El escándalo que se produjo por los inconvenientes en el acceso al estadio no pararon la pelota. La Selección argentina se enfrenta a Colombia en la final de la Copa América, en el estadio Hard Rock de Miami. Allí el equipo de Lionel Scaloni busca alzar la copa por vez 16 en su historia y por segunda vez consecutiva.
El encuentro comenzó vertiginoso, como era de esperarse. La primera situación de riesgo se produjo nada menos que a los 37 segundos cuando Montiel envió un centro rasante por bajo que encontró a Julián Álvarez, quien remató desviado.
Sin embargo, lentamente comenzaría a emparejarse con la selección cafetera dominando la pelota, con laterales bien abiertos lanzados al ataque y presión en campo rival. Así generaron aproximaciones, aunque ninguna de riesgo. Argentina tuvo la suya de contra, con Messi rematando en el área, finalmente desviada por Álvarez.
El primer tiempo terminó en esa dinámica, con Colombia y la pelota en campo rival y Argentina intentando lastimar de contragolpe o durmiendo el partido para detener el impulso cafetero.
El segundo tiempo encontró a Argentina mucho mejor, principalmente con las líneas más elevadas en el campo de juego y gracias a una mejoría de sus mediocampistas. Con este nuevo panorama, de hecho logró tener claras situaciones de gol.
La primera a los 55 minutos cuando Alexis Mac Allister cabeceó en el área y la pelota fue desviada por Davinson Sánchez con la mano, lo cual no fue sancionado con tiro penal. La segunda a los 57 con Di María por la izquierda, rematando cruzado para que se luzca Vargas.
Serían los ratos más interesantes de Argentina en el segundo tiempo, que luego se fue diluyendo al ritmo de la mala suerte. Sucede que en el minuto 65 Lionel Messi sufrió una lesión muscular y fue reemplazado. Argentina sufrió el impacto anímico y cambió su fisonomía con el ingreso de Nico González, mucho más dinámico por izquierda.
Colombia no aprovechó la situación del partido y apenas inquietó con pelotas paradas. Argentina se repuso y lo emparejó. De hecho, hasta pudo ganarlo en el final cuando Nico González cabeceó en el área a los 87 y la pelota se fue apenas desviada. Ya en el adicional, el propio González -que entró muy bien- recibió una pelota en el área y la envió por encima del travesaño. Así murió un partido vertiginoso, a la altura de las circunstancias.
Fuente: Mdzol
