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Comercio

A pesar de que China tiene un enorme superávit bilateral con la Argentina, lanzó una investigación por el aumento de sus importaciones de carne

La insólita medida también afecta a Brasil y Uruguay y provocó una fuerte caída bursátil de empresas brasileñas con presencia en el país. El gigante asiático, que en noviembre proveyó 22,7% de las compras pero absorbió solo 5,2% de las ventas argentinas, acumula desde 2008 un saldo a su favor de más de USD 87.000 millones.

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El Ministerio de Comercio de China inició una investigación sobre las importaciones de carne vacuna a raíz dedenuncias de la Asociación China de Ganadería y representantes de nueve provincias, para determinar si el aumento en las compras internacionales entre 2019 y 2024 dañó la estabilidad del mercado interno.

"El denunciante afirma que el agudo aumento (de las importaciones de carne) impactó la industria doméstica china, que ha experimentado un daño sustancial y que hay una relación causal entre el aumento del volumen de importaciones y el daño sustancial", dice un cable de Xinhua News, la agencia estatal de información que informó sobre la medida de Beijing.

Según datos oficiales citados por el Ministerio, las importaciones de carne vacunacrecieron 64,9% entre 2019 y 2023 y durante el primer semestre de 2024 el aumento fue de 106,28% en relación al mismo período de 2019, lo que se tradujo en un alza desde el 20,5% de participación de mercado en 2019 a 30,9% en el primer semestre de 2024.

Tocados

Además de la Argentina, la medida afecta también a Brasil y Uruguay. De hecho, a raíz del anuncio, ayer las acciones de empresas brasileñas como Marfrig Global Foods, JBS y Minerva, grandes cadenas de frigoríficos y con fuerte inversiones en la Argentina, cayeron en el índice Ibovespa 7,8%, 3,3%, 3,1% respectivamente.

En la Argentina, Marfrig es dueña de varios frigoríficos y de marcas como Paty, Tres Cruces, y Good Mark y de las salchichas Vienissima. Además, el mes pasado compró en USD 80 millones una fábrica de alimentos procesados y elaboración de hamburguesas en China, a ser en parte abastecida de carne de la Argentina, Brasil y Uruguay.

BS, por su parte, había hecho una gran inversión en frigoríficos en la Argentina, que en 2017 vendió a la también brasileña Minerva en USD 300 millones.La evolución de las exportacionesLa evolución de las exportaciones de carne de la Argentina. La parte roja de cada barra ilustra la importancia del mercado chino

El "daño sustancial" a los productores locales de carne esgrimido por Beijing es un argumento insólito proviniendo de una potencia cuyo PBI es unas 30 veces superior al de la Argentina y que mantiene con el país un enorme superávit comercial.

Considerando los datos más recientes informados por el Indec, desde 2008 y hasta el mes pasado el gigante asiático extrajo de su relación bilateral comercial con la Argentina un superávit bilateral de USD 87.217 millones, el doble de la deuda argentina con el FMI, casi tres veces las reservas del BCRA y unas veinte veces el monto de financiamiento comprometido por China para la construcción de las represas patagónicas, la más grande obra contemplada en la "Relación Estratégica Integral" firmada en 2014 por la entonces presidente Cristina Fernández de Kirchner con el todavía presidente chino Xi Jinping.

A diferencia de Brasil, Uruguay y otros otros países sudamericanos, que extraen del comercio con China un fuerte superávit bilateral, en el intercambio con China la Argentina mantiene un persistente saldo negativo.En noviembre la diferencia a favor de China fue de USD 851 millones. Ese mes China fue el segundo país (detrás de Brasil) que más exportó a la Argentina, con USD 1.189 millones, un 22,7% del total de importaciones argentinas, pero le compró por USD 388 millones, apenas un 5,2% de las exportaciones del país. De hecho, el mes pasado China fue el quinto destino de las ventas externas de la Argentina, detrás de Brasil, Estados Unidos, India y Chile y apenas por encima de la India, el sexto cliente comercial.

Datos

Según datos del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) "la República Popular China continúa siendo principal destino, en volumen" de las ventas argentinas del sector cárnico. En noviembre fueron 52.000 toneladas (incluye huesos), seguido por Chile con 2.300 toneladas, y por Alemania con 2.000 toneladas. En volumen (tonelaje) se trata del 74% de las exportaciones cárnicas argentinas, aunque en valor la proporción se reduce al 52%, porque Chile y Alemania compran carne de mejor calidad y pagan precios más altos que China, cuyos compradores –dicen los exportadores argentinos- son "durísimos negociadores". El precio promedio de las ventas de carne a China fue en noviembre de USD 2.900 la tonelada, contra USD 10.320 de las ventas por tonelada a Alemania y USD 7.035 de las ventas a Chile.La distribución del tonelaje exportadoLa distribución del tonelaje exportado en los primeros 11 meses de 2024

En completos sectores industriales, como la siderurgia y el rubro automotriz, y en bienes  específicos, como baterías para vehículos eléctricos, molinos eólicos y paneles solares, China  prácticamente se apropió del mercado mundial e inunda una gran cantidad de mercados con sus productos, que además gozan de fuertes subsidios.

"La aparente complementariedad entre una economía que necesita materias primas y quiere exportar productos manufacturados y nuestros países, con grandes recursos naturales (agrícolas y minerales) es absolutamente asimétrica. China gana y Brasil pierde", le dijo Rocca a sus pares brasileños en agosto, en una reunión de empresas siderúrgicas sudamericanas.

"Las importaciones chinas ayudan a controlar la inflación en nuestros países, pero tienen un impacto negativo en nuestros sectores industriales; y tienen efectos aún peores sobre la inversión y el crecimiento", subrayó el CEO del grupo Techint.

"Amenaza china"

Rocca presentó allí un documento de título explícito: "La amenaza china para la sustentabilidad del sector siderúrgico de América Latina", en el que precisó que la capacidad de producción de acero de China aumentó 690% desde el año 2000, hasta superar los 1.000 millones de toneladas anuales, pasando del 15 al 54% del total mundial, mientras la producción siderúrgica latinoamericana aumentó solo 4 por ciento.

"El exceso de capacidad siderúrgica en el mundo, persistente y estructural, se debe a factores ajenos al mercado. Está impulsado por intervenciones gubernamentales, principalmente de China, que distorsionan el comercio y las inversiones globales, perjudicando la competencia y fomentando prácticas desleales (…) mediante la presencia de empresas estatales productoras de acero, medidas de apoyo estatal y otras prácticas que impulsaron inversiones y préstamos masivos e irracionales en el sector del acero (…) Todo ello llevó a la práctica generalizada de China de exportar productos siderúrgicos al resto del mundo en volúmenes significativos a precios basados en costos distorsionados por la injerencia estatal, lo que constituye comercio desleal", dice el documento.Paolo Rocca, el CEO delPaolo Rocca, el CEO del grupo Techint, en su presentación en Alacero, donde advirtió sobre los efectos de los subsidios siderúgicos chinos

Según Rocca, no se trata de una competencia leal. "China -aseguró- no es una democracia, es un país con un sistema de gobierno autoritario y centralizado, que tiene la capacidad de asignar recursos a diferentes sectores de la economía en base a decisiones de conveniencia táctica y estratégica". Además, citó un estudio de la Comisión Europea que enumera "anomalías que hacen que el sistema económico chino esté impulsado, en gran medida, por la intervención del Estado y del Partido Comunista Chino". Como ser amplia presencia de empresas estatales, simbiosis Estado-Partido, influencia del Estado y las empresas estatales en las compras, distorsiones financieras, violaciones a la propiedad intelectual, restricciones a la propiedad de la tierra, ausencia de sindicatos independientes, límites a la movilidad de las personas y costo subsidiado de la energía, entre otras cuestiones".

En la semana que pasó Brasil, socio de China en los BRICS (acronismo de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, grupo al que en 2024 se sumaron otros cinco países y del que la Argentina declinó participar) rescató a 163 operarios chinos que trabajaban en condiciones de esclavitud en las obras de la automotriz China BYD para producir vehículos eléctricos en Brasil. Los obreros, que fueron identificados durante labores de inspección realizadas a partir de noviembre, son contratadas por el Grupo Jinjiang, también de China, a su vez contratada por BYD para la construcción de la fábrica en Camaçari, municipio de la zona metropolitana de Salvador, en el estado de Bahía.

De esa potencia económica cuyo PBI de un mes equivale al de unos dos años y medio de actividad económica en la Argentina, vino la denuncia de los productores locales y se inició la investigación del Departamento de Comercio de China.

Fuente: Infobae – Por Sergio Serrichio

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Comercio

El acuerdo Unión Europea-Mercosur elimina las retenciones y los cupos

Será a partir del cuarto año de vigencia del acuerdo. Quedarán en cero para todos los productos menos para la soja que tendrá un techo del 14%, hoy llega hasta 33%.

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A dos semanas de haberse alcanzado el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, representados por los presidentes Javier Milei (Argentina), Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Santiago Peña (Paraguay) y Luis Lacalle Pou (Uruguay) por parte del bloque sudamericano, y Ursula von der Leyen (Comisión Europea) en el marco de la 65° Cumbre del Mercosur en Montevideo, comenzó a conocerse la letra chica del acuerdo, lo que genera expectativas positivas en el sector productivo agroindustrial.

La nota distintiva es que el mencionado acuerdo, el primero que se firma a nivel mundial entre dos bloques comerciales, tiene cláusulas que establecen el fin de las retenciones, la prohibición de fijar cupos de exportación, y restricciones al comercio exterior, todas estrategias que la Argentina aplicó en demasía en los últimos ante las restricciones fiscales y cambiarias.

Pero como dice el slogan de una tarjeta de crédito líder en el mercado, pertenecer tiene sus privilegios, de modo que ciertamente formar parte de una asociación comercial con la Unión Europea, el mayor exportador mundial tomado como bloque, obliga a manejarse con los mismos criterios que el resto de los países.  

«Para Mercosur no es una ganancia extraordinaria de corto plazo, de hecho, es sorprendente y asombroso que los productores agrícolas en Europa se quejen porque, claramente, no leyeron el acuerdo,» aseguró Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC)-. 

En diálogo con la prensa durante el brindis de fin de año en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, Idígoras apuntó que el acuerdo va a dar ganancias a la Argentina a partir del año 7 una vez implementado, y va a llevar al menos dos años de implementación. Pero destacó que «es un acuerdo que implica en el que por primera vez en 25 años el Mercosur empiece a ser creíble». Esa es la mayor ganancia que tenemos. 

Sin retenciones

«La segunda ganancia es en materia de derechos de exportación», dijo el ejcutivo y puntualizó que «cualquier gobierno en los próximos 50 años no va a poder subir las retenciones. Este es el acuerdo con Europa». Celebración entre los productores y exportadores.

Y más allá de eso, Idígoras explicó que «las retenciones de todos los productos en el año cuatro (de entrada en vigencia del acuerdo) tienen que desaparecer y las retenciones de la soja no podrán superar el 14%». Hoy el grano de soja paga el 33%, los derivados como la harina y el aceite el 31%, el trigo y el maíz pagan 12%, el girasol el 7% y la carne vacuna y el cerdo el 6,75%.

«Eso es una ganancia extraordinaria para la Argentina, así como en materia de reglas de exportación, no podrá haber cupos, porque están prohibidos en el acuerdo UE-Mercosur, tampoco restricciones a la exportación»

«Las llamamos ganancias sistémicas, no es que vamos a vender más barcos a Europa, sino que vamos a ser más confiables por haber firmado con Europa», consideró Idígoras.

Cuestión de plazos

Se estima que la aprobación del acuerdo va a tardar al menos dos años. El acuerdo fue cerrado oralmente, pero ahora los abogados tienen que escribirlo y la letra chica es muy importante, son 1900 páginas para escribir y para ajustar, y traducir en varios idiomas, eso va a llevar varios meses, además de asegurarse que la traducción está bien hecha y no sea distinta a la que interpretan en el Mercosur.

Después de eso viene todo un proceso de aprobación parlamentaria. Europa tiene estrategia clave, y es que el Parlamento Europeo es el único que tiene que votar para que entre en vigencia el acuerdo comercial. El acuerdo político, que involucra los capítulos dedicados a democracia, derechos humanos, ambiente, etc, lo aprueban todos los parlamentos de los países, eso «puede tardar una eternidad, pero lo importante es que el acuerdo comercial», señaló Idígoras.

Y un dato más. «En el caso del Mercosur, por una cláusula que yo llamo cláusula Macri, porque fue propuesta por él, cuando un parlamento del Mercosur lo aprueba entra en vigor para ese país. Por ejemplo, si Uruguay fuera el primer país que lo aprueba, se lleva el 100% de las cuotas que tiene con Europa en el primer año, si los otros países no lo aprobaron. Es una competencia entre congresos», ejemplificó.

«Al principio me pareció raro porque somos un bloque, pero por otro lado es interesante, porque genera mucha presión hacia los congresos para que se apruebe» remató.

Fuente: Mdzol

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