En la ciudad continúa habiendo numerosos terrenos baldíos, cuyos altos pastizales se convierten en criaderos de mosquitos, y en potenciales focos de enfermedades transmisoras como el dengue, recordando que en 2016 se registraron 273 casos en nuestra provincia.

Descompromiso social y ausencia del Estado

El ejemplo perfecto se da en calle Hernandarias, entre Perón y Mitre. En las imágenes que vecinos del lugar enviaron a través de nuestra línea de Whatsapp "Periodismo Ciudadano" puede apreciase la dimensión del problema, con terrenos convertidos en crecientes basurales, en donde la inacción de sus dueños hace oídos sordos al riesgo sanitario y a las normativas vigentes.

Así se veía el lugar hace 2 años. A pesar del paso del tiempo, nunca se realizó mantenimiento.

Como si esto fuera poco, otro inconveniente que agrava el cuadro es la falta de iluminación del lugar, que convierte la zona en intransitable e insegura: "Durante un largo tiempo los vecinos hemos reclamado el mantenimiento de los terrenos ante las dependencias oficiales y también se hicieron quejas públicas, pero la situación sigue igual", dijo a nuestro medio Carolina -vecina del lugar-, quien todas las noches debe desviar su paso varias cuadras para evitar toparse con un grupo de jóvenes que noche tras noche se juntan a consumir bebidas alcohólicas en la esquina, amparados por la "seguridad" que les brinda la oscuridad.

Boca de lobo. A oscuras vecinos deben atravesar las calles para poder llegar a sus casas.

Juan José, también residente de la zona, remarcó: "el abandono de parte del municipio, fundamentalmente, nos preocupa porque se transforma en un foco infeccioso. Está lleno de ratones y víboras, y ni hablar de la mosquitada. Ni siquiera han venido a fumigar".

Necesitan respuesta

Los vecinos aguardan que pronto haya una respuesta por parte de la municipalidad al reclamo que llevan a cabo desde hace varios meses.
"En cualquier momento puede ocurrir cualquier cosa, pero se puede evitar si se toman medidas preventivas", comentó otro vecino que habló con nuestros cronistas mientras recorrían la zona.