Marcelo es oriundo de Buenos Aires. Luego de innumerables viajes y experiencias con el fenómeno OVNI a lo largo de su vida, eligió Capilla del Monte como su lugar en el mundo. Afirma que los OVNIS tienen una energía muy fuerte, y que se manifiestan de muchas maneras, aunque en la mayoría de las veces sólo podemos ver una proyección de ellos.

En su paso por Victoria, visitó la mítica Laguna del Pescado, paraje caracterizado por su belleza, aunque también por el surgimiento de luces extrañas sobre la amplitud de sus aguas; hecho registrado en fotografías y videos, pero fundamentalmente en testimonios y anécdotas de pescadores enmarcadas en el misterio.

¿Qué aspecto es el que más te interesa abordar de los ovnis?

El interno, la formación, no tanto lo fenomenológico. Es como decir, bueno…podés ver un micro, un colectivo, o un avión, pero lo que importa no es de qué color es sino qué vive el que maneja.

En lo personal, ¿has tenido experiencias directas con el fenómeno?

Todos los sábados. Un montón. Generalmente luces. De hecho, trabajé con Angel Acoglanis. Fui uno de los dos fotógrafos que tuvo. En esa época tenía 20 años y me tocó trabajar durante un año con él como fotógrafo y tener infinidad de experiencias.

 ¿Tenés opinión formada sobre los ovnis?

Más que una opinión es una relación. Es decir, uno aprende permanentemente de ellos.

¿Buscan interactuar con el ser humano? ¿Vincularse y enseñarnos algo, o bien les somos indiferentes?

En realidad, no es que tengan interés en enseñarnos... es una escala evolutiva más adelantada a la que nosotros tenemos hoy, y somos nosotros quienes podemos aprender.

Entonces, ¿nos están estudiando?

No, ya nos conocen. Mucho más que nosotros mismos. Esto se viene dando hace muchísimos años y eras. Hay razas de más de 20.000 años que han dejado muestras de contacto.

"Ellos están más allá de nuestro tiempo".

¿Por qué este tema despierta tanta curiosidad?

Porque el ser humano tiene curiosidad por evolucionar. Entonces, hay muchas maneras de hacerlo, y una de ellas es aprender de alguien que ya lo hizo. Las formas pueden ser muchas: porque tuvo curiosidad, porque vio un programa de televisión o una película. Pero lo esencial es que el ser humano siempre quiere evolucionar y una de las formas que puede presentir es a través de su estudio.

Algunas personas son testigos frecuentes de avistamientos mientras otras nunca ven nada extraño ¿Es simple azar?

No es azar, nunca lo es. En realidad, todos vibramos en una frecuencia y ellos también, en una frecuencia más elevada a la nuestra. Entonces, cuando una persona puede, ya sea consciente o inconscientemente, vibrar a la frecuencia mínima a la que ellos están, los ven o los perciben de alguna manera.

Puede ir alguien conscientemente a un lugar y saber que está vibrando en una frecuencia similar y poder verlo, o puede divisarlo en una ruta o en un campo o donde sea, aparentemente de casualidad, pero en realidad nunca lo es, por lo que ese ser humano o esa alma puede ser en un futuro. Por eso pueden ver.

¿Cómo se razona un avistamiento? ¿Cómo se procesa el misterio?

Siempre decimos que si vamos a razonar temas que van más allá de lo humano y tratamos de razonarlo humanamente, vamos a errar. Es decir, si vamos a tratar temas que van más allá del conocimiento común, tenemos que movernos en lógicas que van más allá de ese conocimiento. Si queremos adaptarlo, es como querer adaptar una materia de la facultad a la primaria. Y no se va a poder, va a terminar como incompleto o incorrecto.

¿Nuestras especulaciones serían infructuosas?

La gran mayoría de las veces, sí. Son buenos intentos. Igualmente son positivos, es decir que uno va creciendo y va aprendiendo. Pero en realidad, cuando uno más aprende es cuando escucha que cuando supone. Cuando se deja impregnar, cuando se deja impactar, que cuando cree si esto es bueno o esto es malo. La historia pasa más por ahí, siempre por lo interno.

"Lo importante es lo que yo vibré en ese momento para poder verla. Eso sí me cambia".

Ese es el comienzo, lo otro es como anecdótico: Vi una nave color verde y era color gris, o iba a tal velocidad… eso no me cambia nada. Lo importante es lo que yo vibré en ese momento para poder verla. Eso sí me cambia.

¿Se sabe si esas entidades tienen bondad? ¿Podrían hacernos daño?

Los seres humanos necesitamos de la dualidad para poder aprender. Pero una vez que se termina ese proceso, no necesitamos más dualidad. Es decir, cuando evolucionamos realmente no hay más bueno/malo. Generalmente, llamamos malo a todo lo que nos mueve en cosas que estamos atrasados o quietos, pero en realidad no es malo, vino a movernos.

Si quisieran hacernos daño, ya lo hubieran hecho hace rato. Tienen el avance suficiente para poder hacer cualquier cosa y, sin embargo, no lo han hecho. Razonan de una manera muy distinta.

Su visita a Victoria

Hace unos días estuviste en Victoria, una ciudad reconocida por los avistamientos OVNIS

Es un lugar al que quería ir desde hace muchos años, desde que vivía en Buenos Aires, y nunca se daba. Entonces, hubo gente de Victoria que estuvo en Capilla y siempre hablaban y contaban. Ahora que fui a dar una serie de talleres a Paraná, tuvimos un día libre y la señora que organizaba me preguntó '¿Dónde quisieras ir de paseo?'. Entonces pedí de ir a conocer Victoria, y me llevó a la Laguna del Pescado. Fuimos a la tarde, pero no importa porque la frecuencia está igual, no importa lo que se vea o no se vea, y no teníamos intenciones de ver.

"Sí teníamos intenciones de captar el lugar, qué vibración había, cómo estaba energéticamente".

¿Sentiste algo especial o fuera de lo común?

Sentí yo, y sintió mi mujer que es una persona muy sensible y hablaba de que había como mucho tránsito de naves y de seres ahí, pero no era un lugar donde se quedaran, sino un lugar de tránsito especial. Como que tenía la ecuación energética correcta como para poder usar ese lugar como tránsito, que incluso de ahí se unía hacia otras ciudades internas, como Erks o el Lago Titicaca también.

¿Podrían entonces provenir del interior de la tierra?  

Es que generalmente, en las ciudades intraterrenas viven seres. Humanos más avanzados que nosotros, seres de otros planetas y de otras galaxias también. Y conviven. Porque lo mínimo para poder convivir es llegar a evolucionar al nivel que ellos ya han evolucionado como humanos.

¿Visitarás nuevamente Victoria con más tiempo?

Sí, iremos nuevamente si Dios quiere para marzo. Tenemos planificado volver a hacer una serie de talleres en Paraná y posiblemente hagamos Santa Fe y Victoria.

Talleres

¿En qué consisten los cursos que organizás?

Yo hago diferentes charlas y talleres acá en Capilla. Tengo una hostería y un salón frente al Uritorco, donde hacemos encuentros de fines de semana. Hacemos una tarea integral, para que quien venga pueda brindarse el espacio para sí mismo que uno no se da frecuentemente, y abordar temas que uno deja colgados o trata superficialmente. Y después hablar sobre Erks, las ciudades intraterrenas, donde hacemos un taller sobre eso y a la noche vamos a un lugar que se llama Los Terrones, que es especial, mágico, donde yo tuve mi primer experiencia hace 34 años.

¿Están dirigidos a un público específico?

A todo aquel que quiera conocerse y evolucionar conscientemente. No hay ninguna restricción de nada. Todo lo contrario.

¿Qué cosas se aprenden allí?

Hay varios talleres de dos horas cada uno, con diálogo y ejercicios íntimos internos. Nadie me tiene que revelar el problema que tenga. Yo hablo, voy contando, y cada uno va haciendo el ejercicio. El cambio es interno. Por ejemplo, "Maestro de mí mismo", donde se enseñan herramientas de sabiduría, que todos tenemos y no usamos. Uno da la herramienta y luego la persona lo usa o no y hasta donde quiere, porque el poder que tiene es ilimitado.

Otro taller es el "Misterio de las relaciones humanas". Es para ver para qué nos rodea lo que nos rodea, no por qué sino para qué. Todos tenemos personas a nuestro alrededor con las que nos gusta estar, otras que nos hace bien estar, otras que no nos gusta tanto estar y otras que nos agreden directamente o no comparten nada de lo que hacemos.

¿Uno  debe estar con esas personas?

Todo lo contrario. No poner la otra mejilla inocentemente, sino saber qué es lo que está queriendo mover de uno esa persona, qué aspecto está tocando, para qué vino a mi círculo de vida. Y se empieza a entender internamente lo que uno está haciendo mal, para qué vino él, y eso se puede investigar en una serie de ejercicios. Cuando encontramos esos "para qué", esa relación cambia. No necesitás decirle nada a la otra persona. Él simplemente capta otra cosa y obra en consecuencia.

¿Los asistentes han manifestado cambios?

Sí, todo el tiempo. Hay mucha gente que agradece luego de haber hecho el curso y otros que simplemente se olvidan y ya está. Y yo respeto eso, no me meto en la vida de la gente.

¿Por qué debe luchar el hombre del siglo XXI? ¿Qué debe cambiar en la sociedad?

Te diría que cambiar es mirar hacia adentro en vez de hacia afuera. Buscar adentro, o entender lo que el afuera le está diciendo. Generalmente no entendemos. Tratamos de luchar para superar tal cosa, para eludir temas, y en realidad es entender qué es lo que nos está queriendo decir la vida misma.

Por último, ¿La tecnología puede dificultarnos ese camino interior?

La tecnología es una herramienta ¿Uno le dejaría manejar su vida a una herramienta? No, pero como herramienta es muy buena. Siempre depende de uno. Uno elige lo que quiere vivir, siempre.