La temporada de verano es esperada por grandes y chicos que aprovechan los días de calor para hacer uso de las piletas y jacuzzis que se encuentran en casas y clubes, sin embargo, el disfrute puede verse opacado por la posibilidad de contraer enfermedades e infecciones que se generan en estos espacios acuáticos.
Empezó el verano 2023 y las altas temperaturas que se registran en la mayor parte del país, son el detonante para que millones de personas acudan a las piletas en busca de un respiro pero si bien sumergirse en el agua es una excelente manera de escapar del calor también genera la posibilidad de que muchos gérmenes, virus y bacterias causantes de enfermedades afecten nuestro sistema inmunológico.
Entre las infecciones más frecuentes que pueden transmitirse al momento de introducirnos en el agua de piletas se encuentran aquellas relacionadas con los gérmenes que provocan enfermedades diarreicas, infecciones respiratorias, infecciones de piel, ojos, oídos, entre otras.
"Tenemos que considerar algunos virus como pueden ser el norovirus y otros gérmenes como bacterias como el Escherichia coli, la shigelas y algunos parásitos como giardias y el cryptosporidium que se da más frecuentemente en personas que tienen bajo nivel de defensas o alguna inmunodeficiencia", expresó la médica especialista en enfermedades infecciosas, Andrea Villalba en relación a las enfermedades gastrointestinales y agregó: "El cryptosporidium hay que considerarlo como una causa importante porque es uno de los gérmenes que puede sobrevivir a pesar que se hagan los mantenimientos y se utilicen los elementos adecuados para el control de las aguas de las piscinas".
En el caso de las enfermedades respiratorias, las más frecuentes son provocadas por la bacteria legionela, que se transmite a través de agua pero está mucho más relacionada con aquellas aguas que utilizan un sistema con vapor como los saunas o spa que utilizan vapor. "El contagio puede darse a partir de la aspiración de las microgotas y pueden provocar una enfermedad respiratoria bastante importante", manifestó Villalba quien se desempeña como jefa de Enfermedades Infecciosas del Hospital Lencinas.
Otras infecciones muy comunes por el uso de piletas son aquellas que afectan al oído. "Esto va más en relación con la predisposición y mantenimiento del agua dentro del conducto auditivo externo, en general son infecciones que no se transmiten de persona a persona pero el hecho de estar en las piscinas pueden provocar una predisposición a adquirirlas", dijo la profesional.
En el caso de las infecciones de la piel, las más comunes son las micosis, hongos o algunos gérmenes que pueden producir lesiones en piel como la foliculitis del nadador que es provocada por la Pseudomona.
Recomendaciones para evitar enfermedades asociadas con las piscinas
La profesional consultada expresó que "aquellas personas que cursan o han cursado un cuadro infeccioso fundamentalmente diarreico no deben entrar al agua. Se aconseja no introducirse a piletas hasta dos semanas después".
Otro aspecto a tener en cuenta para evitar enfermedades o infecciones es concurrir a natatorios que cumplan con las condiciones de mantenimiento e higiene adecuada.
"Una medida que puede prevenir estas infecciones es tomarse una ducha antes de introducirse al agua porque de esta manera con la ducha previa se elimina la mayor parte de la suciedad, sudor y aceites que tenemos en el cuerpo. De esta manera podemos prevenir transmitir algunas infecciones", explicó Villalba y agregó que "todas las personas que han estado en contacto con piscinas y comienzan con síntomas fundamentalmente de estas patologías (diarrea, vómitos o respiratorios) deberían consultar al profesional y no automedicarse.
- No entres al agua si tienes diarrea u alguna enfermedad gastrointestinal, cortes o heridas abiertas.
- No tragues agua de las piscinas, si bien el cloro mata los gérmenes, lleva un tiempo que esto suceda.
- Dúchate antes de nadar. Enjuagarte en la ducha durante 1 minuto elimina casi toda la suciedad y cualquier otra cosa en tu cuerpo que requiera de los productos químicos de la piscina para matar gérmenes. Después de utilizar la piscina es necesario volver a ducharse utilizando jabón para eliminar los restos de cloro o gérmenes que pueden quedar adheridos a la piel.
- Presta atención si los ojos están enrojecidos y consulta al médico en caso de persistir la picazón luego de la inmersión en la piscina.
- Seca bien las orejas después de nadar, o utiliza tapones para los oídos para prevenir la otitis externa.
- Revisar periódicamente los pies y manos para identificar la presencia de hongos. En caso de detectarlos, no concurrir a los natatorios y piletas hasta tanto no realizar el tratamiento adecuado.
Fuente: Mdzol