Ni bien el reloj marque las 00 y comience noviembre, los precios de los combustibles aumentarán un 5% en promedio. Aunque todavía rige el congelamiento de precios, vigente hasta el 13 de noviembre, el Gobierno autorizó una suba previa para evitar un impacto mayor cuando se vuelva a liberar al mercado.
Señalaron que el aumento del 5% y del dólar de referencia, que se tomará a $51,77, tiene como finalidad amortiguar el impacto de la finalización del congelamiento el 13 de noviembre.
"El aumento busca también prevenir eventuales problemas de desabastecimiento que pudieran ocurrir y que la SGE se encuentra monitoreando de forma permanente junto con las entidades empresarias y de consumidores", amplía el comunicado de la Secretaría de Energía.
El titular de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos (CECHA), Gabriel Bornoroni, había asegurado días atrás que la intención de las petroleras era aumentar un 20% en los próximos meses, de manera escalonada, y que probablemente el aumento fuera a ser del 4% al 6%.
A partir del 14 de noviembre los precios volverán a ser libres y los fijarán las empresas, tanto los del surtidor como el pagado a los productores.
Desde que el Gobierno implementó el congelamiento por 90 días, el viernes 16 de agosto, se fijaron dos variables para la comercialización del crudo y de los combustibles: el tipo de cambio y el precio del barril del petróleo. En este periodo, la SDE había permitido una suba en el valor fijado del dólar, que se reflejó en un incremento del 4% en las naftas.
Según los cálculos de la Secretaría de Energía y de las petroleras, los precios estaban atrasados un 20%, pero desde el Gobierno entendían que no había margen para subir lo que pedían las empresas y las provincias.
"La brecha remanente que estimamos luego de este aumento es del orden del 15%", señalaron en la cartera de Energía.