El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha vuelto a minimizar el alcance de la pandemia de coronavirus en el país, y se ha mostrado tranquilo, pese a las últimas cifras de muertes y contagios, afirmando que el brasileño "no se contagia", pues es capaz de "bucear en una alcantarilla, salir y no pasa nada".
Brasil ha confirmado que el virus ha ocasionado ya 77 muertes, lo que supone un aumento del 35% con respecto al día anterior, y 2.915 casos de contagio. Las autoridades sanitarias no han querido vaticinar perspectivas para el mes que viene, pero han alertado de que los próximos "30 días van a ser muy difíciles", pues "probablemente" el país, han dicho, se encuentra en "una fase crítica" de la pandemia.
No obstante, el presidente brasileño, en contraposición a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha vuelto a mostrarse escéptico en relación a decretar la cuarentena obligatoria en el país como medida para prevenir que el número de contagios siga aumentando en gran número.
Así, aún sabiendo que esta es también la recomendación de su ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, Bolsonaro ha sentenciado que "la cuarentena tiene que comenzar por la propia familia, el brasileño tiene que aprender a cuidar de sí mismo".
Bolsonaro se ha manifestado en estos términos a su salida del Palacio de la Alvorada, donde ha respondido a las preguntas de los medios, quienes le han cuestionado acerca de la posibilidad de que Brasil pueda alcanzar cifras similares a las de Estados Unidos, después de que en un mes se haya convertido en el país del mundo con más casos de coronavirus, con más de 83.500 contagios.
"Creo que no va a llegar a ese punto. El brasileño tiene que ser estudiado. El no se contagia. Le puede ver saltar a una alcantarilla, bucear, ¿verdad? Y nunca le pasa nada. Yo creo que hay mucha gente que ya se ha contagiado en Brasil y ya tienen los anticuerpos que ayudan a que no siga proliferando", ha aseverado.
Por último, el mandatario de extrema derecha ha anunciado que el Gobierno ofrecerá ayudas a los trabajadores informales durante el tiempo que dure la crisis sanitaria que podrán alcanzar hasta los 600 reales brasileños, (unos 110 euros), según ha informado el diario 'Folha de Sao Paulo'.