Los objetos voladores no identificados (ovni) que fueron vistos en el espacio aéreo norteamericano tiene al mundo en vilo: sin embargo, en las últimas horas las autoridades canadienses reconocieron que, por tamaño y características, no han podido seguirlos con los radares.
Paul Prévost, director del Estado Mayor Estratégico Conjunto de las Fuerzas Armadas Canadienses, admitió las dificultades para detectar estos objetos: "Estamos estudiando cómo podemos responder en el futuro a estas deficiencias", declaró.
El militar admitió que la principal sospecha es que se trate de globos, aunque remarcó que - de momento - es solo una suposición.
De los tres objetos que fueron abatidos desde el viernes en Norteamérica, dos cayeron en Canadá. El primero había sido derribado en Alaska.
Un segundo artefacto fue derribado en el territorio de Yukon, una zona remota de Canadá, a unos 160 kilómetros de la frontera con Alaska. Finalmente, el domingo cayó un tercer objeto en las aguas canadienses del lago Huron, uno de los cinco Grandes Lagos de Norteamérica.
El sábado, la ministra de Defensa de Canadá, Anita Anand, no quiso ofrecer detalles sobre el artefacto y se limitó a señalar que el objeto era "similar pero más pequeño" al globo espía chino derribado el 4 de febrero frente a las costas de Carolina del Norte.
Las autoridades canadienses también se excusaron en las condiciones meteorológicas y los lugares en donde los artefactos fueron derribados. Lo cierto es que por el momento no han podido concretar las tareas de búsqueda y recuperación de los restos, a pesar de haber desplegado cinco aparatos (tres aviones y dos helicópteros) para localizar los restos en Yukon.
En el lago Huron, un guardacostas canadiense está liderando la búsqueda del tercer objeto derribado.
Por el momento a pesar de la intensidad de la búsqueda, advierten que "no hay garantías" de que los restos sean localizados.
Fuente: Mdzol