No hay duda que una de las principales apuestas del gobierno libertario, quizás al igual que lo fue para las últimas administraciones, es el blanqueo, y en esta ocasión para impulsar el nivel de actividad vía la inversión y el consumo. Pero el principal objetivo de este blanqueo no es aumentar la recaudación y por eso es barato, ya que no hay penalidad si se mantiene lo blanqueado depositado en el sistema financiero y/o se lo invierte en activos elegibles hasta diciembre de 2025.
En el caso de no cumplir esas condiciones la multa es de 5% (hasta fin de septiembre de 2024) aunque no se paga nada por los primeros 100.000 dólares. Para los expertos, el blanqueo tampoco parece diseñado para reducir la brecha, porque la multa se paga en dólares. Por ende, con el amplio abanico de inversiones habilitadas en las Cuentas Comitentes Especiales parece claro que lo que busca el Ejecutivo es otra cosa: movilizar dólares, para estimular la actividad.
Las condiciones para evitar pagar el 5% de penalidad son muy flexibles dado que lo único que se exige es que quien blanquee mantenga el stock regularizado hasta diciembre del 2025 en una cuenta bancaria Especial o en casi cualquier activo argentino (eso incluye bonos, acciones, fondos comunes de inversión, obligaciones negociables). Lo más interesante es que no hay obligación de mantener un activo hasta diciembre del 2025 porque se puede ir comprando y vendiendo (siempre que se mantenga el stock depositado o en activos elegibles) y el blanqueador puede incluso arrepentirse en el camino a diciembre del 2025 y desprenderse de todo antes de ese deadline, girando al exterior y pagando la penalidad. Para comparar con el blanqueo del 2016 de la gestión Cambiemos (cuya multa era 10%) vale señalar que también estaba la opción de evitar pagar penalidad, pero para eso había que comprar dos bonos soberanos no negociables o fondos comunes de inversión específicos que había que mantener en cartera al menos 3, 4 o 5 años según el caso.
Pero no terminan aquí los incentivos a blanquear en el nuevo régimen porque la norma para adelantar el pago de Bienes Personales hasta 2027 permite olvidarse del impuesto varios años con una alícuota de 0,5% anual (hasta ahora se pagaba 2,25% por bienes offshore). Ese adelanto de Bienes Personales tendría aceptación masiva por ser atractivo incluso si se incumple la Estabilidad Fiscal prometida hasta 2038, señalan los expertos.
Vale recordar que el blanqueo de la gestión Macri en 2016 se lo consideró exitoso ya que participaron 255.000 personas, que regularizaron activos por 116.800 millones de dólares (incluyendo u$s93.300 millones de bienes offshore) y pagaron multas por 9.522 millones de dólares. Al respecto, cabe destacar que de todo el stock blanqueado hubo 7.700 millones de dólares explicados por efectivo, que pasaron a engrosar el stock de depósitos en dólares.
Esto, en parte, dio lugar a que los depósitos privados en dólares (argendólares) llegaran a un máximo de 32.500 millones de dólares en 2019 (tras las PASO 2019 hubo corrida y el stock es hoy de 18.600 millones de dólares). Además, gracias a ese blanqueo aumentó fuerte la base imponible para Bienes Personales: los bienes declarados sujetos al impuesto eran de 161.000 millones de dólares en las Declaraciones Juradas de 2021, último dato disponible. Aprovechando eso, Argentina aumentó notablemente la carga impositiva sobre los stocks: la alícuota anual máxima de Bienes Personales pasó de 0,25% en 2018 a 2,25% con Alberto Fernández, y además los más ricos tuvieron que afrontar el pago del Aporte Solidario con alícuota de hasta 5,25% en 2021.
"Por el aumento de Bienes Personales, el Aporte Solidario, el default de bonos que en muchos casos se compraron para reducir carga de Bienes Personales y la divulgación pública de información sensible del blanqueo, es probable que un porcentaje significativo de quienes regularizaron activos en 2016 vean el antecedente con frustración, siendo difícil para ellos participar de este programa", advierten desde la consultora 1816.
Otro dato a tener presente es que el blanqueo de 2016 se hizo con riesgo país inferior a los 500 puntos básicos y hoy es de 1.600 puntos básicos, lo que es otra manera de mostrar que hoy la desconfianza de los capitales en el país es mucho mayor que hace 8 años. En síntesis, hoy las condiciones del blanqueo en sí lucen mejores que en 2016: 0 penalidad hasta 100.000 dólares versus 0 penalidad hasta 20.000 dólares en 2016, multa de 5% ahora versus 10% en 2016, flexibilidad casi absoluta para invertir en activos argentinos por 15 meses para evitar multa ahora versus condiciones mucho más rígidas en 2016, y además, ahora está lo del régimen especial de Bienes Personales.
Ahora bien, si uno se guiara por el último Staff Report FMI, el Gobierno espera con el blanqueo recaudar 0,3% del PBI lo cual dada la penalidad de 5% implicaría que se blanqueen más de 40.000 millones de dólares (por las distintas alternativas para evitar las multas). Los analistas de 1816 reconocen que es difícil plantear cifras alternativas: A favor de números altos está el hecho de que hay mucho stock que podría regularizarse (los activos argentinos fuera del sistema financiero local, incluyendo declarados y no declarados, suman unos u$s400.000 millones y de eso US$200.000 millones que se estiman son dólares en efectivo en el país, en ambos casos se trata de un 70% más de lo que había al momento del último blanqueo) y el hecho de que las condiciones para adherir (baja multa, flexibilidad para evitar penalidades, lo de Bienes Personales, etc.) son atractivas. En contra de números altos está lo mal que resultó al final del día la experiencia de 2016. "Si bien el blanqueo (así como el RIGI y los créditos hipotecarios) tendrá un aporte positivo en el PBI, somos escépticos sobre la posibilidad de que la economía pueda retomar un sendero de crecimiento sostenido mientras haya controles cambiarios".
Por eso, quizás, lo más interesante de este blanqueo es el potencial que tiene para el mercado de capitales local, por cómo funcionan las Cuentas Comitentes Especiales y la flexibilidad para comprar y vender papeles evitando tener que pagar la multa. Si llegaran a ingresar, por ejemplo, 5.000 millones de dólares a las cuentas especiales (sobre un blanqueo total de 20.000/30.000 millones de dólares, por mencionar montos casi al azar) sería un número relevante (representaría el 27% de los argendólares), que podría atraerse luego a múltiples inversiones. Veremos.
Fuente: Mdzol - Jorge Herrera