En el primer trimestre se ubicó en 49,6 kilos por habitante por año. Es como consecuencia de las subas de precios y la merma del poder adquisitivo de los salarios. En 1990 se llegaron a consumir 78,23 kilos al año.
El consumo de carne vacuna por habitante por año, para el primer trimestre del año, perforó la barrera de los 50 kilos y de esta manera se convirtió el nivel más bajo en la historia para este producto.
Según las estadísticas de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), durante los primeros tres meses de este año el promedio móvil alcanzó los 49,6 kilos por habitante por año.
En lo que va del gobierno de Mauricio Macri, el Índice de Precios al Consumidor aumentó un 185,7%, mientras que los salarios solo crecieron en dicho lapso un 138,2%, hecho que, según CICCRA, justifica "una disminución del poder de compra de los salarios de un 16,6%".
Ante un menor poder adquisitivo, la población busca proteína animal en otros cortes. Desde diciembre de 2015 y marzo pasado, los precios de la carne vacuna aumentaron un 134,1%, la de pollo un 154,6% y los cortes de cerdo un 126,8%. Todo esto representa que el poder de compra de los salarios le ganó a la carne vacuna y al cerdo, y perdió casi un 7% frente al pollo.
Por otro lado, en marzo la participación de las hembras en la faena (vacas que podrían ser empleadas como reproductoras) volvió a subir a 48,9% del total, superando el guarismo de marzo de 2010 en 0,7 puntos porcentuales y quedando apenas a 0,3 puntos porcentuales por debajo del récord para marzo registrado en 2009.
Para CICCRA, este resultado "solo es comparable con los registros del primer trimestre del 2008 y también del 2009, período durante el cual el sector ganadero argentino transitó la peor fase de liquidación de hembras de las últimas décadas".
Los especialistas de la entidad sostienen que la mayor presencia de hembras en la faena puede ser atribuido a "la creciente demanda china de carne vacuna, ya que representa más de 60% del total exportado desde Argentina, y en segundo lugar el elevadísimo costo del dinero, producto de la política económica en marcha, lleva a los productores ganaderos a financiarse en última instancia con la venta de animales, y en especial de vacas que podrían servir como reproductoras y también vaquillonas".
Por su parte, entre enero y marzo se registró una baja del 5,8% de la faena vacuna, alcanzando los 3,09 millones de cabezas faenadas por parte de los frigoríficos, ya que solo en marzo pasado se faenaron 980 mil cabezas menos que en igual período de 2018.
Al mismo tiempo, según datos de febrero 2019 de la secretaría de gobierno de Agroindustria, se exportaron 33.012 toneladas peso producto (tn pp), es decir un 57,8% más que en el segundo mes de 2018.