El presidente Mauricio Macri los presentó como "ejemplos" de su política de conciliación de los distintos sectores y ellos le respondieron con palabras de elogio frente a sus distinguidos anfitriones, exitosos en materia de diálogo social.
Durante el almuerzo ofrecido por el primer ministro Mark Rutte, en el que también estuvieron los reyes Máxima y Guillermo, Macri cedió la palabra a tres representantes de distintos sectores sociales que lo respaldaron en la búsqueda de una imagen confiable para la llegada de inversores. El sindicalista Gerardo Martínez, titular del poderoso gremio de la construcción (Uocra); el gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, y otro entrerriano, el titular de la Sociedad Rural Argentina, Luis Miguel Etchevehere, elogiaron con distintos matices el camino elegido por el gobierno de Cambiemos y su llamado a la concertación de distintos sectores, mientras se suceden los conflictos y paros como los de los docentes y el de la CGT, proyectado para el 6 de abril.
En la delegación argentina coinciden: se está lejos del sistema de pólderes que los holandeses implementan desde 1950 a través de su Consejo Económico y Social (SER, en sus siglas en holandés), institución que agrupa a empresarios, sindicatos y expertos para resolver controversias.
El caso más curioso y relevante es tal vez el de Martínez. Relevante por el gremio al que representa y porque motivó la alegría presidencial. "Gerardo jugó muy bien acá", expresó a sus íntimos el Presidente durante la gira. Curioso, dado que horas atrás, y desde aquí, dio su apoyo al paro convocado por la CGT para la semana próxima, al afirmar: "Es una reacción que tenemos los trabajadores y la sociedad en su conjunto porque vemos que hay cosas que modificar", según afirmó a Radio El Mundo.
Ayer, su postura en el almuerzo fue diferente. Habló, según dos asistentes, de los efectos negativos de la globalización, de que "el trabajo que hay en la Argentina no alcanza para todos", y propuso "abrirse al mundo". Utilizó una metáfora que agradó al Gobierno; dijo: "No queremos navegar en canoa sino en transatlántico". Un rato después, y en diálogo con LA NACION mientras subía al barco que llevó a la delegación argentina por el puerto de Rotterdam, afirmó: "El diálogo es el único camino, hay que seguir de esa manera. Lo decimos desde la OIT y también la CGT lo comparte". Una razón de peso explica en buena medida el acercamiento: el viernes, el Gobierno anunciará la puesta en marcha de un ambicioso plan de vivienda, que tiene previsto generar 100.000 puestos de trabajo para el sector de la construcción.
Cultor del bajo perfil -casi no tuvo contacto con la prensa-, Bordet también dejó un mensaje optimista durante el almuerzo. El gobernador entrerriano reivindicó parte del PJ, aunque indicó: "En la etapa que viene en la Argentina tenemos que estar por encima de cualquier cuestión ideológica o partidaria", afirmó el mandatario, y se manifestó a favor del "cambio estructural" que pregona el Gobierno.
Método de asociación
Contento por la quita de retenciones y otras medidas que provocaron, al decir del Presidente, una "revolución" en el agro, Etchevehere celebró el acercamiento entre ambos países. "Este método de asociación nos puede permitir generar un millón de puestos de trabajo más en los próximos años en el sector. Es un abanico de posibilidades que se abre en la relación con países como Holanda, y donde todos ganamos", dijo el titular de la SRA.
Antes de escuchar a los oradores, Rutte leyó un discurso en el que dio detalles del sistema de diálogo intersectorial que es moneda corriente en su país. "El diálogo y el compromiso son temas recurrentes en nuestra historia", dijo el primer ministro, que busca aliados para formar gobierno tras su triunfo en las legislativas del 15 de este mes.
"Citando sus palabras, Presidente: tenemos que sacar el enfrentamiento del centro de la escena política", dijo Rutte, y elogió la "política inclusiva" de Macri, que lo escuchaba complacido.
