Es la primera vez que visita la Argentina, pero sus conocimientos sobre la investigación agrícola en nuestro país lo convierten en un referente. Casi de la misma manera que sus conclusiones académicas sobre ecofisiología de los cultivos y mejoramiento genético son cita obligada por parte de los investigadores en la materia a nivel mundial.
Siddique Kadambot estuvo en Córdoba, en el marco del 23ª Reunión Argentina de Fisiología Vegetal (RAFV) y 15° Congreso Latinoamericano de Fisiología Vegetal, que se desarrollaron entre el 11 y el 15 de noviembre pasado.
Invitado por la Sociedad Argentina de Fisiología Vegetal, la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba y el Instituto de Fisiología y Recursos Genéticos Vegetales (IFRGV) y el Centro de Investigaciones Agropecuarias (Ciap) del Inta, Kadambot dejó en una entrevista con Agrovoz su percepción sobre cuáles son los desafíos de corto plazo que afronta la agricultura mundial.
Prioridades
"Tiene por delante reducir el hambre que padecen 850 millones de personas, la hambruna y la mala nutrición que tienen 824 millones de personas el todo el mundo, la generación de los medios para que el productor pueda llegar en forma directa con sus productos al mercado y mitigar los efectos del cambio climático", puntualizó durante la entrevista, en la que estuvo acompañada por Constanza Carrera, doctora en Ciencias Agropecuarias, investigadora Adjunta de Conicet y del Inta, en Instituto de Fisiología y Recursos Genéticos Vegetales, quien ofició de traductora.
El rol del Estado
Antes estos desafíos, Kadambot, quien es además director del Instituto de Agricultura en la Universidad australiana de Western, consideró que la inversión en investigación, no solo por parte de las empresas privadas sino también del Estado, seguirá siendo clave y determinante para aportar soluciones.
"Si bien hoy hay alimentos suficientes para toda la población, el gran problema es que no llegan a todos de manera eficiente. Además, la tasa de crecimiento de la población hará que cada vez crezca más esa demanda, por lo que resulta primordial seguir investigando para aumentar la productividad agrícola", destacó el científico nacido en India.
Conocimiento global
La red de conocimiento que Kadambot ha desarrollado desde Australia se extiende a varios países del mundo. Sus investigaciones ayudan al crecimiento de los productores en países con China, India y Bangladés.
Con el objetivo de afianzar esta red de colaboradores a nivel mundial, la Universidad de Western ha establecido nexos con las universidades de Buenos Aires y Córdoba, y gestiona uno similar con el Inta, para que investigadores argentinos puedan capacitarse en formación de posgrado en la universidad australiana. Actualmente, de acuerdo a lo expresado por Kadambot, hay 14 estudiantes argentinos haciendo maestrías y solventados con fondos nacionales.
Rediseñar estrategias
Además de reconocer la importancia que tiene Argentina como productor mundial de granos y de carne y de valorar la calidad de sus investigadores, Kadambot advierte que en los últimos años hubo una disminución en los programas de investigación, debido a la fala de apoyo del Estado.
"En los últimos 10 años Argentina creció en términos económicos como proveedor de alimentos, pero ahora necesita invertir más en investigación para que en los próximos 10 años pueda dar un nuevo salto productivo. La agricultura argentina debe volver a posicionarse de la mano de la investigación", destacó el especialista.
Y dejó una advertencia final. "Si el Gobierno no invierte en investigación es posible que el país tenga el riesgo de una nueva fuga de cerebros, lo que sería un gran retroceso", indicó.