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Ciberdelitos

Al acecho: Circula una nueva modalidad de ciberdelito

Georgina es de Paraná y hace unos días estuvo a punto de ser víctima de un ciberdelito tras publicar un aviso en Marketplace para vender una mesa: un posible comprador le pidió su número de celular y la llamó para consultarle sobre el estado del mueble, le ofreció transferirle el importe y mandarlo a buscar en un horario a convenir. Una vez que la mujer le brindó el alias de su cuenta bancaria, él quedó en volver a llamarla y una vez que lo hizo le solicitó que abriera un enlace que él le había pasado por WhatsApp para que le quede asentado el movimiento de la transferencia "en su empresa".

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La vendedora sospechó enseguida y cortó la llamada. Googleó para ver de qué se trataba el enlace y supo que es una aplicación "para controlar de forma remota otros dispositivos". Si abría el link el delincuente iba a poder acceder a información de su teléfono, y seguramente a sus aplicaciones bancarias, sacar préstamos online, o transferir los fondos disponibles. Afortunadamente no ocurrió y bloqueó de inmediato a su interlocutor. Pero muchos otros casos a diario no tienen el mismo desenlace: hay personas a las que le vacían sus cuentas, sacan abultados préstamos con su usuario y los transfieren.

También hay otras modalidades de estafas, que parecen ser interminables, ya que periódicamente surgen nuevos modos de ciberdelitos.

Nunca hay que brindar datos personales a través de llamadas telefónicas, mucho menos contraseñas, códigos o información de cuentas bancarias o tarjetas

Terreno propicio para el ciberdelito

Fue a partir de la pandemia y con el rápido avance de tecnología que el uso de los dispositivos electrónicos es parte de la vida cotidiana y actualmente son el terreno propicio para el delito: hoy es habitual comprar, vender, pagar, cobrar y hacer otras operaciones con el celular de manera rápida y sencilla, y desde la comodidad del hogar. En este contexto, los malhechores se aprovechan muchas veces de la necesidad o del desconocimiento de los usuarios, y es clave estar atentos e informarse para prevenir una estafa o un fraude que puede significar un gran perjuicio para quien lo sufre.

Uno de los hechos más frecuentes son las estafas al comprar un producto en un sitio no oficial. Sobre este punto, la comisario principal Eliana Galarza, jefa de la División Delitos Económicos de la Policía de Entre Ríos, señaló a UNO: "Es constante la oferta de servicios o productos, y mucha gente sigue comprando a partir de promociones que ve en distintas redes sociales como Facebook, o Instagram. Los usuarios deben entender que tienen que tomar ciertas medidas de seguridad antes de realizar una transacción online. Por empezar, tienen que verificar si están frente a una página oficial y que tiene un respaldo; y al abonar tienen que estar seguros de que ese producto sea despachado. Es difícil hacer entender esta cuestión, ya que por ahí el propio desconocimiento es el que juega en contra acá, porque todos compramos por las páginas, y en ocasiones uno piensa que es real, y quien está estafando manda incluso hasta un código de seguimiento, pero resulta ser falso".

Las ventas online se imponen con promociones y cuotas

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A su vez, afirmó: "Lo que son las estafas virtuales en relación a las compras automáticas son constantes, no les podemos frenar, es imparable, y todos los días ocurren estos intentos de estafa, con nuevas víctimas".

También comentó: "Otra cosa que advertimos habitualmente es la gente ve promociones de descuentos que supuestamente son de Netflix, de YPF, de Enersa, y accede a los links que hay para ingresar, pese a que todo el tiempo estamos tratando de informar que los organismos oficiales no ofrecen ese tipo de promociones a través de las redes sociales. Se den estos hechos y lamentablemente eso impacta en la estadística de manera ascendente permanentemente".

Asimismo, añadió que además hay que ser precavidos al recibir llamados telefónicos, porque muchas veces los delincuentes se hacen pasar por referentes de algún organismo oficial, y al respecto precisó: "Hay que tener un montón de cuidados en relación a los datos que uno proporciona, porque ahí es también donde mucha gente lamentablemente termina siendo perjudicada. Siempre recalcamos que ningún organismo oficial pide datos sensibles, nadie va a solicitar un código de verificación o información de ese estilo".

Concientización ante las estafas

"Buscamos transmitir un mensaje de concientización sobre lo que es la responsabilidad al momento de hacer uso de las redes sociales y de utilizar las plataformas de Internet. Hay que tomarse dos minutos para interiorizarse bien y saber adónde vamos a navegar. Con el tema de las personas mayores, pueden ser muy vulnerables y hay muchos casos de los denominados ´el cuento del tío´, que es la modalidad más vieja para estafar. Hay personas que siguen entregando sus ahorros, pensando que va a haber una devaluación de la moneda a nivel país, o un cambio de moneda, y en realidad no es sí", dijo.

Otro punto en el que hizo hincapié es que los usuarios tomen el recaudo de leer los mensajes que reciben y que incluso luego comparten con sus contactos, ya que algunos contienen un enlace que al abrirlo habilita a que el estafador acceda a información en la computadora o el celular y pueda cometer un ilícito.

¿Cómo denunciar?

Por otra parte, la comisario Galarza aclaró que los perfiles en redes sociales deben denunciarse en esas mismas redes. "Por ahí se confunde mucho lo que es una denuncia penal con lo que es denunciar una cuenta o un perfil de una red social. A una cuenta que está siendo utilizada para estafar, hay que reportarla desde la misma aplicación. O sea, si alguien transfirió a una cuenta de Mercado Pago y se dio cuenta de que era utilizada para estafar, la tiene que denunciar desde la misma plataforma. Ese es el paso oficial. Si uno hizo una transacción a través de un perfil de Facebook o Instagram que está usando para defraudar o estafar, también se debe reportar desde la misma red social".

Acto seguido, aclaró: "La denuncia en la Policía se hace cuando ya tenemos un perjuicio económico y somos damnificados. Nosotros somos la división Delitos Económicos, no tenemos problema en recibir a una persona y asesorarla, pero la denuncia se debe formalizar en la comisaría". Sobre este punto, remarcó: "Nosotros llevamos adelante las investigaciones, pero no somos el área que recibe la denuncia. Si una persona necesita que se la asesore, que se la guíe acerca de qué es lo que tiene que hacer, estamos siempre a disposición, pero la denuncia se debe formalizar en la comisaría porque hay un protocolo institucional que establece precisamente que las comisarías reciben las denuncias y la División Delitos Económicos lleva adelante las investigaciones por disposición de la Fiscalía".

El intento de estafa a jubilados es preocupante

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En cuanto a las investigaciones, explicó: "Siempre tenemos la posibilidad de investigar los delitos que se hacen online, pero ajustados a lo que es el marco legal con el que trabajamos y la jurisdicción".

"Nosotros trabajamos con jurisdicción en la provincia de Entre Ríos y lamentablemente la tecnología vuela en todo el país y en todo el mundo. Así que tenemos casos que son perpetrados desde otras provincias y hasta desde otros países. Realizamos esta tarea con la identificación de las cuentas, con la dirección de las IP", explicó, instando a extremar las medidas de prevención y estar atentos para no resultar perjudicado por una estafa.

Por último, informó que ayer hubo importantes avances en casos basados a partir del "cuento del tío": "En el mes de febrero se perpetraron dos cuentos del tío en Paraná, uno en jurisdicción de Comisaría 4 a bordo de una moto enduro color blanca sin patente, y otro en jurisdicción de Comisaría 15 a bordo de un auto color negro. Personal de la División Delitos Económicos logró reconstruir el circuito de los vehículos utilizados para perpetrar los mismos y en la fecha se realizaron dos allanamiento, logrando en principio el secuestro de los vehículos, dinero en efectivo, dispositivos tecnológicos y prendas de vestir, evidencias que servirán para el avance y esclarecimiento de las causas".

Fuente: UNO Entre Ríos

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Ciberdelitos

Un banco no podrá cobrarle al cliente las cuotas del préstamo que estafadores sacaron a su nombre

La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial aprobó una medida cautelar para frenar la operación hasta que se resuelva la cuestión de fondo. Ponderaron que la víctima no se enfrente a consecuencias financieras. El crédito preaprobado fue por 1.700.000 pesos

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La Sala C de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial resolvió, de manera parcial, un recurso de apelación presentado por un cliente de un banco, ordenando que la entidad no cobre las cuotas de un crédito personal contratado fraudulentamente tras una maniobra de phishing que permitió la sustracción de datos bancarios del afectado.

La decisión fue firmada por los jueces Matilde Ballerini, Eduardo Machin y Alejandra Tevez, quienes avalaron el dictamen emitido por la fiscal general Gabriela Boquin, titular de la Fiscalía General ante dicho tribunal y del Programa para la Protección de Usuarios y Consumidores del Ministerio Público Fiscal de la Nación (MPF).

La estafa ocurrió el 29 de diciembre de 2023, cuando la víctima recibió una llamada telefónica de un delincuente que, haciéndose pasar por empleado del banco, advirtió sobre un supuesto intento de compra fraudulenta con su tarjeta de crédito.

Siguiendo las indicaciones del estafador, el cliente accedió a su home banking. Luego descargó una aplicación que permitió al ciberdelincuente tomar el control de su cuenta.

Como resultado, el estafador sustrajo dinero y contrató un crédito preaprobado por más de 1,7 millones de pesos a nombre de la víctima. Tras denunciar los hechos ante el banco y las autoridades penales, la entidad comenzó a exigir el pago de las cuotas del crédito, lo que llevó al afectado a solicitar una medida cautelar para detener los cobros.

El Juzgado Nacional en lo Comercial N°31 rechazó inicialmente la medida el 29 de septiembre último, argumentando que no correspondía ordenar al banco suspender el cobro y que el demandante debía plantear sus defensas en un eventual litigio judicial.

El estafado apeló, y explicó que la jueza de primera instancia "le estaba otorgando preeminencia a los derechos de la demandada por sobre los suyos, lo cual terminaba por consolidar los incumplimientos de las obligaciones de aquella entidad".

El caso llegó a las manos de la fiscal general Gabriela Boquin, que en su dictamen ante la Cámara apoyó la solicitud de la víctima. Observó que la falta de una medida cautelar colocaría al afectado en una situación de sobreendeudamiento que comprometería su capacidad económica, su calidad de vida y su reputación crediticia.

"Caso contrario, quedaría indefectiblemente informado como deudor moroso en las bases de datos públicas y privadas, lo cual afectaría su reputación crediticia y la apartaría del sistema financiero", entendió la representante del MPF.

Boquin subrayó que el caso reflejaba la necesidad de considerar los riesgos asociados a las contrataciones electrónicas, los cuales deben ser asumidos por el banco como responsable de garantizar la seguridad de las transacciones. Argumentó que, en contextos de vulnerabilidad, debe priorizarse la protección de los consumidores como parte más débil de la relación contractual.

La resolución de la Cámara

Los jueces de la Sala C hicieron lugar de manera parcial al recurso presentado por la víctima, coincidiendo con el análisis de la fiscalía. En su fallo, destacaron que no se puede obligar al consumidor a afrontar las consecuencias de un acto fraudulento, señalando que los riesgos inherentes a los sistemas digitales deben ser asumidos por las entidades financieras.

"El banco, como creador y administrador del sistema, tiene la responsabilidad de garantizar la seguridad de las transacciones, evitando que las consecuencias recaigan sobre la parte más débil de la relación contractual", señalaron los magistrados en su resolución.

Además, justificaron la medida cautelar como un mecanismo de prevención, destinado a proteger al cliente hasta que se resuelva el caso de fondo, evitando que las consecuencias del fraude impacten económicamente en la víctima de manera irreversible.

Fuente: Infobae

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