Según uno de los taxidermistas del equipo, Udo Becker, llevaría al menos un año restaurar la pieza y devolverla a una condición presentable. "Para mí, personalmente, es uno de los objetos que experimenté aquí en el Museo Senckenberg cuando era niña y que siempre me ha inspirado mucho", dijo la directora del museo, Brigitte Franzen a Reutters.
"Estamos haciendo todo lo posible para restaurar la anaconda de tal manera que los materiales que estamos usando ahora también sean capaces de envejecer, y que siga siendo una gran experiencia visitar el museo aquí dentro de 100 años", agregó.
El cambio climático es una de las razones por las que la anaconda necesita un cambio de imagen. "El clima cambia afuera y también afecta el interior. Esto lo sabes desde casa, pero es particularmente difícil en los museos, donde tienes objetos que necesitan ser preservados", explicó Franzen y agregó "que los museos de todo el mundo están intentando responder a la pregunta de cómo proteger las exhibiciones en tiempos de cambio climático".
En este sentido, explicó que "ciertamente sucederá que en el futuro también tendremos que someter otras exhibiciones al cuidado apropiado y restaurarlas".