Se desconoce además que a fines de 2002, el Casco Histórico Arquitectónico de la Ciudad de Victoria fue declarado BIEN DE INTERÉS HISTÓRICO NACIONAL por el Congreso de la Nación (Ley 25.686), hecho que reafirma la importancia que reviste la antigua arquitectura local.

De la misma forma que la afamada casa de la Confederación fue demolida en Victoria, innumerables fincas sufrieron, a lo largo de los últimos años, su misma suerte. Aquellas que extrañamente sobrevivieron, debieron soportar una suerte de "modernismo" por parte de sus propietarios, que sin reparar en el contenido histórico de las moradas decidieron realizar intervenciones en sus impactantes fachadas.

En los últimos días, pudo observarse en Victoria cómo una vivienda que originalmente fue incorporada a la lista de patrimonio arquitectónico protegido -luego retirada-, ubicada sobre calle Maipú entre Piaggio e Yrigoyen, sufrió la demolición de gran parte de su frente, para dar paso al avance de una nueva necesidad de la economía de mercado.

La imagen, capturada por una de las cámaras de Será Noticia, recuerda pasajes de la novela «La casa», de Manuel Mujica Lainez, donde la casa toma características humanas: «¡Qué soledad!, ¡qué soledad, Dios mío! Nadie, ni el ermitaño más austero, vive tan solo como una casa abandonada… Yo fui una gran dama opulenta, decorativa, caprichosa, con muchos defectos y algunas virtudes, indudablemente 'personal'…».

Los victorienses atraviesan un sendero que parece no tener pasado y en el que sólo es posible avizorar un anunciado final. Ante este panorama surge la pregunta: ¿cuánto tiempo resta para que el patrimonio arquitectónico desaparezca por completo?

Un alarmante antecedente

El afamado novelista, Ernesto Sábato, visitó Victoria a fines de noviembre de 2004, en momentos en que se realizaba el Congreso de la Lengua en Rosario, y expresó su admiración por la belleza arquitectónica de los edificios históricos de Victoria.

El mismo Sábato escribió al intendente de entonces:

"Le envío estas líneas para pedirle que vea la manera de preservar la Casa de la Confederación que constituye un bien muy valioso de la Ciudad de Victoria que he podido admirar en la visita que hice a Victoria, en ocasión del Congreso de la Lengua.
Es importante que sean conservados y puestos en valor los pocos testimonios históricos con que cuenta nuestro país ya que, desgraciadamente, no hemos sabido cuidar como corresponde nuestro patrimonio histórico.
Lo saludo cordialmente: Ernesto Sábato
Santos Lugares, 31 de mayo de 2005″

La demolición de la histórica vivienda no pudo detenerse. No obstante, las palabras del notable escritor argentino todavía retumban, como en el eco de un túnel, en alguna esquina sin ochava y sin memoria.

VIDEO: Así desaparece la historia de los victorienses.