de forma encubierta con la asistencia descontrolada.

El ajuste, además de revelar esta realidad, tiene su contrapunto en la mecánica mercantilista del actual Gobierno que dejó de lado a gran parte de la sociedad. Entre la inflación generada como política económica de Alberto Fernández y el fatal ajuste realizado por la administración de Javier Milei, los resultados son los publicados por la EPH, siendo más grave el de indigencia, que se acercó al techo del 20%.

Este dato es el más visible de los que se pueden observar en la vida diaria, con un fuerte incremento de personas en situación de calle, quienes no solo son aquellos que viven en la calle, sino también los que viven de la calle. Esto incluye a los vendedores ambulantes o que se las rebuscan diariamente ubicándose ya bajo la línea de indigencia.

Cabe señalar que, igualmente, los distintos observatorios privados, como el de la Universidad Torcuato di Tella (49.3%) o la Universidad Católica Argentina (52%), informaron un leve retroceso de la pobreza durante agosto. Ante esto, debe recordarse que el informe del Indec responde al primer semestre de 2024, un período que, para el Gobierno, fue una especie de «hora de pagar las cuentas» por el despilfarro previo.

La pobreza ya no solo afecta al centro de las grandes ciudades, sino que también golpea en zonas barriales. Foto: Santiago Tagua/MDZ.

Esta leve caída de la pobreza que sigue al informe de Indec podría ser el alivio que necesita el Gobierno, aunque el consumo escaso sigue presente y el estancamiento económico no termina de resolverse. Con la mirada puesta en «la luz al final del túnel», parecen perderse muchos a la vera del camino hacia esa supuesta luz, punto que le reclaman desde distintos sectores que no son justamente opositores al Gobierno, como instituciones religiosas y fundaciones de asistencia.

El problema de la pobreza en Argentina

«Más desnutridos en el granero del mundo», rezaba la canción La argentindad al palo de la Bersuit Vergarabat publicada en 2004, después de décadas de crisis y una pobreza creciente en la Argentina, aunque no tenía allí su punto final, sino que volvería a estallar años después. Estas cifras históricas para el país marcan una realidad innegable en la que coinciden todos los actores del espectro político: resolverlo va a costar muchos años.

Mientras aparecen profetas de lo obvio que relatan que la pobreza es un problema para todos los argentinos que debe ser solucionado inmediatamente, otros marcan que la solución es imposible de forma inmediata. Esto se debe a los efectos negativos derivados de la pobreza, ya que no comer adecuadamente, no educarse, la falta de acceso a la salud, las condiciones mínimas de una vivienda digna y demás situaciones propias de la pobreza, generan efectos a largo plazo.

La pobreza alcanzó el 52,9% y la indigencia el 18,1%. Foto: EFE.

Esos efectos a largo plazo requieren soluciones que deben abordarse durante un largo tiempo, no de un momento a otro, y tal vez no alcancen a quienes ya fueron afectados por la pobreza, sino a aquellos que le sucedan. Esto se debe a que la pobreza material, que puede ser momentánea, en muchas ocasiones se prolonga en el tiempo, generando una pobreza estructural, como la que enfrenta desde hace décadas la Argentina.

Fuente: Mdzol – Gonzalo Barrera

Continue Reading
Advertisement
Advertisement
Advertisement
Advertisement
Advertisement

Más leído