Todo el mundo contiene la respiración mientras Estados Unidos se moviliza a las urnas para decidir quién será quien tome las riendas del país por los próximos 4 años, la actual vicepresidenta demócrata Kamala Harris o el exmandatario republicano Donald Trump. La Casa Rosada no es la excepción, ya que el Gobierno de Javier Milei espera tener para el año próximo un aliado sentado en la Oficina Oval de Washington.
Con los micrófonos encendidos, ninguno de los altos rangos del Gobierno saldrá a decir cuál es la preferencia. Por el contrario, insistirán con que es una decisión del pueblo estadounidense y que el alineamiento de Argentina con ese país es independiente de quien esté al mando de La Casa Blanca. Sin embargo, por lo bajo está clara la predilección por el magnate.
"Que gane Trump es importantísimo", le remarca a MDZ un funcionario desde Balcarce 50, donde aseguran que el republicano "lo re banca a Javier Milei" y confían que su regreso al poder implicaría un respaldo a Argentina frente a los organismos internacionales y una inclinación de la balanza geopolítica en favor de la agenda de "las ideas de la libertad".
Incluso, este lunes trascendió que el Presidente no descarta viajar en enero a Washington para asistir a la toma de posesión del próximo mandatario de Estados Unidos. La condición sería que quien esté allí jurando se trate de Trump.
El libertario ganó las elecciones bajo la promesa de alineamiento total con Estados Unidos e Israel y ha manifestado en más de una oportunidad su devoción por el exmandatario, con quien se encontró personalmente durante la Conferencia de la Acción Política Conservadora (CPAC) que se desarrolló el pasado febrero en Maryland. En ese foro internacional, Milei brindó un discurso contra el "socialismo" y la "agenda asesina del aborto", banderas que caen simpáticas en las bases republicanas.
Del otro lado, Trump también le tiró algunas flores al jefe de Estado argentino, a quien consideró "un gran fanático de MAGA", por la sigla en inglés de su lema de campaña "Make America Great Again (Haz a Estados Unidos Grande Otra Vez)". "Milei es la nueva cabeza de un lugar llamado Argentina. Es genial. Hizo su campaña con MAGA y lo llevó al extremo, está haciendo 'Make Argentina Great Again (Hagan Argentina Grande Otra Vez)' y le está funcionando fantásticamente", celebró el empresario durante una entrevista con Elon Musk.
El magnate sudafricano, uno de los grandes promotores de la candidatura de Trump, es otra de las figuras internacionales en las que Milei se respalda para dar la "batalla cultural" a nivel mundial. Eso sin mencionar las posibibles inversiones que el dueño de Tesla y Starlink, entre otras, podría traer para la Argentina.
Sin embargo, la apuesta de Milei por Trump no se da únicamente debido a su interés por la lucha discursiva o ideológica. El Gobierno libertario cree que el retorno del republicano a la Casa Blanca podría traducirse en un apoyo concreto de Estados Unidos a Argentina en el directorio del FMI, donde el país es el accionista mayoritario.
El respaldo podría significar el envío de nuevos "fondos frescos" que no solo le darían oxígeno a la gestión, sino que también le abrirían la posibilidad de salir del cepo. "Hay dos formas de abrir el cepo: con o sin plata. Si me ponés la plata, lo abro hoy mismo", había enfatizado Milei en diálogo con Alejandro Fantino el pasado octubre.
A su vez, nuevamente en el plano internacional, Trump se ha declarado a sí mismo "el presidente más proisraelí de la historia de Estados Unidos", un posicionamiento equivalente al que sostienen en la Casa Rosada. Durante su gestión, el exmandatario ordenó trasladar la embajada de Tel Aviv a Jerusalén, proyecto que considera el propio Javier Milei, según declaró durante su visita a Israel en febrero, aunque la propuesta habría quedado frenada.
El punto de discordia en la relación podría girar alrededor de la guerra de Ucrania, donde Milei manifestó en más de una oportunidad su "máximo apoyo a su amigo, el presidente Volodímir Zelensky". Por su parte, Trump ha admitido que tiene una buena relación con el mandatario ruso Vladímir Putin, y cuestionó recientemente al jefe de Estado ucraniano, a quien consideró como el responsable del conflicto.
"Creo que Zelensky es uno de los mejores vendedores que he visto en mi vida. Cada vez que viene, le damos 100.000 millones de dólares. ¿Quién más obtuvo esa cantidad de dinero en la historia? Nunca lo ha habido. Y eso no significa que no quiera ayudarlo, porque me siento muy mal por esa gente. Pero nunca debería haber dejado que comenzara esa guerra. Esa guerra es un perdedor", sostuvo el republicano durante una entrevista publicada el mes pasado.
De todas formas, el cálculo le sigue dando a Milei a favor del republicano. Por eso, en esta elección el Gobierno juega todas sus fichas al rojo, con la esperanza de que a partir del próximo enero su máximo aliado esté sentado en Washington.
Fuente: Mdzol