El dato fue registrado en la isla Seymour, donde la temperatura media en febrero es de dos grados bajo cero. En concreto, un equipo brasileño de científicos ha alertado de que se han alcanzado los 20,75 grados en la isla Seymour, según ha adelantado el diario The Guardian. Sucedió el pasado 9 de febrero, sólo dos días después de que se registrase la temperatura récord de 18,3 grados en el suelo continental antártico.

La Organización Meteorológica Mundial aún tiene que contrastar las mediciones, pero lo que se considera comprobado ya es que el continente helado se calienta a un ritmo superior al resto del planeta. Allí las temperaturas han subido ya 3 grados con respecto al nivel preindustrial.

«En toda la misión hemos encontrado temperaturas por encima de lo normal en estas fechas», dice José Abel Flores, catedrático de Micropaleontológia y Oceanografía de la Universidad de Salamanca, que acaba de regresar de una campaña de cinco semanas en el buque de investigación Hespérides.

Aún es demasiado pronto, hay que confirmar los datos para saber si es o no una variación estacional -José Abel Flores, catedrático de Oceanografía
Aún así se muestra cauteloso: «Son los datos de una base. Aún es demasiado pronto, hay que confirmarlos para saber si es o no una variación estacional». Eso llevará meses, afirma José Abel Flores. «Hemos hecho un muestreo de plancton desde Argentina hasta la Antártida y podremos ver si hay cambios que están afectando a los nutrientes, a la salinidad, al tipo de plancton; en definitiva, cuál es el impacto en el ecosistema».

El objetivo de la Cumbre de París fijaba en 1,5 grados ese aumento de temperatura de media para todo el mundo. Ya hay una región del globo que duplica esa cifra.

Aunque estamos en pleno verano austral, lo que no es normal es que quienes habitan las bases de la Antártida puedan ir en mangas de camisa. La temperatura media en febrero en la isla Seymour es de dos grados bajo cero.

El dato es preocupante porque esta región es la principal reserva de hielo del planeta. Alberga el 70% del agua dulce de la Tierra en forma de nieve y hielo.

Hay un precedente de fundición masiva de toda esa masa de agua del polo sur. Sucedió en el último período interglaciar (hace 129.000-116.000 años) y el nivel del mar subió como consecuencia tres metros. Cuando aquello sucedió, el calentamiento de los océanos había sido de 2 grados centígrados. Si se derritiese todo el hielo existente allí en la actualidad, esa crecida sería mucho mayor.