El presidente Alberto Fernández consideró que el acuerdo conseguido con los bonistas representa "un gran alivio" en el marco de la situación que atraviesa el país, dijo que se trata de "un primer paso fundamental" para construir una Argentina "justa, igualitaria y pujante", y sostuvo que ahora los argentinos "estamos en condiciones de volver a crecer y ponernos de pie".
"Termina un día muy largo e intenso para nosotros, pero muy importante y alentador para el país. El acuerdo con los principales acreedores privados para reestructurar parte de nuestra deuda pública es un gran alivio en esta situación tan difícil que atravesamos", afirmó el jefe del Estado en una publicación realizada anoche en su cuenta de Facebook.
En esa línea, sostuvo que el acuerdo alcanzado ayer "es un primer paso, fundamental, que da seriedad y previsibilidad a nuestro proyecto", y aclaró que representa "el primero de muchos que debemos dar para construir esa Argentina justa, igualitaria y pujante, una tarea que llevaremos a cabo entre todos".
"Ahora resta buscar una solución que no postergue más a quienes sufren y a quienes la pandemia ha puesto en una situación de extrema vulnerabilidad".
El Presidente subrayó además que el acuerdo también significa que "la negociación que comenzará pronto con el Fondo Monetario puede completarse en términos sustentables, sosteniendo los mismos principios y criterios que en la negociación con privados, y en forma coherente e integral".
En ese sentido, Fernández puntualizó que "el Fondo ya ha reconocido que nuestra deuda era insostenible", y remarcó que "ahora resta buscar una solución que no postergue más a quienes sufren y a quienes la pandemia ha puesto en una situación de extrema vulnerabilidad".
Asimismo, recordó que "avanza en el Congreso el proyecto de Ley para ofrecerles estos mismos criterios de canje de la deuda a nuestros acreedores locales", lo que consideró "inédito en la historia reciente y un avance institucional para construir confianza a futuro".
Destacó también que "es tiempo de construir una Argentina seria, previsible, solidaria e inclusiva, donde los números cierren, con la gente adentro", y añadió: "Nadie puede ser feliz viendo a un compatriota que sufre, porque nadie se salva solo".
"Es tiempo de construir una Argentina seria, previsible, solidaria e inclusiva, donde los números cierren, con la gente adentro".
"Es tiempo de construir, también, un mundo con más empatía y sensatez, donde la producción y el trabajo estén por encima del capital especulativo", y donde "las necesidades de los más pobres sean atendidas antes que los intereses de quienes están en una situación de mayor privilegio", según sostuvo.
En esa línea, resaltó que "en esa tarea tiene mucho para contribuir nuestra región, integrada por pueblos con historias comunes que han sido víctimas de los mismos despojos y las mismas decisiones irresponsables que llevaron a nuestras naciones a la postración".
Finalmente, el Presidente manifestó que "el paso que dimos hoy es importante, pero no es el único", y añadió: "Ahora nos resta demostrar que somos capaces de construir nuestro propio destino, que estamos en condiciones de volver a crecer y de volver a ponernos de pie".
"Ya lo hicimos muchas veces. Hagámoslo una vez más", concluyó en su publicación.