El campeón del mundo en México 1986 está afectado por el síndrome de Hakim-Adams, también conocido como hidrocefalia de presión normal (HPN) o hidrocefalia normotensiva.
Se trata de un padecimiento neurológico que se presenta comúnmente en adultos desde los 50 años y que va mermando física y mentalmente a quienes lo padecen. Basta con ver la foto de Bilardo que fue filtrada en las últimas horas, en la que se le ve en silla de ruedas, pálido, con una gorra, con poca energía y un mal semblante.
Pero, ¿en qué cosiste este síndrome? Principalmente, y más allá de ser diagnosticado erróneamente como Alzheimer, Parkinson o síntomas propios de la vejez, el síndrome de Hakim-Adams es una enfermedad que provoca trastornos de memoria y estabilidad, a causa de la acumulación de líquido cefalorraquídeo en las cavidades cerebrales.
Esta acumulación de líquido afecta algunas zonas del cerebro, dificultando la marcha, provocando debilidad en las piernas y, en un estado más avanzado, demencia, cambios de humor, apatía, aislamiento, problemas de atención e incontinencia urinaria.
Tan pronto se detecta la afección, el tratamiento, al que ya fue sometido Bilardo, consiste en implantar una válvula que permite la salida del líquido cefalorraquídeo desde el cerebro hacia el abdomen, donde es absorbido.
Los pacientes pueden mejorar de manera ostensible, sumado a un tratamiento específico, para así retomar sus actividades cotidianas.
Por ahora, no es el caso de Carlos Salvador Bilardo, quien se ha visto cada vez más mermado en su condición física, pero de quien esperan –amigos, familiares, colegas y conocidos- pueda ganar este, el partido más importante de su vida.
Por lo pronto, ¡Fuerza, Doctor!
Fuente: DeportesRCN.com