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Ciencia

Encuentran cerca de Pompeya una carroza ceremonial romana casi intacta

Las autoridades dicen que el hallazgo tiene «un gran valor científico».

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Una carroza ceremonial del siglo I d.C. muy bien conservada fue encontrada en la zona cercana a Pompeya, antigua ciudad romana destruida por la erupción del Vesubio hace casi 2.000 años, informó la agencia italiana ANSA.

La carroza de cuatro ruedas hecha de hierro, con decoraciones de estaño y bronce, se encuentra en un casi perfecto estado de conservación. Fue hallada en la villa de Civita Giuliana, a unos 700 metros al norte de las murallas de la antigua Pompeya.

Massimo Osanna, el director saliente del sitio arqueológico de Pompeya, destacó que la carroza es la primera de su tipo descubierta en el área. «Es un descubrimiento extraordinario de gran importancia para el avance del conocimiento del mundo antiguo», dijo Osanna.

Los investigadores sugieren que es posible que la carroza, cubierta de decoraciones con temática erótica, se utilizase en la antigua ciudad romana durante las procesiones religiosas dedicadas a Ceres, la diosa de la fertilidad, o a Venus, la diosa del amor y la belleza, o servir como carruaje de bodas para una rica familia aristocrática.

Se cree que es un 'pilentum', o lo que las fuentes antiguas describen como un carro ceremonial, un vehículo utilizado solo por las élites y únicamente en contextos ceremoniales, explican los arqueólogos.

El ministro de Cultura de Italia, Dario Franceschini, lo calificó como un hallazgo «de gran valor científico». «Pompeya nos sigue sorprendiendo con sus descubrimientos y lo seguirá haciendo durante muchos años, con 20 hectáreas aún por excavar», indicó Franceschini.

Fuente: RT

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Ciencia

Científicos proponen una nueva teoría: La conciencia podría estar oculta en los campos eléctricos y magnéticos del cerebro

Estas señales invisibles podrían ser la clave de todo y ayudarnos a resolver el misterio de la conciencia, una de las tareas más complejas emprendidas por la humanidad.

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La naturaleza aborrece el vacío y lo mismo puede decirse de los misterios de la ciencia. Cuando nos encontramos con fenómenos que desafían nuestras teorías y leyes actuales, una multitud de hipótesis surge rápidamente para llenar el vacío. Esto es especialmente evidente en la física, donde nuevas observaciones han dado lugar a teorías como la del caos, la teoría de cuerdas y la teoría de la materia oscura fría. Sin embargo, este fenómeno también se observa en el campo de la mente consciente.

En resumen, no entendemos completamente por qué pensamos y, por ende, existimos. Muchas teorías intentan desentrañar el fenómeno biológico de la conciencia.

Algunas comparan el cerebro con un ordenador, donde las neuronas actúan como transistores. Otras sugieren que el cerebro no es algorítmico y que la conciencia podría tener una cualidad cuántica

Una teoría en particular ha ido ganando terreno durante los últimos tiempos. Esta teoría sugiere que la conciencia humana podría explicarse a través de los campos electromagnéticos, conocidos como "campos efápticos", generados por las neuronas durante los disparos sinápticos. Estos campos son los mismos que, por ejemplo, permiten que un electroencefalograma (EEG) registre la actividad cerebral.

En un artículo de opinión publicado en Scientific American, Tamlyn Hunt, investigadora asociada en psicología del laboratorio META de la Universidad de California en Santa Bárbara, explicó: "El término 'efáptico' en acoplamiento efáptico simplemente significa 'tocar'. Aunque no son muy conocidos, los efectos de los campos efápticos son el resultado de interacciones eléctricas y magnéticas básicas que alimentan nuestras células".

«Resultados experimentales intrigantes», continuó, "sugieren que estas fuerzas desempeñan un papel más importante en el cerebro de lo que se sospechaba, y tal vez incluso en la conciencia».

Hunt detalló un estudio de 2019 en el que investigadores de la Universidad Case Western Reserve en Ohio seccionaron completamente el hipocampo de un ratón. A pesar de esta separación, el equipo registró actividad que podía "saltar" a través del corte, un fenómeno posible únicamente debido al acoplamiento del campo eléctrico. Este efecto desapareció cuando las secciones estuvieron separadas por más de 400 micras.

"Fue un momento increíble," declaró Dominique M. Durand, autor principal del estudio. "Para nosotros y para todos los científicos a quienes se lo contamos"

Este efecto eléctrico podría ayudar a explicar otro problema de nuestra comprensión actual de la conciencia, basada en las neuronas: las vías normales de espigas son demasiado lentas para explicar la función cognitiva. Sin embargo, cuando se unen a la velocidad de estos efectos de campo efáptico, esa velocidad aumenta unas 5.000 veces, según otro estudio de 2020.

Aunque esta teoría está ganando terreno, aún queda mucho por descubrir. Los campos efápticos y otras teorías de la conciencia se basan en métodos computacionales, pero pocos abordan el «problema difícil» de la conciencia: cómo los procesos biológicos generan la experiencia subjetiva.

No obstante, si algo nos ha enseñado la historia de la ciencia es que esos vacíos de conocimiento, llenos de hipótesis, eventualmente se transforman en hechos comprobados con pruebas suficientes, datos y verificaciones. Resolver el misterio de la conciencia es una de las tareas más complejas emprendidas por la humanidad, pero a medida que desentrañamos las maquinaciones biológicas del cerebro, los contornos difusos de la conciencia se van aclarando.

Fuente: esquire.com

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