Las dos víctimas ya tienen más de 20 años y su padre creía que iba a resultar impune luego de abusar sexualmente de ellas durante mucho tiempo, cuando eran niñas y adolescentes, en su vivienda de la zona rural de Feliciano. Sin embargo, una de ellas contó en su trabajo lo que le pasó cuando era chica, luego una compañera suya envió una nota a la Fiscalía. De inmediato la denuncia se investigó, se tomaron las declaraciones testimoniales y en pocos meses llegó a una condena contra el violador, de 18 años de cárcel.

El silencio, tarde o temprano, se puede romper y los caminos hacia la justicia son impredecibles. Según informaron fuentes judiciales a UNO, en este caso, una joven contó en su trabajo, en la ciudad del norte entrerriano, que a los 15 años su padre la violó. Su compañera actuó y envió un escrito a la Unidad Fiscal contando lo relatado por la víctima. Ese mismo día, en el mes de abril, tras reunir los datos necesarios, el fiscal Ricardo Temporetti y su secretaria agarraron la cámara con la cual graban las declaraciones testimoniales y fueron hacia la casa de la joven, en la zona del ejido de Feliciano.

Con todos los recaudos necesarios debido a la cuarentena, allí entrevistaron a la mujer, quien contó lo sucedido: que cuando tenía 15 años, su padre la sometió sexualmente. Por esto, se instrumentaron una serie de medidas de prueba respecto a la víctima y al entorno familiar y se ordenó la detención inmediata del abusador. Fueron citadas a dar su testimonio la madre y los hermanos y hermanas de la joven. Así, surgió que ella no había sido la única víctima.

Durante el testimonios tomado a una de las hermanas, las preguntas fueron profundizando en la historia de la joven, quien pudo romper el silencio y contar que su padre también la había abusado desde los 10 hasta los 18 años.

De este modo se avanzó con la producción de más medidas de prueba, como testimonios y pericias psicológicas y psiquiátricas, que acreditaban la veracidad de lo relatado por las víctimas.

Además, por las declaraciones se resolvió ordenar una pericia de ADN respecto de un hijo de una de las víctimas. El resultado del análisis genético arrojó que el niño es fruto de las violaciones del padre a la hija.

En pocos meses, la Fiscalía pudo llegar a una condena. Al abusador no le quedó otra opción que elegir la vía del juicio abreviado. El acuerdo al que arribaron las partes fue presentado la semana pasada al Tribunal de Juicio de Paraná, presidido por Elvio Garzón.

En esa audiencia, el juez interrogó al padre de las víctimas, de 50 años, quien confesó los hechos y expresó su conformidad con cumplir la pena de 18 años de prisión. El lunes, Garzón homologó el acuerdo en una sentencia condenatoria. De este modo, el violador ya cumple con la pena en la Unidad Penal de Paraná.

Tío abusador

En Lucas González, un hombre fue denunciado por abusar sexualmente de su sobrina de 4 años. Según publicó Entre Ríos Ahora, la causa se tramita en el Juzgado de Garantías de Nogoyá, y acusan al hombre de aprovecharse que su cuñada dejaba a sus hijas en su vivienda para cuidarlas mientras trabajaba. En esos momentos, aprovechándose de la relación de parentesco y de confianza preexistente, tocó a la niña en sus partes íntimas. El padre de la víctima dijo a dicho medio: "Yo pido que le den muchos años. Que pague a lo que hizo a mi nena".