La década de 1960 quedó marcada en la historia del planeta por la carrera espacial entre las dos potencias mundiales, Estados Unidos y la Unión Soviética. Moscú logró adelantar a Washington y fue el primero en enviar un humano a la órbita de la Tierra. Sin embargo, los norteamericanos sí lograron adelantar a la URSS en la carrera lunar.
En esa época se realizaron numerosos estudios espaciales y EEUU rivalizó con la URSS por el dominio en el satélite natural de nuestro planeta. Cada uno quiso ser el primero. Sin embargo, el avance lunar de Estados Unidos se vio estancado por la avería de la nave espacial Apolo 13 que tuvo lugar en abril de 1970. Afortunadamente la avería no causó ninguna víctima mortal.
Mientras los estadounidenses suspendieron sus vuelos a la Luna hasta 1971 para evitar la posibilidad de una nueva avería en sus naves espaciales, la URSS envió a la Luna su sonda robótica Luna 16 que fue la primera en alunizar y regresar a la Tierra con muestras de suelo lunar. En noviembre de 2017 los científicos soviéticos enviaron la sonda Luna 17 con un róver lunar, el Lunojod 1 a bordo.
En otras palabras, aunque la URSS no envió su ciudadano a la Luna —y de esta manera la URSS iba a quedarse detrás en la carrera lunar—, no abandonó sus intentos de alcanzar el nivel de logros de EEUU y envió sus sondas al satélite natural de la Tierra. Estas actividades soviéticas de 1970 tuvieron un efecto impresionante sobre EEUU.
En esa etapa, la URSS incluso tuvo una ventaja en la carrera espacial. Pero la misión tripulada de Apolo 14 iba a cambiar esa configuración.
Éxito de Apolo 14 y reacción de la URSS
Una de las consecuencias de la avería del Apolo 13 fue la firma de un acuerdo entre la URSS y EEUU sobre la cooperación en el espacio que preveía la creación de aparatos unificados de acoplamiento de naves espaciales. Un poco más tarde, los estadounidenses se recuperaron de las secuelas del incidente con el Apolo 13 y empezaron los preparativos para la misión Apolo 14.
l 5 de febrero de 1971 los astronautas Alan Shepard, Stuart Roosa y Edgar Mitchell alunizaron y luego salieron a la superficie de la Luna. Allí instalaron varios aparatos especiales, una antena de televisión e instalaron la bandera de Estados Unidos. También se hicieron varias fotografías. Además, fotografiaron la superficie lunar bajo la supervisión de los geólogos del centro de control de la misión en la Tierra.
La primera misión a la Luna tras la avería del Apolo 13 fue exitosa. La Unión Soviética siguió de cerca el tercer viaje de astronautas norteamericanos a la superficie de la Luna. El jefe del programa de preparación de los primeros cosmonautas soviéticos, Nikolái Kamanin, reconoció entonces que la URSS estaba unos cinco o seis años detrás de Estados Unidos en la exploración de la Luna.
"Nuestro programa de los vuelos tripulados a la Luna basado en el uso del —cohete portador— N-1 y de la —nave espacial— L3 ya está anticuado", escribió Kamanin en su diario personal que fue publicado póstumamente. El uso de N-1 y L3 fue el escenario prioritario en el plan de la URSS en cuanto a la exploración de la Luna a través de los viajes tripulados.
En agosto de 1971 los estadounidenses alunizaron por cuarta vez. La misión Apolo 15 que lo hizo también fue exitosa. En general, Estados Unidos realizó seis misiones tripuladas a la Luna. Con estas misiones EEUU envió al satélite de la Tierra 12 hombres en el período entre 1962 y 1972. A partir de entonces el interés hacia la exploración lunar se ha reducido considerablemente.
EEUU ya lleva décadas sin enviar una misión tripulada a la Luna. La carrera lunar efectivamente culminó con la victoria de Washington. Ni la URSS ni Rusia han enviado a sus cosmonautas al satélite de la Tierra y existen varias razones al respecto.
El porqué del fracaso del programa lunar de la URSS
Entonces, ¿por qué falló en ganar la 'batalla lunar' contra EEUU?
Las causas principales del fracaso del programa lunar soviético, en gran medida, están vinculadas con el alto nivel de rivalidad entre las diferentes oficinas de diseño de la URSS que participaron en el proyecto de enviar un ser humano a la Luna.
En particular, hubo relaciones muy tensas entre dos ingenieros de cohetes espaciales, Serguéi Koroliov y Vladímir Cheloméi. Esto tuvo que ver con la diferencia en la forma de trabajar entre ellos.
Estados Unidos estaba mejor preparado para la exploración de la Luna e invirtió más dinero en ese programa.
Entre 1960 y 1973 los norteamericanos gastaron 28.000 millones de dólares en el programa Apolo, son 283.000 millones de dólares ajustados a la inflación. Según la información disponible, las autoridades de la URSS gastaron mucho menos dinero en su programa lunar, aproximadamente cinco veces menos.
La muerte de Serguéi Koroliov en enero de 1966 también dañó el programa porque él, de hecho, fue la figura clave en el desarrollo de los vuelos tripulados soviéticos al espacio. El candidato soviético más preparado para la misión lunar, el cosmonauta Vladímir Komarov, también falleció en 1967.
Y el último suceso que enterró las esperanzas de la URSS en la exploración lunar fue el trágico fallecimiento del cosmonauta estrella, primer humano en el espacio, Yuri Gagarin, quien murió en 1968 cuando su avión se estrelló. Estaba previsto que Gagarin sería el candidato número dos para viajar a la Luna.
Finalmente, otros ingenieros soviéticos que encabezaron en el programa lunar después de Koroliov no lograron presentar proyectos contundentes del vuelo tripulado a la Luna. Para resumir, los sucesos trágicos, la falta de dinero y la rivalidad entre oficinas de diseño y los ingenieros clave impidieron que la bota de un cosmonauta soviético diera un paso sobre la superficie del satélite de la Tierra.
El programa 'murió' oficialmente en 1970. Sin embargo, tanto la URSS como la Rusia de hoy han seguido con sus aspiraciones lunares, aunque no tan activamente.
El 'no' ruso a la insensatez en la carrera lunar
El jefe de la agencia espacial rusa Roscosmos, Dmitri Rogozin, declaró que Rusia no participaría en una carrera lunar hasta que entienda "el sentido del 'premio''' que trae consigo la exploración de la Luna. Rogozin sostuvo que en reiteradas ocasiones negoció el asunto con la NASA y algunos políticos estadounidenses. Según el alto funcionario, las autoridades de EEUU "apenas pueden explicar para qué quieren volver a ir a la Luna".
"Cuando le pregunté al jefe de la NASA, Bridenstine, que, si vuelven a alunizar, ¿demostrarán que alcanzaron el mismo nivel de tecnología que tenían hace 70 años? Jim simplemente suspiró", escribió en su canal de Telegram.
Rogozin subrayó que había dicho en varias ocasiones que Rusia no participaría en ningún tipo de carrera espacial. La última vez que el jefe de Roscosmos hizo declaraciones semejantes fue en mayo de 2020 cuando dijo que Moscú "no iba a meterse en la carrera para explorar la Luna".
También Rogozin comentó la noticia sobre la posible participación del Pentágono en la protección de las bases de la NASA en la superficie de la Luna, así como la de las operaciones comerciales de EEUU encaminadas a extracción de agua y recursos minerales. Según el jefe de Roscosmos, la militarización de la Luna es "inaceptable".
El futuro de la exploración de la Luna no está claro todavía, pero las palabras de Rogozin no significan que Rusia abandone sus aspiraciones lunares. Sí se realizan ciertos preparativos para un posible vuelo ruso tripulado a la Luna.
El 16 de diciembre de 2020 una fuente en la industria espacial informó que en la primera etapa de los vuelos tripulados será posible usar los cohetes portadores Angara A5B que también podrían reducir los gastos.
Rusia y EEUU, dos enfoques diferentes respecto a la Luna
No obstante, la experiencia soviética demostró que ahorrar dinero en la exploración del espacio podría llevar al fracaso de todo el programa. Además, la misma fuente confirmó que en las siguientes etapas, de todas formas, se necesitaría un cohete portador más pesado que Angara A5B.
Simultáneamente se realizan trabajos para enviar a la Luna la sonda Luna 25 instalada sobre el cohete portador Soyuz-2.1B. La sonda será lanzada desde el cosmódromo Baikonur. Con esta misión Roscosmos quiere ensayar el alunizaje de una nave tripulada sobre la superficie lunar. Al mismo tiempo, la sonda se ocupará del análisis de la superficie del satélite de la Tierra. El lanzamiento está programado para octubre de 2021.
También, en los años anteriores Rusia elaboró un proyecto de una nave espacial tripulada para los viajes a la Luna, que recibió el nombre Federatsia, pero luego fue renombrado y pasó a denominarse Oriol.
Entretanto, Rusia tiene ya posibilidades de ganar ventaja en la misión para explorar Marte y cooperar con China en la exploración lunar. Por consiguiente, es temprano para sacar conclusiones apresuradas. Es posible que haya más de un ganador en la nueva 'batalla espacial', es decir, más de un país podría llegar a dominar la exploración de la Luna y de otros planetas y satélites.
Los estadounidenses, por su parte, desarrollan el programa Artemis junto con varios otros países. Está previsto que para 2024 la NASA envíe la primera mujer y un hombre a la Luna. La fecha del primer vuelo tripulado ruso a la Luna, entretanto, sigue siendo un interrogante. Hay quienes creen que EEUU tiene una ventaja en esta ronda de la 'carrera espacial', pero no es cierto.
Fuente: Sputnik News