En junio, los jubilados, pensionados y demás beneficiarios de la Seguridad Social (con excepción de la AUH) cobrarán sus haberes con un aumento del 10,74%. Y ahora se conoció que en septiembre el aumento será del 12,2%. En total, esos aumentos comprenden a 14 millones de beneficios.
Ahora, con el aumento del 11,83% de marzo y el 10,74% de junio, en el primer semestre el aumento acumulado sumará el 23,8%. Y con el aumento de septiembre a noviembre, subirá al 38,9%.
Los beneficiaros de la AUH -2,2 millones de padres que comprende a casi 4 millones de chicos- están excluidos de esos aumentos porque en marzo se les adelantó, con una suba del 46%, el aumento de todo el año por lo que no reciben los aumentos trimestrales de aquí a fin de año.
Este nuevo dato del 12,2% -que se conoce con 4 meses de anticipación a su efectivización- surge tras la difusión oficial de la evolución de los salarios formales entre diciembre y marzo pasado, según el indice Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE). El otro componente del reajuste -- la inflación--del primer trimestre ya era conocida.
Entonces de la combinación de esos dos datos (70% inflación y 30% RIPTE) surgen los aumentos que regirán entre septiembre y noviembre de este año, según la nueva fórmula de movilidad aprobada a fines de 2017, con retroactividad a septiembre de 2017.
En el primer trimestre, la inflación sumó 11,8% y ahora se conoce que el índice salarial RIPTE fue del 13,2%. En este caso, el 70% de 11,8 es 8,23% y el 30% de 13,2% de los precios minoristas es 3,97 %. La suma es 12,2%, 0,4 puntos por encima de la suba de los precios de ese período.
Así, por ejemplo, entre marzo y mayo el haber mínimo es de $ 10.410. Entre junio y agosto, será de $ 11,528 y entre septiembre y noviembre de $ 12.934 mensuales. Las pensiones no contributivas cobran el 70% de esos mínimos y los beneficiarios de la PUAM ( Pensión Universal para el Adulto Mayor) el 80%.
En los últimos 12 meses a abril, las jubilaciones y demás prestaciones tuvieron un incremento de 35,9% frente a una inflación del 55,8%. Una pérdida de 19,9 puntos o del 12,8%. Por ejemplo, el haber mínimo que cobra casi la mitad de los beneficiarios en un año subió de $ 7.660 a $ 10.410, publica el diario Clarín.
Con relación a septiembre de 2017, con el cambio de fórmula, - cuando la promesa oficial decía que las prestaciones sociales mejorarían en términos reales entre 3 y 4 % en el primer año--la pérdida es mayor, de 37,5 puntos lo que representa una pérdida frente a la inflación del 20,7%. Una pérdida levemente mayor a la que sufrieron los asalariados en general.
Esto significa que si la jubilación mínima se hubiera ajustado por la inflación ahora debería ser de $ 13.129 en lugar de $ 10.410: una diferencia en menos de $ 2.719. Así se calcula que la pérdida acumulada actualizada desde el cambio de fórmula para los haberes mínimos suma unos $ 30.000 por jubilado.
A abril, la inflación sumó el 15,6%. Ahora, dependerá de la inflación de aquí a noviembre para saber la evolución reales de los haberes en el curso de 2019.
Según ANSeS, la "movilidad" engloba a más de 17,8 millones de personas:, 6,9 millones son jubilaciones y pensiones, 1,7 millón de Pensiones No Contributivas y Pensiones Universales para el Adulto Mayor y alrededor de 9,2 millones de asignaciones por hijo ( salario familiar y AUH).