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Economía

Argentina suma otro apoyo clave para integrarse a los Brics

El embajador de la India, Dinesh Bhatia, apoyó la posibilidad del ingreso argentino al grupo económico, como ocurrió anteriormente con Brasil y China. Además, analizaron cuestiones comerciales bilaterales, la colaboración en litio y gas y la importancia de los lazos culturales entre ambos países.

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El embajador de la India, Dinesh Bhatia, manifestó que su país apoya la posibilidad de que la Argentina se una al grupo de los Brics.

«En lo que respecta al deseo de Argentina de unirse a BRICS, India ha extendido su apoyo», dijo el diplomático en una nota publicada por Buenos Aires Times, del Grupo Perfil.

«Una vez que tomen una decisión y definan los parámetros, los países que deseen unirse a los Brics seguramente serán invitados al debate», señaló el embajador de la India en la Argentina.

En la nota, Bathia analizó cuestiones comerciales bilaterales, la colaboración en litio y gas y la importancia de los lazos culturales entre ambos países.

El diplomático dijo que «las empresas indio-argentinas pueden trabajar juntas para hacer proyectos, proyectos comerciales en América Latina, porque tenemos mano de obra económica y Argentina tiene el conocimiento».

Bathia, que arribó al país en 2019, recordó que en ese tiempo el intercambio comercial bilateral rondaba los 3.000 millones de dólares y que en la actualidad esa cifra se ha más que duplicada al trepar a alrededor de 6.400 millones de dólares.

«En lo personal, es un tema que me trae mucha satisfacción el saber que el comercio va bien y este año también no veo que baje el comercio porque necesitamos aceites argentinos y Argentina necesita muchas cosas de nosotros», dijo al respecto el embajador.

Argentina es el principal proveedor de aceite de soja de la India, a lo que en el último año se sumó también el aceite de girasol, debido a los inconvenientes que enfrenta Ucrania a causa de la guerra con Rusia

Argentina, por su parte, importa productos químicos, textiles y motocicletas de la India.

En el último tiempo algunas empresas indias de Tecnología de la Información (TI) también se expandieron en la Argentina. «Lo que sucedió es que, debido a la diferencia de idioma, muchas de estas empresas, empresas indias, tienen mano de obra local, incluidos sus altos directivos», dijo el embajador.

El diplomático dijo que también hay potencial de crecimiento en determinadas áreas, entre ellas defensa. India, al igual que lo hicieron China y Estados Unidos, presentó una oferta para licitar aviones de combate para la Fuerza Aérea Argentina.

«Lo único que sé por mi interlocutor en el gobierno es que estamos en la carrera», señaló Bhatia.

«Argentina tiene que definir sus propios requisitos y les hemos dado nuestra oferta, la están evaluando y también están evaluando otras ofertas», completó el diplomático.

La minería también es otra área de interés, en especial lo que refiere al litio.

En ese marco, en agosto del año pasado se firmó un acuerdo de cooperación minera entre las dos naciones y en la actualidad se está trabajando a nivel corporativo, para atraer a las empresas indias para invertir en la Argentina.

Fuera del litio, los acuerdos energéticos que giran en torno al petróleo y el gas también parecen prometedores para Bhatia.

«Argentina es enorme en petróleo y gas. Ahí también tenemos interés y hemos estado hablando. Espero que en el futuro podamos trabajar juntos. Tengo mucho interés en que las empresas indias vengan aquí e inviertan tanto en energía como en minería y trabajemos junto con empresas argentinas», subrayó el embajador.

«Tenemos inversiones por todas partes y estamos ansiosos por invertir en Argentina», remarcó Bathia.

Fuente: Télam

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Economía

Se pagó, ¿y ahora qué?: el dato que Milei y Caputo seguirán de cerca

Hay un dato que Javier Milei y Luis Caputo seguirán de cerca para tomar más decisiones económicas clave este año. También comenzará en breve otra etapa: la negociación con el FMI por un nuevo acuerdo.

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Finalmente, ayer a las 10:00 AM el Bank of New York Mellon, agente financiero del país, oficializó la liquidación de los aproximadamente 4.704 millones de dólares correspondientes a la liquidación de enero del 2024 del pago de los Bonares y globales reestructurados en agosto del 2020. En general , fue una jornada tranquila, con un blue descansando desde hace dos días en los 1.220 pesos, con acciones de aquí y de Nueva York y títulos públicos en tenue y prudente suba, y con reservas cayendo unos 1,300 millones, pero con un Banco Central que volvió a comprar divisas por unos 165 millones.

En total, en lo que va del año, la entidad acumula compras por unos 547 millones; con un riesgo país otra vez en baja y cerrando en 564 puntos básicos. Ayer se pagaron unos USD 4.360 millones de los Bonares (AL) y Globales (GD). Aproximadamente USD 460 millones estarán destinados al FGS (Fondo de Garantía de Sustentabilidad), junto a otros USD 60 millones por las tenencias del BCRA, mientras que los restantes USD 3.860 millones los recibirán los tenedores privados de la deuda. De este dinero, unos U$S 1.600 millones corresponden a privados locales, el resto a privados con cuentas fuera del país, muchos en mercados denominados offshore.  

Ahora, a cálculos básicos post pago de los cupones. La foto del stock del Banco Central muestra reservas de aproximadamente U$S 13.800 y 14.3000 millones. De ese dinero, entre 9.000 y 11.000 millones de dólares pertenecerían al Tesoro Nacional, fruto del superávit y de las utilidades de los títulos (que fueron extraordinarias), dinero que se contabiliza parte en pesos. Si la decisión oficial es, como parece por los hechos, dejar ese dinero depositado en la entidad que maneja el, a veces protestón a veces emocionado, Santiago Bausilli, sería la primera vez en décadas que un gobierno pone dinero a ahorrar y exhibir. Y no para gastar. Luego, este dinero podría usarse, por ejemplo, para ayudar a sanear la propia deuda del BCRA, hecho inédito porque siempre fue al revés. 

La operación que sigue 

Lo próxima que tiene en el cronograma el tándem Javier Milei y Luis Caputo, será seguir de cerca los datos del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de diciembre 2024 y de cierre del ejercicio anterior, que se difundirán el próximo martes 14 de enero. Y una vez conocido el resultado, decidir qué hacer con la evolución del crawling peg y la tasa de interés de referencia del mercado. La decisión oficial es tomar una frontera de 2,5% de inflación para tomar una decisión trascendente. Si el dato empata o supera ese porcentaje, se esperará a la inflación de enero 2025 para avanzar.

Si, por el contrario, el IPC se ubica por debajo de ese nivel, Milei dará la orden inmediata, y el mismo martes, de comenzar a desmantelar la política de devaluación oficial pactada en un 2% mensual, hacia un ritmo inferior que en pocos meses ubicaría el alza del tipo de cambio oficial en un 1% cada 30 días. Se haría de manera gradual, y al ritmo de la caída del ritmo de la inflación; con una estructura funcional de entre tres y seis meses, dependiendo del mismo IPC. Con esto se ralentizaría el ritmo de devaluación del 12 al 12% interanual, al revés de los que reclama el Fondo Monetario Internacional (FMI), cierta ortodoxia encabezada por Domingo Cavallo y la mayoría de los industriales, quienes piden una revisión de la política cambiaria, dejar flotar el dólar y, eventualmente, aceptar una devaluación del 20%.

Nada de esto está pensando en oficialismo, que considera que la estrategia que se viene desarrollando es la correcta y la exitosa, y la que continuará ejecutándose durante el 2025. EN otras palabras, el tipo de cambio no sólo no se acelerará hacia arriba, sino que dependiendo de la evolución del IPC, bajará en su ritmo de devaluación. Y ya desde el martes, si es que los datos de los precios de cierre del 2024 son favorables. 

En paralelo, el gobierno avanzará también (siempre que el IPC lo permita), en una nueva reducción de las tasas de interés de regulación del sistema financiero, bajando del promedio de 38% de cierre del año pasado y arranque del 2025; a un 35%. Y, si continuara la caída de la inflación, volver a una reducción antes del segundo trimestre del año. La idea es potenciar el crédito privado, ante la realidad irrenunciable del Ejecutivo de no emitir ni tomar pesos del mercado local, continuando la tendencia del 2024. 

Ambas medidas de coyuntura inmediata (la próxima semana), apuntan al gran objetivo monetario de Javier Milei y Caputo: darle en el primer semestre del 2025 un golpe a la inflación, y llevarla, por fin, a tener un 1 por delante. Los cálculos oficiales insisten en que el combo crawling peg al 2% y una tasa de interés por arriba del IPC, potencial el alza de los precios en un punto porcentual mensual. Y que la contracción propuesta, sería el instrumento primario y válido para acelerar la caída en el ritmo de aceleración, al menos en un nivel de 1% cada 30 días. El entusiasmo oficial parte de las planillas de inflación mayorista, la evolución de los índices de alimentos y bebidas y otros bienes, los efectos que las importaciones crecientes estarían marcando en los precios como barrera de suba, y la idea que un tipo de cambio estable y con desaceleración devaluatoria; debería ser el freno final para llevar el alza del IPC al ritmo que se espera en el oficialismo y que figuraba en el fallido proyecto de presupuesto para el 2025 que el Congreso Nacional nunca trató. Ni tratará. 

La caída del ritmo de inflación es la gran carta de popularidad que ahora se juega el gobierno, y que, a los ojos e intenciones del oficialismo, estaría al alcance de la mano. 

Otro paso importante que comenzará a tramitar el ministerio de Economía, es la preparación del segundo pago de importancia del año: el de los cupones de los Bonares y boreales de julio próximo; una obligación que casi replica la liquidación de ayer. Por lo que se sabe, la idea de Caputo es contabilizar para ese compromiso gran parte de los 1.000 millones obtenidos por el REPO oficializado a fines del 2024, e ir sondeando entre marzo y junio las verdaderas posibilidades de colocar deuda en el mercado financiero voluntario de deuda internacional; una opción por ahora vedada y que para abrirla debería haber primero un riesgo país de tres dígitos con un tres por delante. 

Mientras tanto, comenzará en breve una nueva etapa; la negociación con el FMI por un nuevo acuerdo, posiblemente un Stand By sobe la base del pacto cerrado entre 2018- 2019 durante el gobierno de Mauricio Macri. Tal como informó este diario, desde la segunda quincena de enero, y luego del parate por las fiestas y el fin del comienzo del 2025, las partes retomarán las comunicaciones desde la semana que viene. Habrá tiempo para negociar. El 20 de enero asume Donald Trump y todos saben que la situación para la Argentina cambiará, se supone a favor. La próxima misión a Buenos Aires de hombres y mujeres del FMI, está pactada para el 10 al 15 de marzo. Mucho o poco tiempo, se verá.

Fuente: Mdzol – Por Carlos Burgueño

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