La fiscal que investiga el crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell imputó a los rugbiers Máximo Thomsen y Ciro Pertossi como coautores del homicidio, ordenó la liberación de Pablo Ventura, el último de los jóvenes detenidos, y procesó a los otros ocho sospechosos por haber participado del hecho.

De esta manera, Thomsen y Pertossi quedaron acusados de «homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas», delito que prevé la pena de prisión perpetua.

Según el diario Clarín, Máximo Pablo Thomsen tiene 20 años y es hijo de la secretaria de Obras Públicas del municipio de Zárate, la arquitecta Rosalía Zárate.

El otro imputado por homicidio es Ciro Pertossi, quien tiene 19 años y está detenido al igual que su hermano Luciano y su primo Lucas, que también participaron del crimen como «partícipes necesarios», según la fiscal Verónica Zambini, titular de la UFI N°6 de Villa Gesell.

Pertossi es hijo de una docente y su padre es supervisor de producción de la automotriz Toyota.

En caso de ser encontrados culpables, Thomsen y Pertossi recién podrían obtener la libertad al cumplir 35 años de condena, siempre y cuando hayan mostrado buen comportamiento durante su reclusión en prisión y estén aptos para reinsertarse en la sociedad.

Los otros ocho imputados son Matías Benicelli (20); Ayrton Viollaz (20); Luciano Pertossi (18); Lucas Pertossi (20); Alejo Milanesi (20); Enzo Comelli (19); Juan Pedro Guarino (19) y Blas Cinalli (18).

Todos ellos permanecen alojados en dependencias policiales, aunque la Justicia de Garantías ya solicitó su traslado a una unidad carcelaria.

Por otra parte, el fiscal general de Dolores, Diego Escoda, confirmó que se llevarán a cabo ruedas de reconocimiento de las cuales participarán todos los imputados.

A su vez, ratificó que las muestras de sangre tomadas a todos los acusados se las «está mandando a analizar» a La Plata «para cotejo de ADN de las prendas incautadas a los imputados y muestras de la víctima», así como «el calzado secuestrado a los detenidos para pericias escopométricas de la impronta que quedó en la víctima».