Justicia
La Asociación de Juicios por Jurado cuestionó con severidad al STJ por haber revocado la condena a Christe
"En un fallo que causó consternación en la sociedad entrerriana", consigna el sitio web de la Asociación Argentina de Juicios por Jurado, la Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia revocó la sentencia de casación que había confirmado el veredicto condenatorio de Jorge Julián Christe, y ordenó realizar un nuevo juicio por jurados". Christe había sido declarado culpable de femicidio por un jurado unánime, tras haber arrojado de un octavo piso a su novia Julieta Riera. Se le impuso prisión perpetua. La Cámara de Casación de Paraná había confirmado la condena.
Con el voto de dos de los jueces de la sala penal (el juez Miguel Giorgio resolvió confirmar el veredicto), el STJ revocó la condena por supuestos vicios en el procedimiento.
En un caso en el que, según los medios locales, el jurado popular había logrado «terminar con el tiempo en el que «los hijos de» salían impunes», los jueces Mizawak y Carubia revirtieron la decisión ciudadana.
Lo hicieron en una sentencia que incluyó críticas a los defensores particulares del acusado y a los jueces de juicio y de casación, aunque el STJ se cuidó muy bien de remarcar que «el posible error no es imputable al jurado popular».
"La posibilidad de revisión de los veredictos condenatorios es, por supuesto, una garantía plenamente vigente en el sistema de juicio por jurados en todo el mundo", aclara el texto publicado por la A.A.J.J.
"Claro que -agrega-, como es sabido en todos los países con tradición juradista, la anulación de una decisión unánime del pueblo soberano es un acto de la más alta sensibilidad republicana, que no puede tomarse a la ligera. Esto exige de los jueces revisores un alto nivel de cautela, máxima rigurosidad técnica y una comprensión acabada del sistema".
"Escapa a estas columnas opinar sobre los alegados errores procedimentales que determinaron la decisión del STJ y que en nada tuvieron que ver con la intervención de los jurados, sino con el supuesto incumplimiento de reglas que hacen al desarrollo de un juicio oral con o sin jurados. Como sucede en todo fallo revisor, ese tipo de consideraciones son materia de opinión: todo juicio oral es imperfecto, y la evaluación de su gravedad es tan delicada como discutible. Así lo ha sostenido la querella", agrega la Asociación de Juicios por Jurados.
Explica que la base del fallo es un supuesto estado de indefensión en que quedó Christe a manos de sus abogados, el desacuerdo con las conclusiones del perito Brunner (Julieta fue golpeada y arrojada del balcón) y la crítica a la conducción del debate por parte del juez.
A renglón seguido, la publicación de la Asociación de Juicios por Jurado resalta "los dos más evidentes y graves errores técnicos en la fundamentación del fallo del STJ, en lo que hace específicamente al funcionamiento del sistema de jurados".
"El fallo -dice- critica las instrucciones del juez al jurado por haber expresado «en, al menos 8 oportunidades, la necesidad de llegar a un veredicto unánime, sin explicar claramente la posibilidad de declarar 'estancado' el juicio por inexistencia de unanimidad».
"Sin siquiera citar alguna autoridad, jurisprudencia o doctrina, dan por cierto que las instrucciones sobre la regla de la unanimidad prevista en la ley entrerriana, propia de los modelos de jurados más consolidados y respetuosos de una amplia deliberación, podría haber afectado al jurado y privarlo de la posibilidad de declararse estancado", cuestionan.
Y siguen con la crítica al STJ: "Esta afirmación, absolutamente hipotética y desconocedora del sistema de instrucciones, parece proponer como 'obligatoria' la instrucción sobre el estancamiento del jurado y, lo que es peor, incorpora su omisión como una causal de nulidad del juicio. Tal cosa es un verdadero despropósito. El jurado estancado no es una opción de veredicto en ninguna parte del mundo", enfatiza la AAJJ.
E insiste: "Seamos claros, todas las instrucciones dictadas en Entre Ríos, las provincias argentinas y demás países del orbe donde se respeta la sana regla de la unanimidad, deben explicarle al jurado que deben decidir su veredicto por unanimidad, sea para absolver o para condenar. Si el criterio del STJ fuese correcto, cientos de miles de juicios de Argentina, Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Puerto Rico y otros países juradistas deberían anularse. El juez no debe instruir sobre la posibilidad del estancamiento antes de que el jurado plantee alguna dificultad en la deliberación, tal como sucede y seguirá sucediendo allí donde las partes no hayan brindado la información suficiente durante el juicio. Y, si eso sucede, el juez tiene incluso el deber legal de «impartir una nueva instrucción al jurado para que vuelvan a deliberar y tratar las cuestiones controvertidas», sostiene la ONG.
"La unanimidad no es una imposición caprichosa del juez, sino que es una garantía constitucional integrante de la garantía del juicio por jurados. Es un reaseguro del sistema para potenciar la deliberación. Recientemente, la Corte Suprema de los Estados Unidos ratificó el estatus de garantía constitucional de la unanimidad y declaró inconstitucionales a los veredictos mayoritarios (fallo Ramos vs Louisiana). La regla de la unanimidad, según este célebre leading case, es un mandato constitucional que garantiza el derecho de las minorías a que su voz sea escuchada en la sala de deliberación", explica la Asociación.
"El jurado estancado -insiste- puede ser un resultado justo en casos excepcionales en donde los litigantes no hayan cumplido acabadamente su deber, pero de ningún modo puede entenderse como una «tercera vía» equivalente al veredicto de culpabilidad o unanimidad dictado por el acuerdo de los y las 12 personas que integran el jurado".
Las críticas de la Asociación no terminan allí: "De todos modos -añade-, hay algo que es más grave aún, y que posiblemente pueda extenderse a otros puntos de esta polémica sentencia: un mero desacuerdo del tribunal revisor con el juez de juicio no puede llevar a una anulación del veredicto unánime de un jurado popular. Existe en el mundo una tremenda deferencia por las decisiones unánimes de los ciudadanos".
La brillante jurisprudencia revisora de la Corte Suprema de Justicia de Mendoza -al igual que la de todas sus pares del common law- la ha traducido y llamado la Regla de la Deferencia:
«…tal como se expresó en el mencionado caso 'Tizza' (del voto del Dr. José Valerio), que hemos reafirmado en 'Acuña', 'Zuñiga' y 'Vildoza', en base a lo señalado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en 'Canales' y por la Corte IDH en 'V.R.P., V.P.C. y otros vs. Nicaragua'…, que el control de casación debe llevarse a cabo con una gran 'deferencia' por el rol de determinación de los hechos que efectúa el jurado".
Tal decisión 'merece su irrestricto respeto, desde que ella es consecuencia directa del ejercicio pleno de la soberanía que el pueblo se ha reservado constitucionalmente, y cuya efectivización se realza en un marco legalmente definido, esto es, en un juicio único y público, con control adversarial de las partes en la selección (deselección) en la audiencia de voir dire, como al ingreso de la prueba, con inmediación y ejercicio efectivo de la técnica del examen y contraexamen de los testigos y de la litigación de las instrucciones finales, y lo que significa la poderosa deliberación secreta de los doce miembros y veredicto unánime' (voto el Dr. Omar Palermo).
"Por ende, para revocar un veredicto unánime de un jurado (encima con un doble conforme confirmatorio de la Casación de Paraná), debe existir una clara fundamentación de cuál fue el impacto de ese supuesto error sobre el veredicto. Esa incidencia en la solución final debe ser clara, contundente, y tener alguna base fáctica. De lo contrario, los tribunales revisores tendrían vía libre para imponer con toda facilidad sus opiniones por una simple discrepancia con el veredicto unánime del pueblo soberano (y no por alguna seria afectación a una garantía que haga necesaria la revisión)", remarca.
La Asociación asegura que "esos intentos por avasallar la soberanía popular y recuperar las riendas de un poder que no le corresponde al Estado han sucedido a lo largo de la historia del juicio por jurados por diversos medios, y es nuestro deber advertirlo"
Luego, la entidad califica como "extraordinario" al voto del juez Miguel Giorgio en su disidencia, con cita del leading case del Tribunal de Casación bonaerense:
«Lo que está absolutamente vedado para el Tribunal revisor es sustituir el juicio del jurado por uno propio, porque ello importaría un avasallamiento indebido de parte de la Magistratura sobre la función popular asignada en la administración de Justicia. Solamente puede intervenir en la medida indicada y a los fines de garantizar el debido proceso legal que impone el art. 18 de la Constitución Nacional».
El análisis de la A.A.J.J. continúa:
"En la sentencia no se menciona ningún indicio de que el jurado haya sido «forzado» indebidamente a la unanimidad por culpa del juez.
Es simplemente un planteo contrafáctico, probablemente basado en ciertos prejuicios que desconocen la enorme capacidad ciudadana de debatir, deliberar y alcanzar consensos.
Es más, el juez del juicio en dieciocho oportunidades le explicó al jurado en sus instrucciones -criticadas por «sesgadas y carentes de objetividad»- que en caso de duda razonable debían declarar NO CULPABLE a Christe. Reiteramos: dieciocho veces, como es norma de todas las instrucciones del jurado del mundo.
Este grave error técnico del STJ entrerriano debe llamar nuestra atención, ya que su errónea lectura podría sentar un peligroso antecedente para los jueces encargados de elaborar las instrucciones al jurado.
Pero además, debemos insistir en la importancia de que los tribunales revisores eviten esta clase de errores argumentativos que corroen la legitimidad de decisiones que, por su alto nivel de sensibilidad democrática, deben contar con el más alto nivel técnico para evitar que aparezcan las suspicacias sobre estas revocaciones.
No basta con que las críticas a jueces «inferiores» y a abogados defensores sean airadas y rimbombantes.
Sería deseable que las grandilocuencias sean suplidas por argumentos sólidos, que evidencien un alto compromiso con el sistema de juzgamiento del art 118 de la Constitución Nacional, y en donde las revocaciones de las decisiones soberanas del Pueblo tras un juicio público y transparente (y este lo fue en su plenitud) aparezcan como una meditada y necesaria decisión en defensa de las garantías judiciales.
Ese es el sano deber de los tribunales revisores, cuya adecuada y fundada actuación es una de las patas fundamentales del buen devenir del sistema de juicio por jurados, tal como se demuestra en todas las provincias del país que han confiado en sus ciudadanos para administrar justicia".
Fuente: Asociación Argentina de Juicios por Jurado
Justicia
"Estamos convencidos de que Pavón es coautor del femicidio", dijo el abogado de la familia de Micaela García
Jorge Impini, abogado representante de la familia de Micaela aseguró que hay pruebas que demuestran que Pavón fue coautor del femicidio sucedido en abril de 2017 en Gualeguay.
Dentro del dolor por el femicidio de su hija, el 2024 cierra con un atisbo de esperanza para la familia de Micaela García, la joven de 21 años asesinada en abril de 2017 en la ciudad de Gualeguay. El reciente fallo de la Corte Suprema de Justicia que anuló una sentencia emitida por el Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos vinculada al condenado por encubrimiento Néstor Pavón les da expectativa de llevar a la cárcel a quien ellos creen que también participó del hecho junto al confeso criminal Sebastián Wagner, que en la actualidad purga prisión perpetua.
AHORA dialogó con el abogado querellante Jorge Rubén Impini, representante de la familia García, quien aseguró: "Estamos convencidos de que Pavón es coautor de los delitos por los que fue condenado Wagner. Los múltiples indicios acreditan que Pavón fue coautor. Incluso, la misma declaración de Wagner como coimputado, que tiene validez probatoria, acredita que estuvieron juntos y que ambos son responsables de la muerte de Micaela".
Micaela fue vista por última vez el 1° de abril de 2017, cuando salía de un local bailable de Gualeguay. Tras su desaparición, se inició una amplia búsqueda que tuvo repercusión nacional y durante la cual su familia y amigos realizaron varias marchas para reclamar por el esclarecimiento del caso. Su cuerpo fue hallado el 8 de ese mes en un descampado lindero a la ciudad de Gualeguay.
Las pruebas contra Pavón
Impini sostiene que hay elementos sobrados para demostrar que Pavón es coautor junto a Wagner porque esa noche salieron y estuvieron juntos hasta la madrugada. "Intentó llamar a través de Wagner a una chica para salir, pero era de mañana. Luego de eso, dijo 'yo me quedé en mi casa', pero los testigos que él mismo propuso dijeron 'no, acá no llegó nunca Pavón, porque es un barrio donde están muy cerca las casas'. Todo eso fue llevando a que nunca pudiera demostrar lo contrario. Reafirmaba la teoría de que nunca se bajó del auto. Y sumado a todo lo que ocurrió después, por ejemplo, hay un testimonio que hablaba de que Micaela se defendía en plural, diciendo 'no me peguen, no me maten'. Es decir, hablaba de dos personas Por la forma como fue literalmente secuestrada Micaela en un vehículo y llevada del centro hacia la chacra, no podía ser de ninguna manera una sola persona. A lo último, cuando ya descartan el cuerpo, hay un testigo que ve dos personas en el vehículo", relató minuciosamente el letrado.
Impini recuerda el voluminoso expediente de uno de los casos criminales más recordados del país con detalles, a pesar del paso de los años. El letrado sostiene que de la investigación surgió con certeza que Pavón hizo todo lo posible para enviarlo a Wagner a Buenos Aires para ocultarlo de la Justicia. Es más, dice que le pidió a los familiares del confeso criminal condenado como autor del femicidio el CBU para enviarle dinero y mantenerlo alejado. "Todas esas actitudes y declaraciones dan como conclusión de que él estaba demasiado interesado. Y lo que fue encubrimiento en un principio, según la Cámara de Casación Penal de Paraná, para nosotros fue autoencubrimiento. Todo lo que hizo, no lo hizo para salvar a Wagner, lo hizo para salvarse él enviándolo lejos. Todos esos elementos, que se llaman indicios en derecho, hacen que no sea una conclusión lógica y razonable. Y ese es el punto en el que estamos parados hoy".
Nuevo juicio y un largo camino
A esta nueva instancia de un nuevo juicio se llega tras un largo peregrinar judicial. Tras el femicidio en abril de 2017, el juicio se realizó a mediados de ese año y culminó el 16 de octubre de 2017. Ese día, el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguay, integrado por Roberto Cadenas , Darío Crespo y María Angélica Pivas, condenó a Wagner a prisión perpetua por los delitos de abuso sexual con acceso carnal en concurso ideal con homicidio agravado por ser con alevosía, criminis causa y violencia de género. A Pavón, en tanto, se lo sentenció a la pena de cinco años de prisión por encubrimiento agravado; ya que se consideró que sólo actuó como encubridor de Wagner, a quien ayudó a eludir a la Policía y fugarse a la provincia de Buenos Aires, donde finalmente fue capturado. Gabriel Ignacio Otero, el tercer implicado, fue absuelto de culpa y cargo.
Esa resolución fue apelada por la fiscalía y la querella para revisar el caso de Pavón ante la Cámara de Casación de Paraná. La alzada confirmó la perpetua de Wagner, pero anuló lo decidido respecto de Pavón, a quien ordenó someterlo a un nuevo juicio oral en tanto existían elementos para evaluar su posible participación en el crimen que convulsionó a la comunidad. Ante esto, su defensa interpuso un recurso que fue aceptado por el Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos. El Máximo Tribunal entrerriano declaró el 31 de julio de 2020 mal admitidos formalmente los recursos apelatorios de las partes acusadoras y, en esa línea, dejó sin efecto la orden de realizar un nuevo juicio contra el cómplice de Wagner.
Esa resolución generó nuevas presentaciones de la querella y la fiscalía, quienes eventualmente recurrieron a la Corte Suprema de la Nación por medio de un recurso directo o de queja. Allí, el máximo tribunal del país, con la firma de los jueces Horacio Rosatti, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti, resolvió revocar el último fallo por considerar que se había vulnerado el derecho de la víctima y de los acusadores del proceso.
"Pavón no podía ser un simple encubridor"
Impini sostuvo que, junto a la fiscalía, planteó a lo largo de todas las etapas que Pavón no podía ser simplemente un encubridor, sino que su autoencubrimiento lo llevaba a ser coautor junto a Wagner.
El abogado precisó que no hay pruebas nuevas, porque todo lo que se está analizando es en base al juicio, pero recordó la declaración de Wagner en el juicio donde culpó a Pavón. Esa declaración casi termina en una escena de pugilato.
"Wagner se para de su asiento donde estaba declarando y lo encaró a Pavón. De no haber mediado la intervención de los funcionarios que estaban custodiando, lo hubiese agredido, porque la teoría de él era que había participado", dijo. Y añadió: "Lo que pasa es que ese tipo de prueba también tienen que amenizarla, porque en principio vos le podés creer o no creer porque es parte interesada. Pero la forma en la que lo estaba diciendo y la forma en que lo encaró echándole en cara lo que había hecho fue como un elemento más. Contó que Pavón le pagó para que se fuera y que él había dicho que si lo encontraban en Buenos Aires, se suicidaba. Vos escuchás todo este relato y decís 'bueno, ¿en qué se beneficia Wagner?' Para qué echarle la culpa a Pavón, si él lo está reconociendo todo. Ese es otro punto más que, si bien no se puede evaluar como prueba, sirve".
Sobre el nuevo juicio, Impini precisó que no hay fecha estimativa. Tampoco aseguró que vaya a ser por jurado popular.
El profesional mencionó que el tema de la contradictoria deberá ser discutido, porque es casi inédito. "Los juicios anulados vuelven para atrás. Anular un fallo y hacer otro juicio no es nuevo. Pero en este caso sí hay elementos nuevos. En principio, por lo que yo pude hablar, aparentemente sería un juicio por jurados, porque estaría en aplicación la nueva ley. Igualmente si vuelve para atrás los jueces no volverían a intervenir, aunque fuera por el viejo sistema".
Impini dijo que, en caso de ser culpable, la pena que se debería imponer es la cadena perpetua: "Es homicidio calificado y sería coautor. O sea, no hay margen para que haya otro delito. Sí o sí, por eso también, tendría que ser por jurado el juicio con esta nueva ley".
En ese orden, el abogado sostuvo que en el nuevo debate hay que citar otra vez a los testigos y apelar a su memoria. Afirmó que desconoce si todos están vivos.
Fuente: Ahora
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