El capitán de puerto de Paysandú, Marcelo Tortorella, se hizo presente en las instalaciones del astillero para constatar el inicio de los trabajos, habida cuenta además de que esta situación era motivo de preocupación en la población y constituían un riesgo al haber sido abandonados por la empresa que los había adquirido.
Los barcos abandonados son un foco de contaminación y de oportunidad para el vandalismo, como ocurriera cuando se desató tiempo atrás un foco ígneo en el lugar.
Tortorella destacó que desde la Administración Nacional de Puertos (ANP) se generaron los trámites pertinentes para que se pudiera llevar a cabo este trabajo. Los restos de ambas embarcaciones serán trasladados a una industria siderúrgica capitalina con destino de fundición. Las gestiones de la Administración Nacional de Puertos -acotó- se orientaron a lograr destrabar la situación para que se pudiera efectivizar el desguace.
Fuente: El Telégrafo