El campo se tomará revancha en el nuevo ciclo agrícola 2018/2019 y producirá unas 30 millones de toneladas más que en la campaña 2017/2018, cuando por efecto de la sequía perforó los 100 millones de toneladas de producción.
Para Juan Manuel Garzón, del Ieral, la cosecha de la nueva campaña será de 125 millones de toneladas y alcanzará para recuperar los US$5200 millones que caerá este año.
"El campo es el único sector que puede afectar la macro por su dimensión y porque es un generador de divisas -afirmó durante un almuerzo empresario-. Este año, el clima influyó en el deterioro de la producción y, en consecuencia, desestabilizó la macro junto con el contexto internacional que cambió".
Planteó que el crecimiento proyectado del Producto Bruto Interno pasó de 3% a 1,3%, caída que el sector explica en 0,8% puntos porcentuales. Graficó que el ajuste de producción interanual de 27 millones de toneladas implican 942.000 viajes menos de camión en el año, número que equivale a dos menos por minuto.
Explicó que los buenos precios internacionales amortiguaron el impacto, pero no alcanzó para compensar. La pérdida de US$5200 millones de este año equivale al 9% del total de las exportaciones anuales argentinas o a cuatro años completos de venta de maquinaria agrícola.
Garzón apuntó que el escenario base para 2019 es "bueno" y proyectó que el campo logrará superar las restricciones financieras, con rentabilidad acompañada por buenos precios internacionales.
No obstante, las amenazas pasan por una baja abrupta de los precios internacionales y el retorno del atraso cambiario. A criterio del economista, la posibilidad de que se reinstalen las retenciones quedó desactivada.
Respecto de la dinámica del tipo de cambio real -que hoy está 27% arriba que al cierre del gobierno anterior- afirmó que "para los exportadores está justo; sobra poco; la incógnita es si el Gobierno lo logrará sostener; las proyecciones apuntan a que lo hará".
A su entender hay un riesgo abierto por la política comercial de los Estados Unidos que hace unos días subió aranceles a sus socios comerciales, política que podría generar represalias. Por caso, México aumentó los que corresponden al ingreso de carnes de cerdo (el país es el principal mercado para Estados Unidos de ese producto). "No conviene una escalada de la guerra comercial", indicó Garzón.
Al análisis del campo en general, Garzón le sumó el de la industria frigorífica que este año, con una suba de alrededor del 48% de sus exportaciones, será la "estrella" de Argentina. "Hay una mejora de competitividad y un cambio de contexto; China explica el boom porque tres de cada cuatro toneladas adicionales vendidas afuera van a ese destino", indicó.
"Sin embargo, la rentabilidad es muy baja. Por eso no hay un ánimo exultante de los productores. Hay retrasos en los precios y, tal vez, recién en unos meses empiecen a recomponerse", indicó.
Por: Gabriela Origlia