Dos jóvenes denunciaron en la comisaría de Santa Elena, ciudad del departamento La Paz, por abuso a dos Testigos de Jehová. Este martes, una de las denunciantes había tomado la decisión de contar en Facebook lo que sufrió cuando era una niña y publicó los nombres y fotografías de los dos siervos ministeriales de Testigos de Jehová a quienes señaló como violadores. Horas más tarde otra joven hizo público su caso. De las denuncias tomó conocimiento el fiscal de La Paz, Facundo Barbosa.

La primera en relatar en Facebook que fue abusada fue BM, hoy de 21 años, quien dijo que a uno de los religiosos "le encantaba manosear y abusar de niñas inocentes" y que al otro "le encantaba excitarse con una nena inocente".

Luego de que BM contará lo que le había sucedido, otra joven hizo lo propio y relató su terrible vivencia: "Nunca lo quise hablar porque siendo chica nadie me iba a creer y ahora que soy grande lo hago público para que sepan todos", escribió en su Facebook y señaló haber sido abusada por uno de los Testigos de Jehová que apuntó BM.

"Yo era una gurisita de 10 o 11 años en aquel tiempo que el mugriento me manoseaba, se aprovechaba de que nadie lo veía, porque yo era tan solo una niña, se aprovechaba de mí nunca lo quise hablar porque siendo chica nadie me iba a creer y ahora que soy grande lo hago público para que sepan todos", agregó luego. La segunda denunciante tiene 18 años actualmente.

Así, este jueves al mediodía las dos jóvenes radicaron la denuncia en sede policial. El fiscal Facundo Barbosa, de La Paz, tomó conocimiento de las declaraciones de ambas. Las chicas radicaron la denuncia tras el acompañamiento de María Elena González, directora del área de la Mujer del municipio, que intervino para asistirlas y brindarles apoyo.

Según se supo, las jóvenes reiteraron ante las autoridades policiales lo que horas antes escribieron en Facebook. Una de ellas declaró que uno de los denunciados no sólo la manoseaba a ella, sino también a otras chicas que asistían a la Iglesia.

Una de las personas denunciadas –cuyo nombre se reserva hasta que no haya una imputación formal por parte de la justicia- vive en San Luis y tiene alrededor de 28 años. El otro tendría cerca de 40 años y actualmente vive en la ciudad. Ambos son fieles activistas dentro de los Testigos de Jehová.

Fuente: Entre Ríos Ahora