Con un paquete de propuestas mejorado, aunque todavía lejos de alcanzar el nivel de los reclamos, Carolina Stanley -ministra de Desarrollo Social- recibirá este lunes a representantes de organizaciones sociales para intentar avanzar en un acuerdo por las llamadas compensaciones de fin de año. La reunión será tres días después de la concentración frente al Congreso para exigir la declaración de la Emergencia Social, un tema que aunque en este caso no forme parte de la agenda se colará en la discusión.
Stanley enunciará ante los dirigentes -de la CTEP, la Corriente Clasista y Combativa, Barrios de Pie, el Movimiento Evita y Trabajadores Excluidos- una mejora respecto de lo que había ofrecido: a los $ 1.000 pesos para las familias que cobran la AUH se agregarán $ 250 por cada hijo (a partir del segundo) y un aumento desde enero para llevar los planes de empleo -como Argentina Trabaja y Ellas hacen, hoy cerca de los $ 3.200- a la mitad del salario mínimo, vital y móvil, es decir apenas por encima de los $ 4.000, según confirmó al diario Clarín un alto funcionario.
Elaborado por Desarrollo Social en conjunto con jefatura de Gabinete y el ministerio de Hacienda, el paquete contempla el aguinaldo social, una cifra de entre $ 1.000 y $ 1.500 antes de fin de año, aunque desde el Gobierno no lo confirmaron: dejaron ese punto abierto abierto acaso como para mantenerlo como prenda de negociación. La propuesta también incluirá proyectos reclamados por las organizaciones -como programas de construcción de viviendas- y un incremento de un 40% en la entrega de alimentos para el mes próximo. Carlos Maletti (obispo de Merlo-Moreno) y Adalberto Odstrcil (Pastoral Social) participarán en representación de la Iglesia.
Los referentes de las organizaciones aclararon que se pronunciarán después de la reunión, aunque adelantaron que esos números quedarían lejos de lo que reclamaron en las conversaciones anteriores. En cuanto al bono consideraron insuficiente los $ 200 adicionales que había trascendido y pidieron $ 1.000 por hijo. Comparado con los $ 400 por niño de diciembre pasado, con los $ 250 que ofrecerá el Gobierno una familia con cuatro hijos cobrará un 10% más esta vez (de $ 1.600 a $ 1.750), con cinco lo mismo que hace un año ($ 2.000) y de ahí en adelante menos en términos nominales, sin contar la inflación. También pidieron por el aguinaldo social, que los planes quedaran equiparados al salario mínimo y un aumento de más del 100% para los comedores, en función de la mayor demanda este año, entre otras cuestiones.
"Esperamos algún tipo de respuesta, porque hasta ahora no la han dado y la vamos a seguir exigiendo en las calles", advirtió Juan Carlos Alderete, de la CCC. A su vez los dirigentes aseguraron que la declaración de la Emergencia Social, aprobado por el Senado para incrementar 15% las asignaciones y crear un millón de puestos de trabajo a través de programas sociales, formará parte de la discusión.
"Va a ser insoslayable por la posibilidad del veto, que es una decisión del Ejecutivo y la ministra es parte. Un veto va a mostrar que el diálogo en realidad es una parodia y va a generar una situación de conflicto", adelantó Daniel Menéndez, de Barrios de Pie. Desde el Gobierno insisten en adjudicarla al kirchnerismo, en considerarla una "chicana política" con un costo de 50.000 millones de pesos y en una iniciativa que no resolvería el problema.
"Nos presentaron el borrador y ya se lo planteamos: ¿un millón para trabajar en qué? Tenemos que avanzar en la inclusión social, en los aportes jubilatorios, compatibilidad con la AUH", replicaron desde Desarrollo Social, y desestimaron que queden en riesgo los canales de diálogo: "Nosotros siempre estuvimos y estamos abiertos a discutir, en particular o en grupo. La prueba es que resolvimos mucho este año".
De la reunión de este lunes en parte se irá perfilando hasta qué punto se calentará el clima social a fin de año.