Una mujer de 66 años se convirtió en una nueva víctima de las estafas telefónicas, ya que creyó la versión de que habían secuestrado a su nieta y entregó a los delincuentes más de $4 millones entre monedas de oro, dólares y pesos argentinos.
El episodio tuvo lugar en San Rafael, cuando la mujer atendió el teléfono fijo de su hogar y del otro lado, una voz masculina que se hizo pasar por su hijo le dijo: "Me están apretando, quieren secuestrar a mi hija".
Sin pensarlo, la jubilada no tuvo otra reacción que seguir paso a paso lo que le iba dictando el hombre a través de la llamada, ya que para la supuesta liberación de su nieta los captores exigían una fuerte suma de dinero.
Enseguida se dispuso a recolectar sus ahorros de toda la vida y los puso en una bolsa de basura. Allí depositó US$ 16.980, $35.000 y unas 20 monedas mexicanas de oro puro valuadas, cada una, alrededor de los $160.000. El cuantioso botín, que sumaba cerca de $ 4.300.000, además incluyó un reloj, un portalapiceras y un anillo, todos de oro.
Siguiendo las órdenes de quien se hizo pasar por su hijo, la mujer colocó la bolsa en el canasto frente a su vivienda. Minutos después los estafadores pasaron por allí, retiraron lo recolectado y se dieron a la fuga con rumbo incierto.
El lamentable hecho finalmente fue descubierto por el verdadero hijo de la mujer, un arquitecto que reside en el distrito Las Paredes, cuando pudo hablar con ella horas más tarde.
Fuente: Mdzol
