El PCR arrojó resultado favorable a la rabia en este animal doméstico, sobre el que se observó un cambio de comportamiento agudo con agresividad y el posterior fallecimiento de manera repentina.
En Uruguay, el último caso de rabia humana fue en 1966 en Montevideo y canina en 1983 en Rocha. Una vez implementada la estrategia de la eliminación de la rabia humana trasmitida por el perro, su incidencia se redujo en un 98%. De un total de 300 casos notificados en 1983, descendió a 3 casos en 2023. Actualmente, los casos humanos son de trasmisiones silvestres, en su mayoría por murciélagos hematófagos.
Precisamente, desde 2008 en casi todos los departamentos persiste el ciclo aéreo del virus en murciélagos hematófagos e insectívoros, lo que representa un riesgo para la transmisión de la enfermedad a otras especies y a las personas.
El virus tiene un ciclo aéreo en murciélagos hematófagos, constatados en los años 2007 y 2008 en Rivera, Artigas y Tacuarembó, así como en 2014 en Cerro Largo.
Este caso de virus rábico en un felino, constituye la primera confirmación de un salto de especie en Uruguay por lo que es necesario comprender la importancia de esta situación y manejarla adecuadamente. "No es habitual en gatos. Es fuera de lo común y hay que tomar los recaudos. Luego de esta confirmación, se harán todas las vigilancias por parte del MSP. En Paysandú, en los últimos años no hemos visto ni en perros ni en gatos, pero se da más en canes que en felinos, donde son menos frecuentes", dijo el Director Departamental Salud, Carlos Leoni.
Fuente: El Telégrafo