Connect with us

Mujer

Impulso de la provincia a la incorporación de mujeres en la construcción

Published

on

El llamado a licitación incluye el convenio oportunamente firmado entre la Vicegobernación, la Cámara Argentina de la Construcción y la Uocra denominado "Mujeres que construyen", que promueve acciones para la incorporación de mujeres en la construcción.

Stratta destacó el trabajo entre los sectores vinculados porque permite "generar respuestas que nos ayuden a mejorar la realidad" asegurando que es "una forma de abrir las puertas al mundo del trabajo a muchas mujeres que de otra manera no podrían tenerlo".

En este sentido, también valoró el espacio de "Obra Escuela" y las capacitaciones que realiza la Uocra para mujeres en las distintas actividades y oficios. "Se trata de trabajar en igualdad y dignificar a través del trabajo porque estas obras permiten generar oportunidades, puestos de empleo genuino, romper con las brechas de desigualdad para poder construir una sociedad más justa, equilibrada e igualitaria", expresó. "Queremos generar oportunidades para que más mujeres puedan trabajar en áreas como la construcción, que fueron eternamente masculinizadas", agregó.

Stratta también destacó el programa "Conductoras Entrerrianas", porque en la obra que se ejecutará en Paraná se incorporó a una mujer camionera. Ese acuerdo es impulsado por la Vicegobernación con la Cámara Entrerriana de Transporte Automotor de Cargas de Entre Ríos (Cetacer), la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) y empresas del sector.

Compromiso y trabajo articulado

Por su parte, el secretario general de la Uocra en Entre Ríos, Walter Doronzoro, agradeció y felicitó a la vicegobernadora por la iniciativa; y le transmitió el saludo del secretario general del gremio, Gerardo Martinez. El dirigente señaló la importancia de "discutir la paridad de género en la construcción, actividad diferente que parecía que no se podía compartir e incorporar compañeras trabajadoras".

La presidenta de la Delegación Entre Ríos de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Laura Hereñú, expresó: "La obra es una escuela para todos los que se inician y con el acompañamiento de la Uocra y de la empresa. Pero en esta obra particularmente, queremos que sea una obra- escuela, para que las mujeres puedan ir incorporándose al rubro de una manera orgánica y armónica, sin contratiempos. Es un desafío enorme que pensamos en este contexto y es una experiencia nueva para todos", señaló.

Luego, el ministro de Planeamiento, Infraestructura y Servicios, Marcelo Richard, manifestó: "Venimos con un desarrollo sobre todo de nivel inicial muy importante y muy fuerte". Dijo que el contrato se firmó con la empresa Peterson SA, por un monto de 141.570.797 pesos. En la obra se incluyen seis aulas, SUM, cocina, sanitarios y salas de juegos; y el plazo de ejecución de la obra es de un año. Richard también destacó la iniciativa de la vicegobernadora de "avanzar con la paridad de género, incorporando mujeres a los trabajos de construcción".

Mujeres que construyen

El convenio establece un trabajo conjunta entre las tres instituciones para generar trabajo para la inclusión de los colectivos de mujeres y diversidades, promoviendo la inversión pública; también la formación y capacitación profesional con certificaciones respectivas; y la capacitación en perspectiva de género para las empresas y asociaciones gremiales relacionadas.

En ese sentido,se propone generar espacios de "Obra Escuela" con el objeto de insertar en el mercado laboral a las trabajadoras sujetas de este proyecto, en diversas especialidades como albañilería, armadores, maquinistas viales, instaladores, topografía, capatacía, dirección de obras, entre otras.

Presencias

Del recorrido en el barrio Procrear de Paraná también participaron varias trabajadoras que se incorporan a la obra y otras que se desempeñan en el rubro. También el coordinador de la Unidad Ejecutora Provincial, Adolfo Quinodoz; la presidenta de la Comisión de Diversidad y Género de la Camarco, Nancy Hornus; y el secretario adjunto de la Uocra, Hugo Salazar. Por la empresa Orlando Peterson SA, estuvo el ingeniero Maximiliano Peterson. Del equipo de la Vicegobernación, Sigrid Kunatn, titular del Observatorio de Géneros y DD.HH; y Sofia Uranga, directora de Labor Parlamentaria.

Advertisement
Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Historias de vida

Una entrerriana se convirtió en la primera mujer civil en pasar un año en la Base Marambio

María Florencia Jauregui tiene 35 años, es oriunda de Concordia y bioingeniera egresada de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Entre Ríos. Trabajó en Buenos Aires para una empresa internacional de productos y servicios médicos y actualmente vive en España, donde tiene a cargo una unidad de ventas de equipamiento industrial de otra firma multinacional.

Published

on

Pero su experiencia más extraordinaria fue en otro continente: la Antártida. Fue, con apenas 24 años, la primera mujer civil en la historia en pasar un año en la Base Marambio, donde cumplió una importante función en el Laboratorio Multidisciplinario Antártico. «Fue una experiencia única», recuerda Florencia, una referencia para otras mujeres que se animen a la misma misión o que deseen crecer en los mundos de la ciencia y las ingenierías.

Antes y después de la FIUNER

Florencia vivió en Concordia hasta los 18 años, cuando se mudó a Oro Verde. Bioingeniería apareció en su vida «sin querer» y marcó su destino, pero no era su primera opción. «Desde pequeña quería estudiar Medicina Forense. Era fanática de un programa de Discovery Channel que se llamaba Detectives Médicos, donde resolvían crímenes en base a la ciencia y la investigación, algo que me encantaba», evoca su infancia.

Sin embargo, cuando terminaba la escuela secundaria y llegaba el momento de decidir la carrera, no se convenció con Medicina. Llegó a evaluar opciones tan variadas como el Periodismo o el alistamiento en la Armada Argentina. Hasta que encontró en una biblioteca un folleto sobre Bioingeniería. «No sabía que existía y sentí que era una mezcla perfecta entre la medicina y la ingeniería. En ese momento lo decidí», recuerda.

Florencia ingresó en 2007. «Desde un principio la Facultad me brindó mucha ayuda. Viví los primeros años en la Residencia Universitaria y eso fue una ayuda económica muy importante para mi familia. A lo largo de la carrera tuve muchas oportunidades: integrar grupos de investigación, viajar a congresos, conocer gente muy interesante, obtener becas y acceder a oportunidades laborales», destaca la graduada de la UNER. Y subraya que las posiciones laborales que más valora «se gestaron» en la Facultad.

El camino profesional

Una fue en Fresenius Medical Care. «En las clases de la materia Bioingeniería III invitaban a profesionales especializados, en una de las clases nos llevaron a recorrer un centro de diálisis de Fresenius en Paraná, donde terminé trabajando algunos años después», menciona Florencia.

Su trayectoria profesional la encuentra desde 2023 en Barcelona, donde vive con su pareja. Trabaja para un grupo multinacional alemán llamado GEA, que provee productos para diferentes industrias, desde alimenticia hasta farmacéutica. Florencia es Responsable Comercial de Homogeneización para España y Portugal. «Extraño el rubro sanitario, pero estoy muy contenta y aprendiendo mucho. Estuve muchos años en áreas técnicas, lo cual me encanta, y esta posición tiene una mezcla entre ambas áreas», valora la profesional concordiense.

Florencia en la Antártida

La otra oportunidad que Florencia destaca haber encontrado en la Facultad la llevó nada menos que al Continente Blanco. «En un encuentro de graduados un colega contó que había trabajado en una campaña científica en la Antártida. Yo estaba en segundo año y desde entonces pensé en viajar. Cuando me gradué me contacté con él y coincidimos en los pasillos de la Facultad. Me dijo: 'no van mujeres'», relata Florencia.

Ella no hizo caso a la advertencia, mantuvo su decisión y se inscribió en la siguiente convocatoria que realiza la Cancillería para campañas en los Laboratorios Antárticos Multidisciplinarios, que son seis: en las bases Carlini, Belgrano 2, Marambio, San Martín, Esperanza y Orcadas. La entonces flamante bioingeniera asistió a charlas informativas y rindió, con éxito, el examen de electrónica que forma parte de la selección. También tuvo entrevistas con psicólogos. «Me hacían viajar muchas veces a Buenos Aires. Era duro saber que no iban mujeres civiles a hacer la campaña de un año completo. Sí mujeres militares y también civiles, pero a campañas cortas, de tres meses. Me costó convencerlos de que podía hacerlo y logré que me acepten. Negociamos que sea en Marambio, la base más cercana al continente y la mejor comunicada», rememora Florencia. Estuvo un año como responsable del Laboratorio científico.

Su función

La graduada de la FIUNER explica en qué consisten las misiones: «La Antártida es un lugar reservado para la ciencia y la paz. Los países tienen bases coordinadas por militares, pero no puede hacerse ningún tipo de prueba militar. Se realizan proyectos de investigación en colaboración con otros países, estudios de la atmósfera, de glaciares, de geofísica y otros temas».

En particular, sobre su labor cuenta que «era responsable de que funcionen todos los equipamientos, recabar datos y enviarlos. Era un trabajo dentro de todo sencillo». Pero aclara que había una relevancia especial: «Mi caso se iba a tomar como referencia o antecedente para las próximas mujeres que se presenten».

Su desempeño y experiencia fue un éxito. «Es un orgullo, porque en las siguientes campañas se presentaron más mujeres y es una satisfacción que si una quiere tener la misma responsabilidad que yo, no tenga que demostrar tanto que puede hacerlo», resalta.

Más mujeres científicas

La joven bioingeniera, entonces con apenas 24 años, vivió 11 meses y medio en la Base Marambio. «Estuve en lugares impresionantes, muy aislados. Fue una experiencia única, muy linda, de crecimiento personal», sintetiza.

A su vez, aclara que no tuvo «ningún problema ni inconveniente» por ser mujer. En el grupo de la Base, de 30 o 40 personas, sólo cuatro eran mujeres. Y las otras tres eran militares. Florencia invita a naturalizar el protagonismo de las mujeres en ámbitos con predominio de hombres. Sobre su experiencia en la Antártida, advierte: «Me llama la atención que a la gente le resulte extraño. Recién ahora, 10 años después, entiendo la relevancia que tuvo».

Sin embargo, señala que queda mucho por avanzar al respecto. «No veo muchas mujeres en posiciones comerciales – técnicas. Lo mismo pasaba en la Argentina. Yo siempre elegí lugares donde había más hombres que mujeres. No hacía caso: me gustaba y lo hacía. Hay muchos factores que influyen, pero me parece importante que cada una de nosotras motivemos y promovamos a las mujeres jóvenes, incluso niñas, a involucrarse en estos rubros siempre que lo deseen», sugiere finalmente.

Fuente: Prensa Fiuner

Continue Reading
Advertisement
Advertisement
Advertisement
Advertisement
Advertisement

Más leído