"Sentí el acoso de su defensor, porque con las preguntas que me hacía quería que yo mienta, que dijera que había recibido plata del intendente (Luis Hanneman). No tenía sentido lo que me preguntaba, así que lo tomé con calma", expresó el muchacho. En el contexto de la sala de audiencias, Alexis pudo sentir los nervios del cura.
"Veía como le temblaba la patita -dijo-. Yo no quise mirarlo a la cara porque no quería llorar. Ahora estoy más aliviado. Esto es algo que quise desde hace muchos años, desde que empecé a vivir los abusos. Ahora espero Justicia", sentenció.
La jornada continúa con los testimonios de Nancy Endrizzi, la mamá de Alexis; un amigo de Alexis; su ex suegra; su ex novia; su padrastro y la nueva víctima y su madre, quienes se incorporaron como testigos este martes a poco de iniciar el debate.
En Gualeguay, la comunidad se muestra indiferente al primer juicio contra un cura abusador en la provincia. El fuerte cordón policial que ayer protegía los ingresos y egresos del edificio de tribunales se vio disminuido. Un grupo minúsculo de luquenses que apoyan al religioso colombiano volvió en esta segunda jornada, pero ya sin pancartas. Los integrantes de ese grupo se niegan a dialogar con la prensa.