El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, anunció este martes una nueva serie de restricciones sanitarias ante el avance del COVID-19 en el país. Entre ellas se destacan el cierre de las escuelas a nivel nacional y de las oficinas públicas.
La primera medida estará en vigor hasta el final de semana santa, tras lo cual se volverá de manera gradual -se empezará por el sistema inicial- mientras que la segunda concluirá el 12 de abril. Una semana atrás, la administración había suspendido la obligatoriedad de asistir a las escuelas con excepción de la educación media, para la cual la medida no era opcional.
También cerrarán los clubes, gimnasios y "Free shops", y se prohibirán los deportes amateur, los espectáculos públicos y las fiestas y eventos sociales. Los bares y restaurantes podrán continuar abiertos con el aforo permitido pero deberán cerrar a la medianoche, lo que implica que deberán cerrar dos horas antes que en la actualidad.
El mandatario también anunció que, a pedido de los departamentos de Salto y Paysandú, los complejos termales que se encuentran allí cerrarán hasta el 12 de abril. En una conferencia de prensa desde la Torre Ejecutiva, Lacalle Pou aseguró que su gobierno tomó la determinación "con pesar", pero remarcó la necesidad de hacerlo ante el incremento de los contagios que "están presionando" sobre las unidades de cuidados intensivos.
En consecuencia, el mandatario anunció que se agregarán 129 nuevas camas de cuidados intensivos: 35 en instituciones privadas, 10 del Hospital Militar y el resto del sector público.